La curvatura de la córnea

30 junio 2011

La mirada del fotógrafo o como manipular, a la orilla del mar, las Polaroid de Carmen Ruiz Fleta

El fotógrafo disparó con la elegancia profesional de quien esta habituado a cazar almas. La Polaroid capturó la luz de mi asombro, grabó el negativo sobre el papel fotográfico que, tras reventar la burbuja que contenía los elementos químicos necesarios para el revelado, aterrizó en sus manos cubierto por una película plástica que lo protegía de los veladores rayos ultravioletas. Con la capucha de un bolígrafo BIC presionó los colores incipientes que conformaban mi retrato y me transformó. Consiguió que mis facciones fueran el reflejo de su mirada. La mirada del fotógrafo.

La brisa del mar abrió el poemario y, como el fotógrafo que me robó el alma, manipulé las Polaroid de Carmen Ruiz Fleta hasta que las palabras, mecidas por las olas, transformaron sus imágenes y se precipitaron desde mis ojos al papel garabateado por el grafito. La revelación terminó cuando el sol me abandonó y supe que solo podría leer el resto de los poemas en mi próxima visita al mar.

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Besos y palabras en el laberinto de la pareja hasta que tú y yo seamos noche y silencio.

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Una mujer encaramada a unos tacones es sueño, vértigo y la imposibilidad de adivinar el alimento materno que esconden sus pechos, bálsamo ancestral de sabiduría.

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La cerveza y la noche reveló el despojo que arrastramos hasta la luz de los Servicios Municipales de Limpieza. Y ahora, húmedos y varados en la playa, docenas de jóvenes jalean la noche bajo el sol.

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Tras el patrón que diseñó nuestros besos, llegó la hebra del amor. Divido el tiempo en meses y luego en años y después en horas. Tantos días que nunca conté, siempre preocupado porque las costuras fueran lazos duraderos y a veces, en lugar de sastre, soy la dentellada fiera que destroza, desbocado, la vida amontonada. Por eso venimos al mar, para enhebrar de nuevo el hilo.

7, 8, 9, 10

En la soledad solo me queda el gesto de morir envenenado por el recuerdo. Esa falsedad que maquilla el mapa de mi vida. Por eso te declaro culpable de la degradación, de este pálpito triste que veo al otro lado del espejo.

Mejor me apeo de la vida y abro el picaporte de la incertidumbre para descubrir el final de la fiesta, ese brillante momento de convertirme en Príncipe Off.

11, 12

No me fío ni de la memoria ni de los cajones, por eso hubo un tiempo en el que ordené mi vida con fotografías recortadas. Collage de emociones pegados en una hoja adhesiva.

Ahora ni siquiera puedo tocarlas. Mi vida a la distancia de un clic y solo siento tu ausencia y la de aquella mujer que lloraba por nuestros hijos muertos.

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Bendita torpeza de cuando tu cuerpo era territorio inhóspito.

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Mi madre dejó de criar cerdos cuando llegué a casa y yo, escondido en la corte deshabitada del animal, me sentía seguro de escapar, calladito. Tan calladito como estuvo ella con las historias que no se deben contar. Aunque ya no recuerdo el sonido de sus palabras, todavía siento la inabarcable intensidad de su amor.

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Me gustaría bajar del tozudo análisis de las cosas y darte un abrazo que derrita el silencio y el dolor, que sea transfusión de volver a reír y traerte de la mortaja a la vida de cuando era niño y mi padre, en camiseta de tirantes, pelaba las naranja para construir mondas de una sola pieza. Después llegaron las preguntas y esas habitaciones oscuras en las que no me dejó entrar. Por eso ahora, que me ha dado por guardar las llaves, llevar su reloj y calzarme la boina, tengo miedo.

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Ya he dejado de imaginar el rostro de los hijos que nunca voy a tener. Ahora miro a los hijos de los demás en busca de malformaciones, palabras mal sonantes y una educación de mierda que me escupa a los ojos.

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La chica fea hace carantoñas frente al mar. La chica guapa, con gorro de Sinatra y un maromo tatuado, le hace fotos. La chica fea se aleja jovial. La chica guapa no se excita con las caricias del maromo.

