“En el nombre del miedo” una película sobre los recuerdos, el miedo y la valentía
Ayer se estrenó en el Centro de
Historias de Zaragoza “En el nombre del miedo” un cortometraje dirigido por
Miguel Casanova, antiguo alumno de los cursos de interpretación del Teatro de la Estación y de la Escuela de Cine Un Perro
Andaluz (interesantísimo vivero de nuevos y jóvenes cineastas). En la
actualidad completa su formación en la Escuela Superior de Cine y
Audiovisuales de Cataluña.
“En el nombre del miedo” es su primer
corto en calidad de guionista y director –y todo lo demás desde los
preparativos hasta la post producción- aunque ya tenía experiencia como
guionista con el corto “Bendito infierno”
Miguel Casanova afirma que su película
es sobre el miedo y no de miedo, una historia que cuenta el día que el
protagonista decide vencer esos miedos. Es cierto que en la película el miedo
está presente y subrayado por la excelente banda sonora de Sergio Jiménez. El
inicio no deja lugar a dudas y el primer fundido a negro, después de unos
extraordinarios créditos, deja los sentidos listos para la experiencia. Sin
embargo yo sentí que era una película sobre los recuerdos. Los recuerdos son
una parte fundamental de nuestras vidas que, abocadas a caminar hacía adelante, necesitan el sosiego de un espejo
retrovisor que nos recuerde de donde venidos. Esa mirada hacía atrás puede ser
un impulso o un cepo. Juan, el protagonista de la historia, ha decidido romper
con ese cepo. Para su propósito ha construido, sobre el miedo asimilado en su
infancia y el odio acumulado de tantos años, al tipo valiente que nunca fue. Es
ahí dónde Miguel Casanova se la juega, en el nivel de odio que el personaje
transmite al espectador. Creo que aumentar la intensidad en ese sentimiento hubiera
supuesto una propuesta más interesante para culminar en ese maravillo remanso
de paz con el que se cierra el film.
Miguel Casanova ha reconocido en la
prensa local que “contar con estos actores ha sido un regalo” El reparto de la
película esta compuesto por actores muy interesantes en el panorama teatral de
la ciudad como Saúl Blasco, joven promesa de las últimas hornadas de la Escuela Municipal
de Teatro de Zaragoza; David Sancho curtido en series de televisión, películas
y escenarios; Jesús Bernal, puntal de la compañía del Teatro de la Estación dentro de sus
facetas de actor y pedagogo teatral. Y los veteranos Rufino Ródenas y Alfonso
Desentre dos clásicos de las tablas zaragozanas y garantía de buen hacer,
además de Cristina Yañez y su amplía experiencia como actriz y directora. Un
excelente elenco de profesionales que dotan a los personajes de los detalles
justos y necesarios para definirlos y enriquecerlos: La presencia angelical de
Saúl Blasco. La interesante dualidad de David Sancho en su función de
cancerbero. La inocencia divina de Jesús Bernal. La cautivadora expresión
facial de Rufino Ródenas. La majestuosa voz de Alfonso Desentre y los ojos, la
mirada y la intensidad de Cristina Yánez son regalos que el director ha sido
capaz de ensamblar con acierto y equilibrio.
Un aspecto muy interesante de este
proyecto que me gustaría destacar es la utilización del crowfounding como
modelo de producción. Ahora que las subvenciones han volado esta vía de
financiación, que si antes se llamaba sablazo a los amigos, ahora adquiere un
tinte de apoyo a la cultura ha sido fundamental. Además del apoyo de Generación
Z, Amapola Films, Escuela de Cine Un Perro Andaluz y Teatro de la Estación.
“En el nombre del miedo”, como dice la
sinopsis de la película, es una historia de miles de niños que han sido
obligados a vivir con el miedo en el cuerpo. Una condena que quizás sea para
siempre. No se la pierdan.
Etiquetas: reseña cine