La curvatura de la córnea

15 octubre 2025

Mamma Mia!

 





Un musical de pop y amor

‘Mamma mia!’ llegó a los escenarios españoles hace veinte años para darle un nuevo aire al valor pop de las melodías de ABBA y así, centrar el mensaje del libreto en el empoderamiento sentimental de dos mujeres enfrentadas por sus decisiones: Una madre que en su juventud decidió seguir soltera, mientras su hija busca aquí y ahora su identidad. La nueva producción de ATG mantiene el impulso original de crear puentes entre pasado y presente para saltar de la felicidad a la nostalgia, criticar con suavidad el amor romántico que busca completarse en otra persona, y mostrar entre bromas como funciona el amor de flechazo, de conveniencia y un ligero guiño homosexual.

La puesta en escena es una lección sobre la esencia de un musical clásico. La escenografía transforma la amplitud del espacio con una ligereza capaz de crear nuevos ambientes mediante cambios muy sencillos, que dejan todo el peso de la narración al equilibrio entre diferentes tipos de escenas y así, encabalgar perfectamente el texto hablado con la melodía musical para empujar la historia, que sin embargo cambia de dinámica cuando encapsula canciones que por sí mismas consiguen un cierre apoteósico y en todo lo alto, pero también es capaz de parar la máquina del ritmo y ralentizar la banda sonora para mostrar con detenimiento el alma de los personajes protagonistas.

La coreografía de Iker Karrera es fantástica con números grupales hipnóticos. Los desplazamientos transmiten una energía orgánica que siempre se transforma en resortes secos y lineales, para que manos y brazos sean guiños de humor o zarpazos de miedo.

El epílogo final de lentejuelas es imbatible. La concatenación de hits en modo concierto es una fiesta que pone al patio de butacas a bailar, cantar y dar palmas al compás que marcan desde el escenario.

‘Mamma Mia!’

Calificación: 4 estrellas

Producción: ATG Entertainment. Música y letra: Benny Andersson y Björn Ulvaeus. Libreto: Catherine Johnson. Dirección: Juan Carlos Fisher. Adaptación: David Serrano. Dirección musical: Joan Miquel Pérez. Coreografía: Iker Karrera. Escenografía: Ricardo Sánchez-Cuerda. Reparto: Noemí Gallego, Elvira Santa María, Ylenia Baglietto, Beatriz Mur, Ángel Saavedra, Marc Parejo, Joan Olivé, Joan Martínez.

Martes 14 de octubre. Palacio de Congresos de Zaragoza.

Crítica del musical 'Mamma mia!' en Zaragoza: Un show de paz y amor


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13 octubre 2025

¡Madre Mía!

 


Madres bajo la lupa somarda

Cada mujer aborda la maternidad desde una visión propia e intransferible. Una filosofía de vida que los vínculos familiares más cercanos suelen olvidar para poner en valor unos recuerdos donde la verdad se alimenta de nostalgia y romanticismo. Y sin embargo el universo inabarcable de la maternidad se puede resumir en cuatro grandes estereotipos. Obstáculo para la realización personal. Autentificación de la superioridad femenina. Entregarse a los hijos hasta dejarse devorar. Dormirse con ellos encima mientras pasa la vida sin hacerles mucho caso. Marisol Aznar ha escrito un texto en el que disecciona algunas de esas categorías mediante la aplicación de diferentes lenguajes narrativos.

La base cómica del espectáculo rompe la cuarta pared para interactuar con el público mediante sucedidos y reflexiones. La autenticidad de la situación se consigue gracias a una retahíla autobiográfica con las vitaminas del humor costumbrista que, además de conectar al espectador con su propia experiencia vital, produce una reacción de risa colectiva para situar a los participantes del ritual en un lugar que nos iguala: Todos somos hijos de una madre.

La sencillez del mensaje se combina con un juego entre realidad y ficción donde diferentes personas y personajes se cuelan en el espacio escénico a través de una pantalla: Madres de carne y hueso con sinceridad documental. Hijas de verdad que juegan a interpretar un papel. Personajes de cine que cambian el rol pasivo de su guión para convertirse en madres de carne y hueso.

