Bestias
La violencia llama a la puerta
El concepto de violencia tiene la etiqueta de una tarea imprescindible,
la que necesitan los hombres para cumplir con su destino. Es la manera de
conectar directamente con las exigencias que emanan históricamente de las deidades
hasta constituir una existencia trágica. De esta manera las confrontaciones
violentas se convierten en victorias y liderazgo.
Esta concepción de la violencia como un instrumento
estratégico que condiciona todo lo que rodea necesita del consenso social, y cada
una de las razones para romper ese consenso tiene consecuencias, una de ellas
es ingresar en la cárcel. A partir de ese momento se establece una situación
donde es imposible la reconciliación entre quienes han estado en prisión y
quienes todavía no han llegado a ella.
Carla Novi se preguntó por estas cuestiones, y las tiene en
cuenta a lo largo de la representación, porque la finalizar le gusta saber cómo
afectan al público. Lo hace mediante un pequeño coloquio en el que conversa con
los espectadores con el objetivo de abrir un debate. ¿Un delincuente tiene
derecho a una segunda oportunidad? ¿Hay que utilizar recursos económicos para reinsertar
a un asesino a la sociedad? ¿Nuestra sociedad se define con respecto a que
decisión tomamos entre recuperar a las bestias o dejarlas olvidadas en un
encierro infinito? Para contestar a estas preguntas la dramaturgia de ‘Bestias’
se construye sobre dos espacios de representación.
El primero se viste de teatro documento para enmarcar la
historia con un lenguaje verbal donde la ficción en forma de documental
consigue un sustrato histórico y objetivo que da verosimilitud a toda la
representación. La video proyección está inspirada en la Special Unit creada en
la Escocia de los años 70. Un programa que pretendía rehabilitar a los presos
violentos mediante el aprendizaje de diferentes disciplinas artísticas.
El segundo es el terreno material del escenario donde la
gestualidad es la base fundamental que
marca el camino de una historia apoyada en el relato y el diálogo. Los
personajes se construyen a partir de la expresión corporal y sin embargo, como
confesó Carla Novi en el coloquio posterior, ella siempre empieza trabajando
con un texto, y es el camino que lleva del relato a su corporeidad quien
determina la composición final de los personajes. Por eso la Carla Novi autora del
texto le pasó el encargo a la Carla Novi actriz, que a su vez se puso en
contacto con la coreógrafa Enara
Tarragó. El trabajo de ensayos fue la clave para encontrar el centro de
gravedad de cada personaje, por eso los matices son esenciales. Las diferencias
de tono entre el lenguaje narrativo que usan los personajes para las
reflexiones y los recuerdos, y como se modifican en el diálogo, pero la mayor
apuesta son los momentos en los que la expresión narrativa salta hacia la
coreografía, y los personajes entran en un nivel diferente en el que abandonan
la peripecia para alcanzar una pulsión artística independiente. Un punto
onírico donde se liberan de la prisión. No se trata de diferenciar a cada uno
de los personajes mediante el recurso de hacer un nudo en el vestuario de la
actriz. Todo es mucho más sutil y excitante. Un ejercicio minimalista en el
cuerpo de Carla Novi que se percibe nítido y emocionante, capaz de mantener la
tensión en cada nuevo paso, hasta alcanzar la idea desoladora de que todos los
protagonistas de la historia están rotos… y entonces me planteo dos dudas que
van más allá de la representación y que apelan al mundo real. ¿Redimir a estas
personas no será una tarea demasiado grande para hacerlo solamente desde el
arte? ¿Una función de teatro será capaz de modificar la mirada de los
espectadores para con los presos de verdad? En esas encrucijadas es donde se
fragua la emoción, porque la apelación al patio de butacas se aleja del
panfleto y se centra en el uso delicadísimo de una ficción que solo expone la
historia, sin caer en la trampa de promover una reivindicación concreta.
La larga ovación final estuvo cargada de la electricidad que
se genera cuando el aplauso es de piel y corazón. En el aire flotaba la vida de
las bestias mientras se expandía la catarsis que demuestra la importancia del
teatro como el ágora donde las hechuras de la ficción nos llevan hasta los vericuetos
de la reflexión.
El programa de mano de ‘Bestias’ recuerda que este
espectáculo nace de la necesidad de la autora de entender de donde surge tanta
violencia, y que es lo que hace que unos cuerpos sean violentos y otros no. Y
sin embargo la función me dejó pensando que nos encontramos ante valores que no
son absolutos. La relación ser humano/violencia es una señal dual indisoluble,
y lo único que podemos hacer es aumentar la potencia que nos acerca a la
primera, mientras minimizamos la intromisión de la segunda pero…¿qué ocurre si
una parte de la sociedad hace exactamente lo contrario? ¿Qué podemos hacer
cuando la gestualidad y el verbo son colonizados por actitudes violentas que se
amplifican y distribuyen con la rapidez de las nuevas tecnologías y la
profundidad social de la televisión generalista?
Carla Novi hace un teatro necesario donde las herramientas
de la sensibilidad y la belleza formal nos muestran las facetas de una realidad
susceptible de cambio, y quien sabe si percibirla desde la emoción es el primer
paso para lograrlo… pero también es posible que dejaremos ganar la batalla a los
furibundos que agitan el odio y aumentar en número de bestias.
‘Bestias’
Texto, interpretación y dirección:
Carla Novi. Voz en off/videos: Harvey Holtom. Coreógrafa: Enara Tarragó. Música:
Aldo Obregón. Diseño de Iluminación: Valeria Vélez. Entrenadora de voz: Javiera
Guillén. Diseño de cartel: Susana Sánchez. Agradecimientos especiales: Carlos
de Matteis. Asistencia técnica para esta función: María Aladrén y Louis Wells.
Sábado 8 de noviembre de 2025. Teatro Bicho.
Etiquetas: Aldo Obregón, Carla Novi, critica teatro, Enara Tarragó, Harvey Holtom, Javiera Guillén, Teatro Bicho, Valeria Vélez



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