Me gustó más el libro
Me gustó más el libro. Seguro que ustedes han escuchado esta frase a la salida de un cine, o aún peor, seguro que ustedes la han pronunciado alguna vez, con esa voz campanuda de marcado carácter cultureta que pretende dejar a la literatura por encima del séptimo arte. Si, yo también lo he hecho, por eso les recomiendo que lean “Carta de Max Ophüls” el tercer capítulo del libro de Alfredo Moreno dónde se habla de la película “Carta de una desconocida”, adaptación de Max Ophüls y Howard Kock sobre un relato de Stefan Zweig. Moreno comienza su texto aseverando que esa película es una obra maestra que encierra la notable cualidad de ser una de las mejores adaptaciones de una obra literaria jamás filmada. A partir de esta afirmación, el autor de “39 Estaciones”, despliega una detallada serie de argumentos para justificar su tesis y que nos permiten encontrar algunas claves para nutrir de musculatura las futuras e inevitables comparaciones entre libros y películas. Un buen entrenamiento para aquellos valientes que se atrevan a afirmar que muchas películas son mejores que algunos libros.
Una breve destilación del texto de Moreno nos muestra como una adaptación cinematográfica supera a la obra literaria cuando intensifica la intención dramática de la idea central mediante algunos cambios que, respetando la idea original, introduzca matices y novedades al servicio del paradigma narrativo propio del cine: La planificación de cada plano, el montaje, la puesta en escena, que la música sea un personaje más del desarrollo dramático, serían algunas de esas claves.
Etiquetas: alfredo moreno, artículo
3 Comments:
Gracias, majo.
De todas formas, es una cuestión muy compleja. A mí lo que me interesaba, sobre todo, era demostrar que es posible, cuando de una conjunción de maestría visual y narrativa se trata, hacer una excelente adaptación cinematográfica de una excelente obra literaria, y que no siempre los buenos libros dejan malas películas o las buenas películas salen de libros mediocres. Pero hace falta genio, claro.
Un abrazo
En mi caso lo que pretendo, bueno un poco menos que pretender jajajaaj, a mi me interesa potenciar el debate y que se haga desde dos planos diferentes. Es decir, los tipos que siempre ponen los libros por encima de las pelis casi nunca hacen el ejercicio de valorar la pelí desde el punto de vista del paradigma cinematográfico, solo lo hacen con la simple y pura comparación entre obra literaria y obra cinematográfica, y esa comparación, me temo, es imposible de realizar. Por eso el debate es cojo. Se debate la comparación en lugar de debatir si la adaptación es buena o mala... o algo así jajajaja. Y ahí tu texto es muy interesante porque pone en valor todo lo que han hecho los adaptadores para que la peli funcione. Eso es lo impoortante.
Un abrazo.
Totalmente de acuerdo.
Comparar un libro con una película es como comparar un tocino con una motocicleta. ¿Cómo comparar dos lenguajes artísticos tan diferentes? Ce n'est pas posible, mon ami.
Sí que se podrá hablar de la adaptación más o menos acertada, pero no por comparación del argumento, personajes o alguna vaina similar.
Lo importante es que contenga la misma esencia, hecho que se logrará con otros mecanismo propios del cine.
Por cierto, me gustó más... jajaja
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