Marisol Aznar tiene destreza y energía para que los conflictos amables se muevan entre el clásico stand up de micrófono y el ritmo de comedia. El resultado final tiene el aroma de un entrañable humor somarda donde burla y sarcasmo se afinan en tono de sutil y amorosa ironía.

‘Madre Mía!

Producción: ¡Hola Clavel! Producciones. Escrito e interpretado por Marisol Aznar. Dirigido por Marisol Aznar y Alfonso Palomares. Videos: David Ángulo, Alejandro Galindo,, Álvaro González. Asesor monologuista: Diego Peña Música original y espacio sonoro: David Angulo.

Viernes 10 de octubre de 2025. Teatro de las Esquinas.

Crítica de teatro del espectáculo '¡Madre mía!': madres bajo la lupa somarda


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05 octubre 2025

Remátame otra vez

 



Cóctel para un asesinato

‘Remátame otra vez’ pertenece a la bendita categoría teatral de puro entretenimiento con la única pretensión de hacer reír al espectador. Una comedia de situación con un trío clásico y algunas peculiaridades. Marido aventurero y cara dura, ex esposa tan bondadosa como desorientada, y la mística de una amante que da el  cante. A los que se suman un amigo del pelotazo en silla de ruedas y un mayordomo con pocas luces.

Los avispados autores han ideado una peripecia atravesada por dos elementos que les permiten hacer avanzar la acción. La intriga del asesinato presenta a los personajes, muestra el crimen, la indagación de los interrogatorios y la resolución final. El halo de misterio obliga al espectador a aceptar las convenciones de una realidad fuera de toda lógica, un universo tan absurdo como para provocar deliciosos circunloquios del lenguaje y no llegar a ningún lado. A partir de esta estructura narrativa se agita la coctelera del humor para enredar a los personajes y analizar el comportamiento humano

La dirección sustenta este desparrame de palabrería desbocada para muecas en salón ajustando al milímetro el buen trabajo actoral en la ejecución de diálogos y acciones. El elenco está de campanillas. Ágil en las réplicas a cuchillo. Rápido con los chistes brochazo, de baratillo, y los clásicos de premisa más girito. Gustándose en el aliño a la actualidad política con dos afinadas gotas de ácido. Hacen un buen uso de las pausas que rompen el ritmo y dejan el espacio suficiente para que la doble intención entre a tempo. Se despliegan por el escenario con una dosis adecuada de gestualidad y trompicones.

Lo de reírse con este cóctel para un asesinato ya es cosa de los gustos de cada uno. La noche del estreno hubo carcajadas a tutiplén y una prolongada ovación final.

‘Remátame otra vez’

Calificación: 4 estrellas

Producción: Natari Producciones. Autores: Rodrigo Sopeña y Alberto Papa-Fragomén. Dirección: Alberto Papa-Fragomén. Reparto: Jesús Cabrero, Ángel Ruiz, Belinda Washington, Juanjo Cucalón y Roser Pujol

Viernes 3 de octubre. Teatro de las Esquinas.

Crítica de teatro: 'Remátame otra vez', cóctel para un asesinato


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04 octubre 2025

Los pilares de la tierra

 




Pilares para un teatro musical

Ken Follett afirma que ‘Los pilares de la Tierra’ es un catálogo de pasiones humanas. Amor, maldad, ambición y venganza en un mundo diferente al actual pero con muchas similitudes. Es su manera de alinearse con los historiadores empeñados en despojar a la Edad Media del sambenito oscurantista que le colgó el Renacimiento, poner en valor una época que también fue de luz, y dar voz a al deseo del albañil Tom de construir una catedral. Un edificio pensado para Dios donde tiene la misma importancia el perfecto diseño de la estructura arquitectónica y cada mínimo detalle. Beon Entertainment se enfrenta a ese reto monumental mediante unos cimientos narrativos que tienen la osadía de apostar por un teatro musical con hechuras clásicas.

