La crisis de la libertad en la democracia de 1978. Una conferencia de José Antonio Zarzalejos
Imagen tomada del heraldo.es |
El periodista y escritor, José Antonio Zarzalejos, inauguró el
miércoles 3 de noviembre el ciclo de
conferencias organizado por la Obra Social de Ibercaja y la entidad financiera
para celebrar el 140 aniversario de la apertura de la primera oficina. La
ponencia se sitúa bajo el ciclo titulado 'Las crisis de libertad en la
democracia de 1978'
Zarzalejos comenzó su charla estableciendo tres claras
premisas: Sus palabras no se atienen a la línea editorial de ningún medio, su
pretensión pasa por decir la verdad sin caer en espacios comunes y todo ello en
una época que no se caracteriza por la complacencia. Un espacio político que
viene de la dictadura autoritaria de Franco y una transición modélica cuyos
méritos, afirmó el ponente, se quieren derribar frente a los poderes
convencidos de su autenticidad. Una autenticidad que Zarzalejos sitúa en Bilbao
en los tiempos en los que él tenía 21 años y su ciudad natal estaba duramente
amenazada por el terrorismo hasta impedir la pasión por la libertad de la
ciudadanía. Y recuerda los pasos que dio la transición cuando en 1977 los
terroristas salieron a la calle gracias a la Ley de Amnistía, se aprueba en
1978 la Constitución y en 1979 el País Vasco tiene por primera vez un estatuto
que es referente histórico en cuanto al reconocimiento político de un Euskadi
con más libertad, concierto económico, sanidad, sistema educativo en euskera
mediante las ikastolas y un largo etcétera de competencias. Mientras tanto la
banda terrorista ETA asesinó entre 1975 y 2011 a 829 personas a las que tenemos
que añadir secuestros, chantajes y una diáspora que afectó a 300.000 personas.
El terrorismo, continuó Zazalejos, nos llevó hasta la
segunda crisis de la democracia con el golpe de estado que parte de las Fuerzas
Armadas llevaron a cabo en 1981 empujadas por la justificación de azote
terrorista en los años de plomo cuando algunos meses se contaban con 100
muertos. El ambiente de pesadumbre en el País Vasco, Sevilla o Zaragoza llevó
al partido socialista hasta el poder que cerraba una transición con el
referente y la legitimación de las urnas que, pese al golpismo y el terrorismo,
funcionó al borde del precipicio. Y ahora, pasados los años, el ponente
recuerda el “vergonzoso” discurso de EH Bildu en la sesión de investidura del
Presidente Rajoy como segunda fuerza política en el País Vasco. En este punto,
Zarzalejos, recomienda la novela “Patria” de Fernando Aramburu como la derrota
literaria de ETA aunque el miedo que generó el terrorismo todavía no se ha
superado porque, más allá de cualquier acción puntual y personal, falta la
asunción de la culpa. El País Vasco, afirmó el ponente, sigue sin libertad y
puso un ejemplo reciente cuando el Correo de Bilbao publicó un cuadernillo en
el que relevantes personas de la vida vasca daban su opinión sobre lo que se
hizo y lo que se debió hacer con respecto al terrorismo y, más allá de los que
contestaron al requerimiento del periódico, muchas personas declinaron dar su
opinión, y ese gesto lo interpreta Zarzalejos como definitivo y lo relaciona
con la intervención del portavoz de EH Bildu en la sesión de investidura del
presidente Rajoy.
Zarzalejos insiste en la idea de que, frente a la lacra del
terrorismo, las fuerzas políticas deben poner en valor el capítulo II de la
Constitución (Derechos y Libertades) y la autenticidad de la transición. Para
terminar con este punto de su conferencia, Zarzalejos recordó que el terrorismo
de Estado con la organización de los GAL tan solo supuso el alargamiento de la
vida de ETA durante diez años más porque tuvo una justificación a la que
agarrarse, mientras tanto, la respuesta democrática fue que un Ministro, un
Secretario de Estado y un General de la Guardia Civil pasaron por la cárcel, de
manera que, como ocurrió con los golpistas, el Estado de Derecho funcionaba
frente a las crisis, permitió que la izquierda llegara al poder con una mayoría
absoluta que convivió con la monarquía, e instauró de hecho un sistema
bipartidista y de alternancia.