El aire de nube trae la noche. El maromo, la chica fea, la chica guapa y yo nos peleamos por el oxígeno. Me aferro al poema de la página 34 y a los polvos catódicos que la presentadora del Telediario ha trasladado a su magazín matutino.

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Miro el mar mientras ella busca el sol. Las uñas granates de sus pies, a la altura de mi mano, me recuerdan que esta noche, según mis teoremas y formulaciones, toca hacer el amor sobre un colchón del que desconocemos su procedencia y la composición de sus materiales. Y yo, prisionero de la red social, añoro el teclado Hewlett Packard.

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Levanto los ojos, y aunque veo el mar, se que el mar no es esto. El mar es una caracola enterrada en el monte más alto de las Barriadas del Sur, cuando el cretácico bañaba mis pies.

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Ahora que tenemos ascensor me gustaría subir las 75 escaleras que nos llevaban al amor. A esos días cuando de todo era aprender la topografía de tu boca y tus manos, suave paraíso proletario, no entendían mis erecciones.

Segunda Parte (aquí)

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29 junio 2011

Así se hizo ExtraEscena_01

Si además del "Así se hizo" de ahí arriba, quieres ver el primer programa de ExtraEscena, solo tienes que seguir el link:

http://lacurvaturadelacornea.blogspot.com/2011/06/extra-excena-programa-01.html

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27 junio 2011

"Mujer sola" es un poema de Marcos Callau

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26 junio 2011

Una tarde de traje gris y la noche de los ojos de mujer fatal


El mes de junio es el mes de las muestras de los alumnos del Teatro de la Estación. El sábado día 25 dos de los grupos tuvieron la suerte y el privilegio de subirse al escenario del Teatro Principal.
La función de las 19:30 estuvo a cargo del grupo número 6 dirigido por Carmen Marín y representaron la obra “Un señor de traje gris”. Fue un momento muy emotivo porque significaba el estreno mundial de un texto escrito por Javier Vázquez que, a sus dotes como locutor radiofónico, suma las de periodista, actor y dramaturgo. Una función levantada con el tesón de la directora, el autor y todos sus compañeros de grupo, ciudadanos que dedican dos horas semanales a disfrutar de la magia de las tablas y olvidarse de las mareas de este mundo para convertirse en actores. Y cuando el telón se levantó… la ilusión, el cosquilleo del texto en el estómago y la certeza de hacer un mundo mejor desde detrás de una nariz roja, encaramados a una escalera o bajo el paraguas de volar, reír y bailar.
Javier Vázquez encontró la inspiración para su obra durante las lecturas del Don Juan Tenorio, una interesante actividad patrocinada por el Teatro de la Estación que, pasados los años, también migró al escenario del Teatro Principal. Vázquez leía el papel del Tenorio cuando pensó que, en fin, a veces las cosas no deberían ser como nos las cuentan y que…¿qué hubiera ocurrido si Don Juan en lugar de enamorarse de Doña Inés se hubiera enamorado de…? De ese hilo tiró el autor para enmendar la plana a personajes clásicos como Adán y Eva, Blancanieves sin los siete enanitos y Papa Noel. La obra también bucea en los retazos diarios que definen la vida y que a la larga dibujan el perfil de la historia. Palabras que a veces buscan la risa pero que siempre invitan a la reflexión.
La obra “Usted tiene ojos de mujer fatal” fue la invitada a la función de las 22:00 horas. El grupo 3, dirigido por Jesús Bernal, repetía escenario y revalidó el éxito del año pasado. Esta vez la protagonista era la técnica Jardiel Poncela. Un mayordomo enlaza la presentación del resto de los personajes, uno de ellos aporta una idea, un lío, un jaleo. Otro intenta enredarlo todo hasta que el autor decide llegar al final con un vuela pluma de happy end. Un brillante mecanismo de precisión teatral que contiene giros en el lenguaje- aliñados inteligentemente por la compañía mediante localismos- situaciones increíbles y grotescas con entradas, salidas y un variopinto muestrario de arquetipos que son la superficie de una acerada crítica a la sociedad.
Los actores respondieron con brillantez a la exigencia del estilo Jardiel. El mayordomo Oshidori, preciso como un reloj, anduvo atinado en la palabra y desenvuelto en el gesto. El galán, cautivador y elegante hasta cuando apareció sin afeitar, llenó con su presencia la escena y a veces me recordó al envidiable portento de Arturo Fernández. La enamorada pelirroja nos convenció de su cursilería inicial y terminó con una sobresaliente escena final en la que nos regaló elevadas dosis de credibilidad a la hora de dominar al hombre-hombre que no era tan pendenciero como nos parecía. El liante de extraña cabellera y la corte de mujeres enamoradas, despechadas, pavisosas y sufridoras mantuvieron la comicidad y la tensión de la acción con energía y solvencia; y tengo que destacar a Doña Mariana y la prodigiosa construcción corporal y verbal del personaje. La pátina de lo que significa pertenecer a un grupo de teatro amateur la puso Ricardo Melcón, el alumno más veterano del Teatro de la Estación, atildado por un resbaladizo acento porteño, olvidó su reciente problema cardiaco y nos recordó que en el noble arte de la farandula lo más importante es mantener la ilusión.