El libreto trenza varias historias para mostrar las relaciones de poder entre los estamentos sociales del feudalismo. La peripecia es una narración ágil con transiciones rápidas que atraviesan alianzas y traiciones entre el clero, artesanos, nobleza, y pueblo llano, para dibujar con claridad el arco dramático de cada uno de los personajes principales.

La banda sonora tiene aptitud expositiva, se aleja de caer en la tentación de canciones con vocación de hits, y opta por una variedad de tesituras con momentos instrumentales de espíritu legendario, intimidad contemporánea en los duetos, tristeza de violonchelo, dinámica de aventura y la épica de los números grupales.

En los detalles hay pequeños altibajos. En ocasiones la dicción y un sonido metálico dificultan la percepción de las frases, pero se compensa con unas gotitas de humor para resumir acontecimientos, o el buen uso de las proyecciones visuales sobre una escenografía sencilla pero eficaz. La energía del elenco mantiene el pálpito de la interpretación, y seduce con la calidad vocal de los solistas.

‘Los Pilares de la Tierra’

Calificación: 4 estrellas

Producción: Beon Entertainment. Basado en la novela de Ken Follett con dirección de Ignasi Vidal, letras de Félix Amador y composición musical de Iván Macias. Intérpretes entre otros: Jana Gómez, Rodrigo Blanco, Noemí Mazoy, Julio Morales, Abel García y Alex Torriol.

Miércoles 1 de octubre Teatro Principal

Crítica del musical 'Los pilares de la Tierra' en Zaragoza: Pilares para un teatro musical

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03 octubre 2025

Eclectical Dance


 

Apología del eclecticismo

El programa de mano de ‘Eclectical Dance’ subraya que una de las intenciones del espectáculo es buscar la sensación de juego. Los conceptos ‘juego’ y ‘teatro’  son dos caras de la misma moneda que siempre se ejecutan dentro de unos límites temporales y espaciales determinados, y mediante reglas aceptadas libremente por quienes los llevan a cabo. Ambos son un pacto de ficción donde la realidad queda suspendida.

Esta dualidad se produjo cuando entré al Teatro de las Esquinas para ver la función y el elenco del espectáculo rompía las fronteras y las reglas del ‘teatro’. Los bailarines recibían al público en pasillos y butacas en modo ‘juego’. El primer contacto fue apenas una leve mirada, después una frase de bienvenida y hasta un give me five de chocar las manos. Cuando ya estaba sentado en la butaca una las bailarinas se acercó para iniciar una conversación. Le pregunté como se sentía justo antes de comenzar su trabajo. Sonrió levemente y me confesó con preocupación que no encontraba su centro de gravedad. En ese momento la luz de sala cambió y cada uno ocupó el lugar de una representación ortodoxa de teatro. La bailarina avanzó por el pasillo y penetró en el escenario de la ficción mientras yo me quedaba sentado al borde de la realidad, ese delicioso lugar desde donde se observa la construcción de otro mundo bajo los focos.

Una voz en Off nos informó. El propósito final de la representación era poner su título en valor. A continuación definió el término ‘Ecléctico’. No recuerdo la literalidad de la locución pero la idea iba un poco más allá de lo que dice el diccionario cuando se refiere al eclecticismo como la manera de juzgar una obra desde una postura intermedia. Una definición que corre el peligro de caer en la trampa de la equidistancia, esa artimaña que no compromete porque en cualquier conflicto asigna el mismo peso a cualquiera de las partes, hasta caer en el error de equiparar víctima y  verdugo, opresor y reprimido.

La voz en Off insistía una y otra vez. El eclecticismo era el concepto central de una función para alimentar una idea mucho más filosófica y artística con una doble intención. La primera es conciliar distintas posturas mediante la combinación libre de estilos y así, banda sonora, coreografía y dramaturgia conforman un catálogo de situaciones que parten de elementos en aparente enfrentamiento, para terminar conformando entidades mixtas y al mismo tiempo unitarias. La segunda es construir una apología del eclecticismo con una sugerente puesta en escena que, desde el punto de vista formal, utiliza diferentes lenguajes narrativos caracterizados por la diversidad.

