La curvatura de la córnea

19 marzo 2009

Lucas, Javier y tres sombreros de copa

Fotografía de Laura de la Riva



El pasado cuatro de marzo, después de tantos ensayos, ahí estábamos, sin mirarnos, separados por la tela negra de las cajas del Teatro de la Estación. Lucas sentado en el suelo mientras yo aplacaba mis nervios haciendo como que estiraba los músculos de las piernas, y en mi cabeza la primera frase de la escena martilleaba mi paciencia.
Jesús, el profesor de interpretación y director de la obra, repetía su discurso bianual a los espectadores con esa inseguridad de ser él mismo quien habla desde las tablas, sin la barrera de un personaje. Negro para los aplausos, música castiza y luz de escena. Lucas me hizo la señal para salir al escenario. La suerte estaba echada, íbamos a lidiar con el primer acto de “Tres sombreros de copa”, uno de los paradigmas del humor absurdo de Miguel Mihura.
La primera frase era mía. Conseguí decirla con convicción y potencia, eso me tranquilizó porque en otras ocasiones esa primera frase se había enredado entre las cuerdas vocales, o se negaba a fluir diáfana y me secaba la boca.
Lucas se había ido al otro extremo del escenario y regresó a la perfección hasta el primer punto de encuentro. Estamos muy juntitos mirando por el balcón, me gusta esa imagen que llenamos de ternura hasta que llegó el terror. Olvidé las frases. Si, recordaba que eran tres oraciones, una pausa y un cambio de registro para darle pie a Lucas. Terror. “Ves que bonito” es lo único que se me ocurrió decir. Lucas reaccionó muy bien, creo que deseó matarme, sin embargo se aguantó las ganas y suspiró, yo también suspiré, nos miramos y suspiramos los dos. Él todavía no lo sabía pero yo ya había encontrado el hilo. “Parece usted tonto Don Dionisio” Lucas respondió a la perfección. Noté la calma en el tono de su voz, habíamos encontrado la salida al jardín en el que me había metido y sabíamos que de ahí para adelante la escena iba a salir como un tiro.
Lo que más nos preocupaba era coordinar los movimientos marcados con los diálogos para que todo quedase natural, sin prisas en el texto y sin acciones forzadas o entrecortadas, que los personajes fluyeran en escena, que fueran creíbles dentro del mundo absurdo que construye Mihura. A mí me tocaba lo más fácil: Deshacer la maleta, llegar a tiempo al perchero y de allí al proscenio. Lucas lo tenía más complicado: Quitarse la ropa, ponerse el pijama y manejar con soltura los sombreros. Lo hicimos con corrección, aseaditos y demostramos tranquilidad suficiente como para vencer las dificultades que provoqué al inicio de la escena. Fue toda una lección, un importante paso hacia delante en ese camino por conseguir personajes con credibilidad escénica.
Me ha gustado mucho trabajar con Lucas, sus dieciocho años recién cumplidos y el buen sabor de boca que me producía cada una de las muchas veces que aportó ideas para desarrollar la escena y enriquecer los personajes, una excelente experiencia que desde aquí le quiero agradecer.


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12 Comments:

At 19 marzo, 2009 17:17, Anonymous Anónimo said...

¡Glup!, que mal rato ¿no?..por eso creo que yo sería incapaz de ser actriz, me temo que no sabría salir del atasco.
Me alegra que os compenetréis tan bien. Seguro que sabréis sacarle provecho.(¿Es el mismo con el que haces los camera-carajillo?..me ha parecido..)
Kisikos.

 
At 19 marzo, 2009 21:12, Blogger pepe montero said...

Eso, le pasa por no llevar "patatas en los bolsillos, caballero". Debería haber llevado patatas y algo de "tafetán para las heridas".

Tres Sombreros de Copa la he visto un par de veces. Hace la tira de años. La primera en un teatro de El Paralelo de Barcelona, y la segunda en La Latina de Madrid y creo que actuaba Juanjo Menéndez.

Miguel Miura era un especialista en rosarios de la aurora.

Miuros saludos.

 
At 19 marzo, 2009 22:38, Blogger George said...

Bueno bueno bueno, he aqui una entrada de las muestras de febrero. Mejor dicho he aqui una entrada de una muestra de febrero. Muy buena la critica si si, pero se hecha en falta la critica de alguna otra muestra, no es asi?. Se que la habrá.

Felicidades por vuestra escena, quitando algun baile que otro, para mi estuvo muy muy bien.

J

 
At 20 marzo, 2009 12:24, Blogger SUE said...

