Así se hizo el Anuncio de David Mayor en Tardes de Blog
David Mayor será el próximo invitado a la XIX edición de Tardes de Blog jueves 27 de enero a las 19:30 horas El Pequeño Teatro de los Libros C/ Silvestre Pérez 21 Zaragoza Autobuses: 22, 24, 30, 44, Ci1 y Ci2 Parada Bizi: 36
Balagan llegó a Zeta precedido por el sonido chispeante de una campanilla con bombín. El ruido del circo despertó a los vecinos sumidos en el sueño vacío del descanso. Entre legañas, la única estatua del lugar se transformó en un escritor con gorro, calzas de pirata y pasos de dorado bailarín. La pluma escribió una historia que a mi me contaron y que yo cuento aquí.
Había una vez un escritor de sueños que soñó un vuelo de llamas rojas, velas de seda errantes entre las estelas zíngaras de un mundo semicircular. La rueda dejó paso al equilibrio químico del prisma y sus aristas de giro y rotación. Tanta armonía en la traslación hipnotizó a un jinete espacial. Dar vueltas siempre es una buena salida. Y cuando todo era giro y nada más, mil aros de celeste y plata surcaron el cielo de malabarismos.
Una flor naranja murió junto al refugio. El fakir encontró el manual de instrucciones y le dio la vuelta a la vida. Porque a veces, cuando parece que la vida esta del revés, sólo hay que darle la vuelta y agitarla hasta que las penas de puntitos blancos se van. Pero las penas siempre vuelven con la lluvia, entonces no queda otra que vestirse con ellas y abrazarnos a la vida, esa gabardina por desempolvar.
El mundo olvidó nuestros problemas y volvió a girar con tambores malva y electricidad. En la rotación no hubo soles ni lunas, solo un hombre como centro de la noche rasgada por un farol. La luz descubrió viajeros cósmicos capaces de curvar el tiempo y habitar dos mundos separados por el hueco de un millón de piruetas. El camino del oeste se hizo espiral para hilvanar sueños con pompas de jabón y bailar y bailar y bailar a la luz que ilumina las palabras. Fue entonces cuando las musas que cuelgaban del techo decidieron bajar en un vals y la realidad, carcajada de sartén, intentó la misión imposible de conseguir un huevo frito de Olimpiada.
Las estrellas regresaron a la tierra de los elefantes blancos, un lugar dónde el hombre sobrevivió gracias a la fuerza naranja de sus músculos y a la flor de loto. El ritmo barroco de un pajarero pregonó estaciones y el calendario migratorio que marca el destino de los pájaros de fuego, criaturas aladas que sólo viven para ascender a los cielos y caer en picado.
El amor retó a la ley de la gravedad con dos corazones suspendidos en el aire, etérea libertad de abrazos contorsionistas. Las razas que habitaban el Balagan anunciaron su triunfo mientras el resto de los mortales, tras depositar sus aplausos, regresaron a la niebla. Perdidos y dispersos entre la bruma caminan en busca de una luz, de una carpa de circo dónde volver a sentir como los sueños inundan tanta realidad.
Una vez Melchor vino a mi casa. Es un recuerdo nítido. Mi padre se arrodilló y le agradeció que visitará nuestra humilde morada. Yo tambien me arrodillé y prometí comerme toda la comida que me pusieran en el plato. Desde entonces, aunque me llamen tripero, cumplo mi promesa.
Suegras. Retratos breves sobre el gran enemigo o el aroma de hierba buena
Cualquier yerno o nuera que se precie atesora una buena anécdota sobre su suegra. La ventaja de los escritores es que pueden inventárselas. Eso debieron pensar los responsables de Ediciones Nuevos Rumbos cuando decidieron publicar un libro titulado “Suegras. Retratos breves sobre el gran enemigo” que se presentó el pasado 30 de diciembres en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés de Zaragoza. El editor José María Pérez Collados tomó la palabra en primer lugar y afirmó, con alegría de contagio, que la editorial había llegado para quedarse y auguró nuevas presentaciones. Resaltó la gestación de las ilustraciones como la culminación de un diálogo con el texto. Un trabajo que ha transformado el libro en objeto precioso gracias a: Soledad Alonso, Quinita Forgué, Marta Guerras, Reyes Guijarro, José Herrera, Palmira Morán, Gonzalo Peralta, Lía Vega y Carlos Velázquez. Un sainete interrumpió sus palabras. Sobre el estrado una suegra de rebeca y collar de perlas que, enérgica y muy suya, recriminó a hija y yerno la forma de vestir y la mala educación de su nieta. La hija, acostumbrada a estos lances domésticos, maniobró para llevar el enojo de su madre hasta el territorio de la chacha y la niñera. Ustedes ya saben de qué hablo… esa manipulación sentimental de los hijos para que la abuela se sienta útil de vez en cuando. La intervención del autor Santiago Gascón llegó con la sonrisa en los labios de quien está encantado al encontrar entre el público que llenaba el aforo, un jardín de suegras. Nos contó que había pasado la Navidad con la familia, incluida su suegra y la perra de una cuñada que se quemó en la lumbre del hogar, una de esas anécdotas que se recordarán en los momentos más entrañable de su familia. Se confesó amigo de tres ratos del editor, una cantidad suficiente de amistad para tomar un avión y presentar el segundo libro de este proyecto editorial al que Gascón dio la enhorabuena por el mimo