La banda sonora se alimenta de aires folclóricos de amable perfil, pop tan juvenil como luminoso, delicias sinuosas del barroco, o la complejidad de guitarras saturadas al ritmo de bits con aliño de electrónica.

Las coreografías viajan desde la gestualidad orgánica contemporánea, a los fundamentos clásicos, hasta derivar en un tiralíneas de escuadra y cartabón al servicio de los latidos de un robot.

La dramaturgia recoge este enorme catálogo creativo de impulsos para contar pequeñas historias encapsuladas en cada una de las canciones: La conexión entre un rico, un pobre y un preso, el encuentro entre la ciencia y la religión, ese devenir de miradas de cuando nos desnudamos o nos vestimos y como en cualquier caso somos esclavos de las miradas de los demás, la ruptura dinámica del amor con el drama que enfrenta a quiere seguir en la brecha y quien solo quiere escapar. Situaciones que siempre parten de una reflexión personal para encontrar la manera de convertirse en una experiencia extrovertida, colectiva y comunitaria.

La energía individual de cada uno de los bailares y su compromiso con el grupo es una de las claves para conseguir un festival sensoria de enorme valor estético, y sin embargo la apuesta del conjunto es mucho mayor porque cada de las historias encapsuladas en canciones conforman un enorme arco dramático.

Todo comienza con la duda que me confesó la bailarina, ¿lo recuerdas? Ella estaba preocupada porque no encontraba su ‘Centro de gravedad’. El hits de Franco Battiatto funciona en modo antagonista en el inicio de la peripecia porque, mientras el protagonismo se ha centrado en el eclecticismo de posturas divergentes, la letra de la canción refleja el deseo de encontrar un equilibrio que compense las fluctuaciones de la vida, un punto de anclaje personal frente a la confusión. Una posición fija y estática muy alejada del viaje al que nos invita la función donde las situaciones polarizadas por enfrentamientos tradicionales, siempre alcanzan un final equilibrado de síntesis. Un encuentro ecléctico y amigable entre diferentes.

El elenco es capaz de mantener en pie ese territorio de ficción hasta que llega un momento de crisis, y la banda sonora se hace eco de una confesión: Mi cuerpo de ficción es una jaula. Los personajes que ocupan el escenario son conscientes de lo simbólico de la representación que nos muestran cuando ellos quieren más, quieren romper con las ataduras de la ficción para invitar al público a un ritual.

El objetivo ahora es volver al principio de la representación, al mismo espacio donde comenzó el juego con el público, a ese momento cuando  había desaparecido la línea entre ficción y realidad. Entonces llegó el ritual de las manos unidas, respiración sincronizada y pronunciar todos a una que todos somos uno. ¿Te lo imaginas? Un mundo donde más allá de nuestras diferencias encontráramos un breve momento para que todos fuéramos uno. Si en el lado de la realidad eso sería un milagro, al cobijo del juego teatral se puede sentir la profunda emoción de habitar un espacio ideal donde es posible el encuentro entre pieles diferentes y la misma revelación.

 

‘Eclectical Dance’

Compañía: Teatro del Temple. Dirección y Espacio escénico: Carlos Martín. Coreografía: Ana Continente y Carlos Martín. Elenco: Iván Benedict, Beatriz Cubero, Alberto Espallargas, María Ganzaráin, Mónica Marco, Alfonso Ortigosa, Nashira Santanatalia. Coordinación: Alfonso Plou. Producción: María López Insausti. Iluminación: Jordi Font. Vestuario: Ana Sanagustín.

Miércoles 24 de septiembre. Teatro de las Esquinas

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29 septiembre 2025

La Casa del Conde


 

Una casa muy viva

‘La casa del Conde’ nació en un Laboratorio Artístico. La premisa era escribir una función que utilizara La Casa de los Condes de Alberola en Torrecilla de Alcañiz como escenario teatral, de manera que sus estancias serían las protagonistas. Esta dramaturgia es habitual en un teatro postdramático que modifica el vínculo con el público para alejarlo de la protección de la butaca, y compartir el mismo espacio. El reto consiste en trasladar estas acciones ideadas para un lugar muy determinado a un escenario clásico donde los cambios de escenografía están constreñidos por pequeñas modificaciones del decorado. El resultado final es un delicioso acierto con un solo reparo.