Da la casualidad de que yo estuve viendo esta muestra. Para mi gusto, la escena de tres sombreros de copa fue una de las mejores de (en realidad solo otra de las escenas la superó, jaja). No en serio, para ésta, Lucas y Javi hacian la pareja perfecta. La verdad es que a los ojos del espectador no se notó nada de de lo que comentas del pequeño olvido de las frases del principio, y eso es lo que importa, tener la capacidad para salvar esas situaciones.
Por otro lado decir que yo siempre apoyé lo del "chiqui chiqui" me gustó como quedaba. Y otros cambios que introdujisteis tambien me gustaron (como lo del guardia civil de Manchones o de Utrillas, o lo de los tres sombreros...). Bien, bien, para mi gusto muy bien. Es mas todo el mundo coincidió en que la primera parte de la muestra, en la que salia la escena de tres sombreros de copa y otra más..., fue la parte que mejor estuvo. Enhorabuena!! A ver junio. BESOS

 
At 20 marzo, 2009 13:14, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Inma

Fue un mal segundo y un estupendo rato jajajajajaja
No, Lucas todavía no ha salido en el camera carajillo del www.quepues.es, creo que lo condundes con otro compañero.

Salu2 Córneos

 
At 20 marzo, 2009 13:18, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Pepe

Ahí te veo caballero. Tafetán es una peazo de palabra y muy util para las heridas superficiales, por cierto, el tafetán de Zitas es de lo mejorcito en esta mercería.

Joder Pepe, El Paralelo y La Latina, como para ponerme los dientes largos, y Juanjo Menéndez un crack. Yo lo recuerdo haciendo del Chuti del Tenorio en una versión televisiva, altísimo, barbilampiño y tras la estela de Paco Rabal.

Contra los rosarios de aurora, pan y huevos fritos.

Salu2 Córneos más teatrales que nunca.

 
At 20 marzo, 2009 13:20, Blogger Javier López Clemente said...

Hola George.

Me temo que no habrá más reseñás, de hecho la entrada en la que estmos no lo es, es más bien una confesión de parte jajajjaja.

Sería injusto que lo hiciera porque, concretamente, en la que se hizo detrás de la nuestra no estuve todo lo atento que una disección posterior se merece, asì que sería injusto con respecto a las restantes, así que mejor calladito.

Salu2 córneos y gracias por las felicidades.

 
At 20 marzo, 2009 13:24, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Sue.

Me alegra verte de nuevo por aqui, un segundo comentario ya implica complicidad y seguimiento del blog, y eso me gusta.

En realidad, para mi gusto, no me preocupa tanto la posición en el ranking, lo que más me preocupa es sentir que he subido un pequeño peldaño más. Esa sensación la tengo por dos motivos: Salvar bien la situación peligrosa y coordinar con decencia movimientos y texto.

Salu2 Córneos y un placer volver a verte por aqui, guapetona.

 
At 20 marzo, 2009 17:44, Blogger Drywater said...

Uf, Javier, ¿hay algo con lo que no te atrevas?
Es complicado actuar, parecer natural, pero vocalizar a la vez.
¡A ver si cuelgas un video!

 
At 22 marzo, 2009 04:19, Blogger Javier López Clemente said...

HOla Drywater.

Ya sabes, quien mucho abarca poco aprieta, pero eso, a los descerebrados sólo nos produce risa
;-)

El video se esta gestionando, por ahí vi cámaras, así qeu ahora estoy indagando para ver si alguien lo grabó y lo puedo colgar, así verás que, en fin, los aficionadillos hacemos lo que podemos jajajaj

Salu2 Córneos.

 
At 24 marzo, 2009 19:03, Blogger Gubia said...

Que buen momento, a pesar del olvido del guión. Recuerdo una obra de teatro en el colegio en la que me tocaba interpretar a un personaje larguisimo para mi edad, en fin, que toda la familia me ayudó a memorizar y a hacer de andaluz, con nueve años; cuando llegó el día del estreno y en mitad de un acto se me olvidó la frase, se hizo el silencio, y escuché a mi padre decir entre el público "vaya". Al instante me acordé y seguí como si nada, aquel "vaya" me puso las pilas para demostrar que con nueve años era capaz de ser un señor andaluz y decir el texto como dios mandaba,jajajja. Un abrazo.

 
At 25 marzo, 2009 22:53, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Gubia

Los momentos en escena son realmente especiales, es cierto, me gusta cuando olvido quien soy, ahí tan metidito en esas frases que has dicho mil veces que casi suenan de verdad.

Algunos "vaya" te pueden hundir, porque, precismante en la culminación del esfuerzo que significa llegar al escenario, lo que más se necesita es apoyo y los juicios de valor no son muy adecuados, pero ves, ahí salió la raza y pa´lante.

Salu2 córneos y un abrazo.

PD. Cuando creo que tengo dominado un texto, lo que más me gusta es decirlo con acento andaluz jajajajajaj

 

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