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25 junio 2011

Presentación del libro: Cómo escribir el guión de un cortometraje


El Ámbito Cultural de El Corte Inglés acogió la presentación del libro “Como escribir un guión para un cortometraje” (ALBA) de Fernando Marin. La introducción, tras una estuvo a cargo de Javier Millán. El responsable de “Impacto Producciones” subrayó el la vocación de guía de un libro pensado guionistas noveles. Una herramienta necesaria para la salud del productor que se enfrenta todas las semanas a la lectura de varios guiones que adolecen de escasa originalidad, tienen una vaga estructura narrativa y suelen emular experiencias personales en bares y otros tugurios de marcado cariz nocturno. El libro responde a las dudas que se suscitan en la actual eclosión del corto donde, gracias a la revolución tecnológica, cualquiera puede rodar, pero donde muy pocos son capaces de contar una historia interesante que pueda llegar a espectadores tan variopintos como los que visitan los Festivales de Fuentes de Ebro, Cannes o las páginas especializadas en Internet.

Fernando Marín tomó la palabra y confesó que había fraguado su personalidad literaria en el ámbito de la novela y el relato. Su desembarco en el guión para cortos llegó con un encargo. Fue entonces cuando descubrió que, frente a todo lo publicado para confeccionar un guión para largometrajes, nada había editado específicamente para cortos. Por eso, a partir de su propia experiencia, y de la confección de apuntes para cursos de la Escuela de Escritores de Madrid, decidió publicar esta obra, con marcado carácter didáctico, para aquellos escritores que han decidido contar historias en menos de 15 minutos. Un manual que huye de lo teórico para profundizar en los aspectos prácticos que van desde el chispazo de la idea que surge de un sueño, una noticia, la observación de la vida o el desarrollo de un encargo externo; hasta la importancia de dotar a esa primera imagen de un tema que nutra la historia y la lleve a los terrenos del amor, la política o vaya usted a saber.

El carácter breve del corto exige reducir las escenas, los personajes y el presupuesto. Olvida los finales abiertos o melancólicos. El mejor final para un corto es la solución cerrada del conflicto que se plantea. Y se volvió a subrayar la importancia de contar historias, y hacerlo pensando que el texto final, con independencia del cual sea su origen, será el manual de trabajo para los diferentes equipos de trabajo que constituyen el rodaje de una película, gremios tan diferentes como el director, los electricistas o maquillaje y vestuario. Por eso las escenas deben huir de un lenguaje excesivamente literario para centrarse en narrar con tensión dramática y sin ambigüedades.

Aproveché el turno de preguntas para interrogar a Fernando Marín sobre la necesidad de tener conocimientos técnicos sobre la manufactura del cine para escribir un guión. Su respuesta fue contundente. Olvídate de los tipos de plano, el travelling y los efectos sonoros. Escribe un guión literario y después será muy interesante, en algunas ocasiones, compartir charla con los puntos de vista del productor y el director. En otros proyectos el perfil definitivo de la historia se consigue en un guión técnico donde se definen los aspectos audiovisuales de la historia que, por regla general, casi siempre difieren de cómo la imaginó el guionista.

