Familyfobia, el debut de la compañía Cogido con imperdibles
La compañía de teatro “Cogido con imperdibles” se bautizó en
los escenarios el pasado 24 de junio, día de San Juan, en el Centro Cívico
Estación Norte de Zaragoza. Una nueva agrupación formada por las actrices Nerea
Bueno, Susana Mazo, Inma Molina, Olga Oliva y Laura de la Riva que decidieron
dar un paso adelante y, tras fichar a Javier Ercilla como director (Los
Mancusos, Escuela de humor suicida, Micro teatro en casa, Micro Show) construir
la función Familyfobia.
La familia es un entorno que todos hemos observado de
puertas para adentro pero también de puertas hacia fuera. Todos nosotros, como los
etnoarqueólogos, esos científicos que observan las sociedades vivas para
interpretar el pasado, hemos hecho un trabajo de campo tanto en nuestro entorno
como en la televisión, ese mundo que nos llega a través de unas antenas y que
influye en nuestra vida familiar gracias a conceptos que hemos visto y
asimilado en “La casa de la pradera”, “Médico de familia” o la incombustible
saga de los Alcántara en “Cuéntame”. Estoy seguro que cada uno de ustedes puede
añadir un montón de títulos a esta triada.
La estructura caleidoscópica de la obra partió de unas
determinadas situaciones familiares que la compañía trabajó en forma de improvisación
hasta destilar los textos que conformar un “mosaico de escenas en torno a las
relaciones familiares”. Unas escenas que, si a primera vista parecen
restringidas porque el elenco está conformado por cinco mujeres y parece dejar
fuera de plano el elemento masculino, lo que pudiera ser una rémora se
convierte en una de las virtudes de la obra porque, más allá de las referencias
que se hacen hacia hombres que no vemos, Familyfobia termina por mostrarnos
construcciones familiares que van mucho más allá de lo que se entiende por una
familia tradicional, y de esta manera hacer un ejercicio para construir lo
femenino con un amplio muestrario de personalidades donde vemos heroínas,
desorientadas y villanas, y de eso se trata, de abarcar lo complejo de la
personalidad humana con independencia del género. Es la manera práctica de
poner sobre el escenario la esencia del pensamiento de Simon de Beauvoir cuando
en 1949 nos invitó a abordar la identidad de las mujeres abandonando el
producto cultural que la sitúa en el entorno de la coquetería cariñosa, sumisa y
un poco tonta. Familyfobia es un intento por redefinir el rol de madre, esposa,
hija o hermana, una reconquista de la identidad femenina que se sustenta desde
el criterio propio de la mujer para situarlo al calor de una de las más
contundentes afirmaciones de Beauvoir “No se nace mujer, se llega a serlo. Ningún
destino biológico, psíquico, económico, define la imagen que reviste en el seno
de la sociedad la hembra humana; el conjunto de la civilización elabora este
producto intermedio entre el macho y el castrado que se suele calificar de
femenino. Sólo la mediación ajena puede convertir un individuo en alteridad /…/
El resultado es que la mujer se conoce y se elige, no en la medida en que
existe para sí, sino tal y como la define el hombre" Una alteridad que
tradicionalmente ha sido determinada por un patriarcado que ignoraba el
universo femenino o lo moldeaba a su antojo. Familyfobia desbanca esa mirada
antigua con una muestra de mujeres donde unas deciden cómo ser mujer, pero
también vemos mujeres que todavía arrastran el estereotipo construido históricamente,
enfrentarse a esas dos realidades es toda una experiencia para comprender la
complejidad social que nos rodea.
Familyfobia se construye con escenas
independientes y su mejor virtud es el equilibrio entre el humor y el drama.
Ese balance, más allá de unos textos que beben de la realidad, se sustenta
sobre el trabajo actoral que dibuja con claridad a los personajes desde la contención
en el gesto y una excelente verbalización de quien sabe poner el tono y el
ritmo adecuado a cada frase. En el aspecto espacial se percibe cierta
pasividad, tal vez sería interesante que los enfrentamientos, los desplantes o
el cambio de información fuese más dinámico en lo corporal, un buen ejemplo es
cuando el duelo entre la villana (Olga Oliva) y su hija (Laura de la Riva) pasa
del estado bidimensional a un proyección tridimensional que se construye
uniendo el odio de la hija situado en un primer plano y la madre plantada al
fondo.
Aunque las escenas son
independientes se aprecia una cierta intención de unidad tanto en la interesante
utilización del audiovisual como apoyo para integrar de inmediato al espectador
en cada escena, como en algunas transiciones. Resulta deliciosamente teatral
contemplar la penumbra que transforma unos personajes en otros, y es
precisamente en esas transiciones donde esta obra debería creer. Momentos como
el sencillo gesto de una mujer (Inma Molina) que para cambiar de personaje tan
solo tiene que quitarse la goma que ajusta la coleta de sus cabellos, esa es
una pista para potenciar esos momentos, por eso me atrevo a sugerir a la compañía
que profundice en esos tramos de transición para que se conviertan en coreografía,
en el oxígeno que permita al espectador interiorizar el cambio de escena, un
remanso que le ayude asimilar lo visto y prepararse para la próxima descarga emocional,
una pausa que en lugar de separar seguramente ayude a unir unas escenas con
otras y que permitiría rematar la obra de manera circular, porque a mí me
hubiera gustado que la escena familiar en automóvil se hubiese transformado en
las primeras cinco madres para que sus aplausos se fundieran con los aplausos
del público.
Familyfobia es un interesante trabajo
teatral que guarda en sus entrañas la posibilidad de crecer todavía más y demuestra
de nuevo que el escenario, como territorio para las emociones, puede estar
habitado por profesionales o amateurs porque lo realmente importante es que
desde ese espacio de creación se consiga que el espectador muestre la sonrisa
abierta, el silencio reflexivo o el aplauso cómplice, tres objetivos que la
compañía “Cogido con imperdibles” obtiene buceando en una temática que, como
reza el programa de mano “ es fuente inagotable de alegrías y conflictos”
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