de los editores para con los autores, una actitud amorosa que siempre termina por disfrutar el lector. Olga Bernad lo puso en contacto con la editorial cuando le contó que había recibido el encargo de escribir sobre suegras justo después de entregar su móvil, con lista de contactos y SMS´s incluidos, a la suya. Eso es una historia le dijo Santiago, pero entre veras y bromas no descubrió si alguno de los dos utilizó ese material para confeccionar su relato. Gascón advirtió la notable diferencia entre el sonido español de suegra, que casi suena a rugido, frente a la delicadeza del francés que la nombra “bella dama” Yo lo he intentado y se lo recomiendo ¿Imagínese llamando bella dama a su suegra? Es mucho más fácil recrear una escena de una película de Woody Allen donde una chica guapa aboga por la dificultad de vivir en familia si a la pareja se le suma una mujer que nadie ha elegido. Para Santiago Gascón este libro es una taxonomía de las suegras dónde podremos encontrarlas de todos los gustos, desde ángeles hasta brujas; ambientadas en todos los estilos literarios desde el teatro hasta el humor negro y monegrino. Textos de distintos colores dónde las suegras salen bien paradas de ese disparadero creativo sin explotar. El autor puso sobre la mesa su condición de psicólogo para recomendarnos la receta que mantendrá nuestra la salud mental frente al avance de las suegras, esas grandes mujeres que en el fondo nos adoran. Tome nota: El esfuerzo tiene que ser constante en el tiempo, modere la lengua y tenga a la suegra de su parte, en caso contrario es mejor conservarla a 1.500 Km. de distancia. Aunque confesó que él no podía quejarse porque sus cuatro ex suegras siguen reprochando a sus hijas que lo dejaran escapar. Una mujer en escena vomitó el monólogo vomitado de cuando los sueños impregnados de odio salen por la ventana, y esa imposibilidad de querer a algo tan concreto como una suegra. José Gastón, tras agradecer a los actores que había dado vida al sainete del principio –basado en su texto- como al soliloquio que le precedió, escrito por Olga Bernad, no quiso que nadie se llevara a engaño: En este libro lleno de suegras imaginarias domina lo despreciable. Es una cuestión de tiempo porque las historias siempre las cuentan quienes perduran, y lo normal es que los escritores sobrevivan a las suegras y hagan gala del dicho “familiar con u, pa´tú” No hace falta pensar mucho para dar con ese otro familiar que contiene la última de las vocales. El autor confesó que, sin pretensión de crítico, había elaborado una lista con el amplío catálogo de suegras y sus características reflejados en el libro. Enumeró a sus compañeros por orden de aparición y excusó decir nada de su relato. Antón Castro la ensalza hasta calificarla como bordadora de estrellas. Olga Bernad muestra la incomprensión del silencio. Joaquín Beeme la cataloga de controladora y mal bicho. Adolfo Ayuso describe la nostalgia. Maruja Collado hace una relación de suegras pero todas despreciables, hasta la cariñosa, que es la peor. Fernando Lalana nos asusta con sexos reales e irreales. Jonatan Valenzuela se detiene en la viuda negra. Luís Arturo Pérez Collados muestra la influencia de los amigos, esa presión que nunca terminas de saber si es buena o mala. José Dumas nos hará llorar con la trágica sensibilidad de la dureza. Santiago Gascón hace una pirueta somarda y María Pérez Collado mira hacia los problemas sociales. Gastón terminó con un consejo para futuros lectores del libro: No se lo lean de golpe, dosifiquen su dosis y a disfrutar de a poquitos. La presentación terminó con el monólogo de un yerno disgustado que huye cobarde ante la presencia amenazadora de su suegra que, chateando, chateando, organiza una revuelta ante tanta injusticia familiar. Así que mantengan la guardia en alto, tal vez su suegra sea la punta de lanza de la próxima algarada social, lo tienen fácil: ¿Qué ocurriría en este país si las suegras - en su condición de abuelas - no se hicieran cargo de los hijos de sus yernos y nueras, a los que ellas sólo ven como nietos? Y les dejo, que estoy calentando un cocido que ha dejado esta mañana mi suegra en la nevera. La casa flota en aroma de hierba buena.
La primera parte de Tardes de Blog con El Club de los Imposibles esta dedicada a las presentaciones. Quedó claro que Alfonso, aunque sea del Athletic de Bilbao aún no tiene claro cuando irá al Everest. Ana nos contó su particular conexión entre Zaragoza y Madrid. Mari Luz va de la oficina a casa, a los libros y mucho más allá. Sergio es un futbolero de corazón Flint Zaragocista.
El Club de los Imposibles nos contó en la segunda parte de la charla como se conocieron, de dónde surgió la idea de abrir un blog y como se ha ido transformando. Cuanto de Bunbury tiene el nombre del blog. La mecánica de la edición. La música aragonesa de raíces cubanas con Ambar Martiatu y Karamba.
Tercera y última parte de la charla dedicada a la participación de El Club de los Imposibles en la difusión de eventos y campañas solidarias. Fadema y su nuevo centro de día. ASDES en la UNESCO. El Club de los imposibles, la fiebre amarilla y soluciones futboleras para el Real Zaragoza. Como broche final la voz de Ambar Martiatu.