Más allá de la voz en off que nos introduce en la posterior peripecia, el resto del uso de la palabra es un intento fallido en busca de un aire de comedia mediante diálogos que solo muestran la impericia del elenco en estas lides. La función sería mucho más interesante eliminando esta faceta porque, si la palabra es el material primordial del arte dramático con aspiración literaria, en ese caso el arte teatral del espectáculo se construye con la interacción entre música y números circenses.

La banda sonora combina con buen gusto bases pregrabadas de música electrónica con un estimulante aire folk para conseguir una mezcla nutritiva que navega desde el tecno a la jota dance hasta llegar a un suculento concierto de voz, violín, serrucho y ukelele. Un marco perfecto para enriquecer el desarrollo dramático de las escenas.

El peso de la narración recae sobre una gramática gestual donde contorsiones, giros en barra pole, vuelos sobre trapecio oscilante, danza acrobática, equilibrio y esforzadas figuras de fuerza crean un lenguaje propio para conseguir una ambientación poética con una gran fuerza visual y sonora.

 

‘La casa del Conde’

Calificación: 3 estrellas

Dirección y producción: Daniel Esteban. Elenco: Maëlle Bestgen, Laura Lombarte, Aitor Esteban, Néstor Aguilera, Andrés Campos y Ana Esteban. Vestuario y Escenografía: Agustina Cédola. Sonido: Guillermo Lafuente. Luces: Teresa Magallón.

Jueves 25 de septiembre. Teatro del Mercado.



Crítica de la obra de teatro 'La casa del Conde' en Zaragoza: Una casa muy viva


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23 septiembre 2025

El Imitador

 




Imitar para descubrir tu voz

El psicólogo Albert Bandura ha estudiado como aprendemos de forma activa a través de la observación y la imitación de las experiencias que transcurren en el entorno social que nos rodea. La inmensa red audio visual en la que vivimos permite ensanchar ese aprendizaje mediante un proceso de análisis de conductas para transformarlas en diferentes representaciones.

Julián Fontalvo eleva esta experiencia a un nivel superior cuando utiliza su apabullante capacidad para atrapar la esencia vocal, gestual y espiritual de un incontable número de artistas del mundo de la música que le han acompañado a lo largo de su vida, y la pone al servicio de un espectáculo con el objetivo de contarnos la típica historia de quien busca cumplir su sueño a base de resistencia, superación de las dificultades, y ese puntito de suerte para encontrar el camino definitivo que le permita mostrar al mundo tanto talento.

La base fundamental de la representación es la capacidad camaleónica de Fontalvo para saltar sin transición por una cantidad inusitada de voces con una eficacia pasmosa y las gotitas justas de parodia; al tiempo que añade diferentes lenguajes narrativos que la dirección de Jesús García acompasa perfectamente. El principal es la ruptura de la cuarta pared para lograr el ambiente del monologuista de stand up, pero potenciado con recursos propios de la comedia musical. Incorpora personajes secundarios que aportan a la acción pinceladas de humor. Dota a algunas canciones de una función narrativa aprovechando las letras originales, pero también hace el interesante ejercicio de modificar la letra de ‘Bohemian Rhapsody’ de Queen para ponerla al servicio de la peripecia. La parte final de la representación es una fiesta donde una imbatible rueda atemporal de hits y temazos pone al público a bailar.

‘El imitador’

Calificación: 4 estrellas

Producción: Yellowmedia. Escrito e interpretado por Julián Fontalvo. Dirección: Jesús García. Diseño de sonido y arreglos musicales: Pablo Navarro. Escenografía: Roberto del Arte. Iluminación: Ezequiel Nobili.

Jueves 18 de septiembre. Teatro de las Esquinas.


Crítica de teatro: Imitar para descubrir tu voz


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