Al hilo de esta respuesta, repregunté por lo habitual que era en el cine español que el director de un largometraje dirija sus propios guiones. En el mundo del cortometraje, afirmó Fernando Marín, esa costumbre esta mucho mas acentuada y, tal vez porque son proyectos pequeños, es muy habitual que la idea, el guión, las funciones de producción y el trabajo de director recaigan sobre la misma persona. Un círculo cerrado que impide el debate creativo, un ejercicio muy saludable porque otras visiones pueden aportar puntos de vista que enriquezcan la historia, y esa es también la función de un guionista, ser capaz de asimilar nuevas modificaciones para insertarlas en el guión y mejorar el resultado final.

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22 junio 2011

Presentación de “Nubes con la mente”

Octavio Gómez Milian me mandó un correo en el que me contaba que la editorial Comuniter había pensado inaugurar una nueva colección de plaquettes que, bajo el título Canto de Lupa, comenzaría con un tributo literario a Love of Lesbian. Se trataba de seleccionar una canción del grupo y escribir un texto inspirado en ese tema. Leí algo en tu blog, me confesó Octavio, sobre una noche lesbiana con chupitos de algo rojo.

Durante unos días busqué una vía de inspiración que no llegó, así que husmeé en La Curvatura de la Córnea pero no encontré nada. Al calor de la canción Freakie goes to Hollywood inserté un retro diskette de 3.5” en mi ordenador donde localicé una breve reseña de un concierto en el que Love of Lesbian teloneaban a The Cure. El material no fue suficiente y recurrí a la memoria de Mayte y Natalia. Las dos contestaron a mi llamada y sus recuerdos fueron fundamentales para confeccionar el relato de 3088 caracteres con espacios que forma parte de “Nubes con la Mente. Tributo a Love of Lesbian”

La presentación del libro en Zaragoza será el próximo jueves 23 de Junio a las 21 h. en el Poeta Eléctrico (Residencial Paraíso, 1) con la actuación de Nubosidad Variable, la mítica banda zaragozana cuyos miembros han decidido volver a subirse juntos a un escenario para celebrar la salida de este libro. Una ocasión única que uno no puede perderse.

La entrada, con libro incluido, será de 7 euros.

“Nubes con la mente” con prólogo del periodista Jaime Oriz Almansa y textos de Isabel Bono, Christian Peribáñez, Daniel Gascón, Juan Manuel Gil, Víctor Guiu, Carmen Beltrán, Odón Serón, Juan Luis Saldaña, Octavio Gómez Milián, David Liquen, Javier López Clemente, Maite Puntes, Carmen Ruiz Fleta, Virginia Martínez, Charly Hernández, Julio A. Cuenca, Sofía Castañón y Enrique Cabezón.


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19 junio 2011

Cim i tomba en Tossa de Mar

El Cim i tomba es un plato tradicional de la gastronomía de Tossa de Mar. Hace lo menos cien años, cuando Tossa de Mar vivía de la pesca, era habitual que los pescadores se llevaran de casa una tartera con patatas, cebollas y otras verduras. Después de la faena una colocaban una rodaja de rosada, prima hermana de la merluza, encima (cim) de las verduras. Tras una primera cocción le daban la vuelta (tomba) hasta completar el guiso.

Esa fue la historia que nos contó un camarero menorquín en la terraza-jardín del Restaurante La Bota, dónde además de lo dicho, napan el pescado con alioli y le dan un golpe, casi gratinado, al horno. El resultado, en compañía de la Miguelica y un vino blanco del Somontano, fue espectacular.

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17 junio 2011

Por omisión

Esta mañana, en una conversación circunstancial que hablaba de trabajo y de cómo te va la vida me han dicho nosequé de los “chuchumecos” y yo… yo he guardado un prudente silencio que ahora me acusa de xenófobo por omisión.

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16 junio 2011

No hay Luna en el Barrio de Las Fuentes


Lo dijo el Telediario y por eso, después de cenar, salí a la calle en busca de la Luna, selenita teñida de naranja por la atmósfera y las cenizas de un volcán. La esperaban otras gentes que portaban catalejos de mar y la luna, temerosa por su intimidad, se escondió tras las nubes, decían unos, ya vendrá, decían los de más allá hasta que poco a poco, bajo la orientación de las farolas, se vaciaron los parques y las aceras, y los lunáticos regresamos al hogar
El eclipse ha pasado y sin embargo la Luna sigue en los medios de comunicación, ya lo dicen por la radio y lo subtitulan en los programas con brujas de la Tedeté: Marga Bohana se ha quedado la Luna y no la quiere soltar aunque suban las mareas y la noche, estrellada de pimienta y sal, sea oscura para toda la eternidad.