¿Qué es España? Se preguntó Zarzalejos para afirmar que la
cuestión territorial parecía haber quedado zanjada en la Constitución hasta que
Ibarreche plateó la crisis del 2005 con la pretensión de que Euskadi alcanzase
un estatus de Comunidad Libre Asociada que abría la puerta a una especie de
Confederación, una idea deslegitimada en las Cortes Generales y que le costó el
puesto de Lendakari, esa posición nacionalista estaba relacionada con una
realidad: ETA había deslegitimado la independencia para décadas. Por lo tanto,
la crisis territorial se ha trasladado a Cataluña que ha dilapidado su papel de
bisagra en el juego bipartidista a nivel estatal para lanzarse a un proceso
soberanista que, afirmó Zarzalejos, proviene de la crisis económica con una
huida hacia adelante cuando, y regresa a 1977, el Estado ya reconoció la
legitimidad de la Generalitat al permitir el regreso del President Tarradellas,
es decir, España ya reconoce las instituciones catalanas antes de la aprobación
de la Constitución. Pero, ¿Cómo debe abordar el Estado la cuestión catalana? Y Zarzalejos
reconoce algunos errores como que después de tramitar un estatuto y aprobarlo
en plebiscito en 2005, tenga que ser el Constitucional el que lo enmiende en el
2010. Errores graves del PP y su inmovilismo, y errores graves del PSOE y esa
afirmación de aceptar cualquier cosa que venga de Cataluña, una posición,
subraya Zarzalejos, que no partía de posiciones nacionalistas, sino que era
originaria de socialistas como Maragall. Zarzalejos defiende un no al referéndum
soberanista por ser inconstitucional pero afirma que hay que buscar en la
política para reacondicionar Cataluña a España porque, también es cierto que la
Constitución Española ha sido la menos modificada en el ámbito europeo y, por
lo tanto, nos encontramos ante un texto muy poco versátil y que debería
adaptarse para las nuevas realidades sociales.
Zarzalejos, frente a lo que denominó crisis del populismo,
afirmó que cuanto más profundizaba en el tema más confuso se sentía, sin
embargo, definió el fenómeno como la excrecencia de la pereza democrática y la
falta de autenticidad de los sistemas representativos que vicia la relación
entre elegidos y elegibles. No tengo elementos de prueba, siguió el ponente,
para suponer que algunos partidos de corte populista tengan políticas de
recortes de las libertades, sin embargo expresiones neo lingüísticas como el
concepto “arriba/abajo” los iguala a los populistas de la derecha europea y su
defensa del nacionalismo. El populismo en España no es antidemocrático pero su
propuesta pretende romper la representatividad a cambio del plebiscito, alentar
desde la izquierda amistades con el independentismo catalán y vasco (véase los
aplausos en el Congreso a ERC y EH Bildu), ambas pretensiones, afirmó
Zarzalejos, no son buenos precedentes porque, aunque no agreden a la libertad,
su modelo nos lleva a una situación política diferente: A un vuelco de la
transición.
El populismo también se caracteriza por el uso de
significantes vacíos como si la independencia de Cataluña, por si misma, fuera
a traer una vida mejor, o el concepto “arriba/abajo” que se presenta como una
hostilidad en el seno social como pretexto para buscar una democracia
plebiscitaria.
Y en este punto tuve que dejar la conferencia porque algunos
problemas técnicos con mis notas y la proximidad de la hora para ir al cine al
precio del día del espectador me obligaron a abandonar el salón de conferencias,
sin embargo, he encontrado en aragondital.es un breve resumen del trocito de
conferencia que yo me perdí y que viene firmado por la periodista Ana
Escorihuela Casado, así que ya ven ustedes, me cobijo bajo el placer del copiar
y pegar y que ustedes lo disfruten:
"Es bastante posible que Rajoy siga siendo el mismo Rajoy de los
últimos años, que seguirá generando expectativas imposibles de cumplir", ha
señalado el escritor. Zarzalejos ha destacado que es la primera vez que va a
gobernar un equipo que cuenta solo con 137 escaños y ningún socio de
gobierno.
"Esto va a significar que desde un punto de vista optimista tanto el
Ejecutivo como los partidos de la oposición van a estar en una posición muy
débil, por lo que a todos los va a interesar negociar, porque lo
necesitan", ha apuntado.
Zarzalejos ha pronosticado que la legislatura durará cerca de tres años, ya
que antes, ha dicho, "parece pronto como para que el resto de formaciones,
todas, hayan resuelto sus problemas internos y sean partidos fuertes
con opciones de gobernar".
Cómo
conclusión de su disertación, Zarzalejos ha afirmado que "la libertad no
es una sino es la sinergia de todas las que están constitucionalmente
reconocidas ejercidas individual y colectivamente con conciencia de los
límites que están en la libertad de los demás. No hay libertades como tal sino
libertad como un concepto vinculado a la ciudadanía desarrollada esta con un
sentido ético sometida a la ley".
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