Una escalera fue el último accesorio que compré para la cocina. Todos los días la despliego, asciendo sus tres peldaños de plástico y elijo de la alacena una lata de conserva que a veces es de verdura, otras de pescado y los jueves de cocidito madrileño. Ese gesto diario, inflamado de optimismo, se erige como el único momento rebelde de la jornada y me eleva fuera del mundo real, sus miserias y sus pleitesías, si, todo eso con solo subir tres escalones de plástico azul y tener entre mis dedos un bote de albóndigas.
Tranvía Teatro, compañía titular del Teatro de la Estación, presenta la obra “Dos en conserva”, un texto fresco y dinámico que se revela como el inductor para afrontar el importante reto de analizar nuestra propia realidad, una práctica de filosofía existencialista que se desarrolla desde la brillantez del lenguaje teatral como si el escenario fuese la vida, ¿o era al revés? como si la vida fuese un escenario. Es lo mismo, en esa disposición simétrica de imágenes enfrentadas, dónde la ficción y realidad se diluyen, dónde los personajes y el público alcanzan el mismo rol, es ahí donde el dúo arquetípico del listo y el tonto, el Clown y el Augusto, el gordo y el flaco, nos muestran dos maneras diferentes de enfrentarse a las grandes preguntas de la vida: El miedo a la libertad, la prevención ante lo desconocido, la asunción de los patrones establecidos y siga usted con la lista. Porque, seamos sinceros, si alguna vez, por casualidad, desenfreno o rabieta nos hemos instalado fuera de los convencionalismos… ¿Qué ha ocurrido? ¿Cuánto tiempo hemos tardado en abandonar el experimento y regresar a la seguridad de nuestras vidas enlatadas y sanseacabó? Yo, todos los días bajo los tres escalones de plástico azul para sentir la seguridad que me cobija en la lata de sesenta y cinco metros cuadrados de crédito hipotecario.
Rafael Campos, como autor de la obra, nos propone una reflexión vital sobre la valentía, o no tanto, que supone abandonar las rutinas en las que compartimentamos horarios, aficiones y fiestas de guardar, la monotonía de nuestras vidas enlatadas o, como sugiere el poeta Ángel Guinda:
"Ustedes tienen la vida organizada en cajas. Nacen y les depositan en una cajita, su casa es una caja, y las habitaciones son cajas más pequeñas. Suben a la casa en una caja, bajan a la calle en una caja. Viajan en una caja. Duermen y hacen el amor sobre una caja. A través de una caja ven el mundo. Cambian de casa: lo meten todo en cajas. Los Bancos y las Cajas hacen caja. Y cuando mueren les introducen también en una caja."
La dirección de Cristina Yánez tiene el valor de crear un mundo nuevo dónde el texto respira, vive y crece hasta ocupar todos lo átomos del teatro, un universo que nace al cobijo de un espacio escénico atractivo y funcional con sabor a dibujos animados y poblado de multitud de detalles que nos ayudan a sumergirnos desde la mecánica corporal del maestro Chaplin hasta el teatro del absurdo, pasando por momentos dónde el silencio deja sitio para el matiz interpretativo y una excelente construcción de los dos personajes que se relacionan entre ellos por los imprecisos caminos que van de la confrontación al cariño.
La piel y la palabra de Pit y Pot son responsabilidad de los actores Jesús Bernal y Miguel Pardo, ambos interpretes dan veracidad y solidez a unos personajes que necesitan la credibilidad de la epidermis en los aspectos gestuales, y una apabullante solidez verbal para sustentar sin titubeos el debate filosófico que entre bromas y veras nos propone el texto en forma de cadenciosas divagaciones, o de diálogos muy rápidos y fluidos. Los dos actores, perfectamente cómodos en ese baile de diferentes ritmos y tesituras, consiguen empastar a la perfección sus interpretaciones hasta conseguir un conjunto unitario, atractivo y de alta calidad.
“Dos en conserva” es una estupenda comedia que utiliza el bálsamo del humor para, como dice Rafael Campos en el folleto de mano, mostrarnos como la vida a veces parece el reflejo de una broma descomunal.
“Dos en conserva”
Teatro de la Estación.
C/ Teniente Coronel Pueyo 8-10 (Zaragoza)
Reserva telefónica de entradas: 976 46 94 94
Del 26 de marzo al 5 de abril
Jueves, viernes y sábado: 21:00 h.
Domingo: 20:00 h.
Etiquetas: teatro