Melchor vino a mi casa
Una vez Melchor vino a mi casa. Es un recuerdo nítido. Mi padre se arrodilló y le agradeció que visitará nuestra humilde morada. Yo tambien me arrodillé y prometí comerme toda la comida que me pusieran en el plato. Desde entonces, aunque me llamen tripero, cumplo mi promesa.
Etiquetas: Relato
4 Comments:
Seras gordinflas!!! No si para buscarte excusas eres el primero, g g g.
TIRA ALICATEEEE!!!!
J
Hmmm, esos chuletones jajajaj
¿Gordinflas?..pero ¡si es un sílfide!...
Nada,nada. Una promesa a Melchor es una promesa así que lo que caiga.
(A ver quien invento yo para echarle la culpa de lo mío)
Hola INma
Muacs. Sílfide es una palabra bonita, aunque en este caso no se ajuste a la realidad jajajaj
Un abrazo gordinflero.
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