La poesía es el consuelo
Pasó de uno en uno toda la discografía de Violadores del Verso, lo hizo con un gesto de interés que percibí sincero. No se detuvo en ninguno o se paro el todos ellos, no estoy seguro. «Si quieres pongo la radio» le dije. No contestó pero extrajo los aires rumberos al reproductor de compactos y pinchó una grabación de Sonolópez con los grandes éxitos de Massive Attack « ¿Por qué te gusta tanto el hip-hop? » me preguntó.
Le hablé de las rimas, de la frescura, de los flows más imaginativos, del ritmo, de los cortes, de la simbiosis con la música clásica y el son, le hablé del hardcore en los textos, en la actitud, en los pensamientos, de la simbología, de los graffiti, del break dance pero sobre todo le hable del orgullo de los grandes raperos cuando se califican antes poetas que músicos. Tanto es así que esta mañana, cuando he abierto las páginas de la antología “Poesía para bacterias” editada por Cuerdos de atar, me he encontrado con un prólogo titulado “La poesía es el consuelo” firmado por los mismísimos Violadores del Verso y del que me gustaría extraer algunas ideas.
La primera de ellas es definir rap como la expresión musical de un movimiento más amplio (graffiti, break) llamado hip-hop y al que algunos pioneros asignaban el significado de rhythm and poetry. En ese ámbito el grupo aragonés se reconoce dentro de la etiqueta que la crítica musical les suele colgar : “nuevos poetas urbanos”, aceptan el bautizo siempre y cuando, desde la orilla de la poesía oficial, institucional o tradicional no se le quite ni un gramo de fuerza al contenido explicito de los textos, porque ese es uno de los bastiones característicos de este movimiento cultural, la aparente crudeza de las palabras, la incorporación de tacos, de expresiones callejeras y de barrio al mismo nivel de las más finas metáforas.
El grupo zaragozano encuentra en la necesidad de expresarse un nexo de unión entre poetas y raperos. Afirman que convertir esa pulsión en algo original significa circular por los caminos de la memoria, de la fantasía y del sentido común. Una ruta que comienza en las experiencias, se adereza con aliños literarios y se dota de credibilidad, todo ello con la postrera intención de “convertir algo que todos sabemos y conocemos en algo más o menos brillante”
Violadores del Verso habla de la poesía como el consuelo para estos tiempos de urgencias y sobre estimulación. La poesía como reconciliación con el lenguaje, un mar que nos invita a nadar en el mundo de las ideas pero en el que las formas ocupan un lugar muy importante, así regresamos a la idea inicial del rap como territorio donde el ritmo y la poesía se dan la mano: La dualidad del flow en la palabra y los loops en la música.