La curvatura de la córnea

02 noviembre 2010

IX Lectura del Don Juan Tenorio Zaragoza 2010

Escena de Don Juan al comienzo de la obra.
Foto de Chus Marchador






El Teatro de la Estación, en colaboración con el Patronato Municipal de Teatro, ha organizado, como cada uno de noviembre de los últimos años, la lectura pública del Don Juan Tenorio.
Las tablas del Teatro de la Estación vieron nacer este evento con la vocación ciudadana de mezclar frente al texto de Zorrilla a las autoridades, el público, y los actores. Muy pronto el patio de butacas y el escenario del Teatro de la Estación se quedaron pequeños. Fue entonces cuando el Teatro Principal acogió estas lecturas.
El evento era la excusa perfecta para hacer una jornada de puertas abiertas. El público accedía por invitación y los lectores teníamos la suerte de pisar las tablas del teatro decano de la ciudad. Mi voz, en todas las ocasiones en las que he participado, ha sido la de Don Luís Mejía. El primer año crucé diálogos con
Ricardo Joven. Tras cada una de sus frases notaba como mis piernas temblaban y yo me hacía chiquitillo ante el poderío, la prestancia y la gravedad del veterano actor. El segundo año compartí atril y personaje con Daniel Zueras, por entonces afamado finalistas del popular concurso televisivo Operación Triunfo. Mi tercera participación fue un deleite cuando me acompañó la dulzura en la voz de la actriz Yolanda Blanco.
Este año las lecturas del Tenorio han contado con una notable novedad. Para hoy se mantiene el espíritu ciudadano de la lectura, sin embargo, en el día de ayer, fueron actores profesionales de la ciudad quienes nos regalaron una lectura dramatizada del texto.
Sobre el escenario no estaban los tradicionales atriles estáticos. Los actores, apoyados en una sobria escenografía, se movían con el libreto en la mano. La sensación de asistir a lo que podría ser uno de los primeros ensayos para montar la obra enseguida anidó en mi ánimo. Con esa mirada muy pronto olvidé las incomodidades interpretativas que conlleva leer el texto, un accesorio que los participantes integraron perfectamente en sus personajes. Con la lectura se perdía, obviamente, gran parte de la expresividad facial, ese inconveniente quedó perfectamente superado con la intencionalidad en las voces, el trabajo corporal y una composición sencilla y eficaz de las escenas, que ayudó a visualizar todas las situaciones que se plantean en la obra.
La brillantez con la que se llevó a cabo este experimento quizás sea el preámbulo para que las autoridades municipales, autonómicas y comarcales, ahí es nada, se decidan a montar esta obra como se merece, y convertir en costumbre local lo que es habitual en otras ciudades. Sería una excelente idea abrir las puertas del Teatro Principal para invitar al público zaragozano a la representación del Tenorio durante la semana de la celebración de Todos los Santos, y aún digo más: ¿Qué tal una función levantada por los alumnos de la Escuela Municipal de Teatro? Seguro que ellos están por la labor, no en vano llevan un par de años haciendo su propia lectura del texto entre las tumbas del Cementerio Municipal.
Durante los años en los que he dedicado parte de mi tiempo libre al teatro amateur, he recibido clases de dos profesores. En la función de ayer ambos coincidieron en el escenario. Fue un momento íntimamente emotivo porque esos dos actores han influido directamente en mi forma de mirar el teatro. Gracias a ellos comprendí su trabajo. Entregar al público un caudal de emociones capaz de hacerles olvidar el presente diario, y llevarlos a un mundo donde todo es posible, un espacio dónde la voz y el gesto crean universos.

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3 Comments:

At 02 noviembre, 2010 20:34, Blogger pepe montero said...

Pero, los nombres, los nombres de esos dos profesores, cuales son.

 
At 03 noviembre, 2010 16:04, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Pepe.
Me alegra verte de nuevo por aqui.
Pues no puse los nombres porque me pareció injusto con el resto del elenco que estuvo sobre el escenario y de los que no dispongo listado...

Salu2 Córneos.
Y coño, me temo que no podré ir a la próxima erozita.

 
At 03 noviembre, 2010 16:27, Blogger pepe montero said...

Tú sabrás. Te perderás una fiesta inolvidable. Que no?, ya te digo yo que sí.

 

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