El Teatro del Temple estrenó ayer en el Teatro del Mercado de Zaragoza la obra “El Licenciado Vidriera” basada en una de las novelas ejemplares de Miguel de Cervantes.
Tomás Rodaja, después de ganarse sus estudios en leyes en la prestigiosa Universidad de Salamanca, viajar por la inigualable Italia y, tras caer rendido a los jugos venenosos de un moza, se convierte en un extraño ser que, temeroso por el cambio vidrioso al que se ve sometido su cuerpo, es centro de atención por su sabiduría que aconseja y guía a toda la escala social.
El bueno de Rodaja abandona dichoso la prisión que su peculiaridad lo contiene y comprueba horrorizado como la normalidad de su cuerpo y de su vida son el camino que le lleva al descreimiento entre sus semejantes. Lo que antes fue ganancia de plazas y populacho, ahora es desgracia de sabio con despacho. Mala suerte la del licenciado Vidriera que ganó fama encerrado en un personaje y ahora, tras abandonarlo se encuentra olvidado, que más vale imagen peculiar con verborrea, un ato blanco y una pizca de sabiduría, que semejante sabiduría y verborrea vestida de negro y con porte adusta de leguleyo.
Este relato de Cervantes data del siglo XVII y sin embargo guarda entre sus líneas la frescura de la actualidad en la que habita una fauna de habladores que lo mismo opinan de la vida, de la muerte y del amor, ungidos por el don de la palabra y el desparpajo que raya en lo grotesco, agazapados a la sombra de un personaje iluminado por las luces de la audiencia.
La dramaturgia del texto cervantino, a cargo de Alfoso Plou, tiene el acierto de oxigenar la representación con situaciones actuales, puntuales y breves que empujan el devenir de la historia, pequeñas píldoras que ahorman la trama y buscan la complicidad del público.
La sencillez de la propuesta teatral nos recuerda al ñaque. La representación esencial de la vida y dos actores en escena. José Luís Esteban como el licenciado Vidriera, y Javier Aranda como Cervantes y toda la escala social. La función esta cimentada sobre las palabras. Un texto que los actores dicen muy bien, con la prosodia y el ritmo adecuado para que los espectadores sientan el bellísimo sonido del castellano del siglo XVII. Aunque el lenguaje guarda la esencia del espectáculo, ambos actores ejecutan una excelente composición de los personajes. En ese aspecto es justo destacar la labor de Aranda que trasiega cuerpo y voces de un personaje a otro con sencillez, credibilidad y la eficacia del humor. El Licenciado Vidriera es una función imprescindible para, sin de hacer juicios de valor, comprobar como la idiosincrasia de quienes habitamos en estas lindes no ha cambiado tanto con el paso de los siglos.
___
Obra: EL LICENCIADO VIDRIERA
Compañia: TEATRO DEL TEMPLE
Fechas: Del 17 al 21 de noviembre
Funciones:
Jueves 18: 21.00 h
Viernes 19: 21.00 h
Sábado 20: 21.00 h
Domingo 21: 19.00 h
Dirección: Carlos Martín
Dramaturgia: Alfonso Plou
Reparto: José Luis Esteban, Javier Aranda
Ficha Técnica: (Escenografía) Tomás Ruata, (Iluminación) Bucho Cariñena, (Vestuario) Beatriz Fernández Barahona
______
Etiquetas: Alfonso Plou, Carlos Martín, El licenciado Vidriera, Javier Aranda, José Luis Esteban, reseña teatro, teatro, Teatro del Mercado, Teatro del Temple