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Foto de Marga Bohana

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09 junio 2011

Extra Excena_ Programa 01

Oscar Castro es el primer invitado a ExtraEscena:

Oscar Castro en La Curvatura de la Córnea:

Andres Pathos: Metromán soy yo

The Amazing Metromán

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02 junio 2011

El Hospital de los Podridos y otros entremeses para el Siglo XXI en el Teatro de la Estación

En uno de esos días estupendos de verborrea todavía invernal afirmé, sin mucho tiento y ante un actor de fuste, que el entremés, como plato de comedia, no interesaba ni a los jubilados.

El resbalón de mi necedad se ha revelado doblemente inoportuno. Primero por hablar en nombre de los jubilados, y segundo y más importante, porque la compañía Tranvía Teatro me ha demostrado lo errado de mi criterio.

El escenario del Teatro de la Estación se viste durante este fin de semana de Corral de Comedias. Un viaje al pasado de hace quinientos años cuando el teatro era la mejor diversión para el pueblo. Días de gloria para las letras españolas con autores como Lope de Vega, Cervantes, Quiñones de Benavente, Bernardo de Quirós y todo el acervo popular de canciones, refranes y chascarrillos. Tranvía Teatro ha realizado una acertada y notable selección de entremeses, loas y mojigangas para emplatarlas bajo el título de “El Hospital de los Podridos y otros entremeses para el Siglo XXI”

El título, y su intención de establecer una conexión entre el Siglo de Oro y nuestros días, es la primera virtud de esta obra que se sustenta sobre temas atemporales de preocupación popular tales como el desvelo por la belleza, las pillerías para alcanzar el amor o la desconfianza hacía políticos y leguleyos que merodean lo público con intenciones aviesas.

La función se construye sobre una escenografía que acoge elementos dramáticos de la Commedia dell’Arte y la farsa para contarnos las peripecias de unos personajes que traspasan el tiempo y el escenario hasta plantarse en medio de nuestros días, llegar al patio de butacas y dejarnos el tesoro de la risa.

El trabajo actoral de Jesús Bernal, Rosa Lasierra, Yvonne Medina y Miguel Pardo es sobresaliente; tanto en la enérgica construcción corporal de cada uno de los personajes, como en el fraseo del texto. El elenco ejecuta con solvencia, excelente dicción y ritmo endiablado la complicada tarea de bregar con un castellano que, por antiguo, sujeto a la rima y poco habitual en nuestros escenarios, suena extraño hasta que las palabras resucitan lozanas a la luz de las candilejas.

Como pide la ortodoxia de la representación nos encontramos con el gesto grande y cuanto más grande mejor. Sin embargo, me permito poner el acento en los momentos más naturales de la obra. En un pasaje dónde los personajes relajan la norma de la farsa y se paran a descansar, a disfrutar de unas manzanas entre dichos y loas. Una escena en la que los actores nos regalan el momento mágico que muestra la esencia fundamental de su trabajo. Esa inexplicable pirueta que hace un nudo con las miradas y la expresión de los personajes para entregarnos el gesto natural, el latido del corazón y el difícil arte de escuchar, de sentir, de estar, de difuminar la convección teatral sobre el escenario y transformarla en vida.

Zaragozanos de gusto

que alabáis con magno gozo

la presencia sin embozo

de un entremés a punto.

Os invito a la comedia

que en el Siglo de Oro brilló

y rindo una reverencia

a quien la farsa dirigió.

Que en el patio de butacas

la risa se hace sonora

y faltar es gran demora

que señalo con maracas.

Es una pena notoria

que en lo oscuro del teatro

disfrutemos solo cuatro.

¡Súbete a esta noria,

coge a tu novio del brazo,

lo espabilas de un tortazo,

vístelo de tipo ilustre

y que disfrute del lustre

del teatro y su gustazo!


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TEATRO DE LA ESTACIÓN - Zaragoza

C/ Teniente Coronel Pueyo 8-10

Reserva telefónica: 976 46 94 94

E-Mail: info@teatrodelaestacion.com

VIERNES 3: 21.00 h.

SÁBADO 4: 21.00 h.

DOMINGO 5: 20.00 h.

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Fotografía: Juan Moreno




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