La estela desubicada
El profesor Picazo propuso, como práctica para comenzar el
curso, una visita al Museo Provincial de Zaragoza. Se trataba de elegir una
pieza o conjunto expositivo perteneciente al período histórico de la
Protohistoria y confeccionar un pequeño trabajo y yo me decidí por una estela
funeraria del Bronce Final de piedra arenisca que procede del La Tiña del Royo
en la población zaragozana de Luna, una pieza descubierta durante unas labores
agrícolas y donada al museo por Antonio Pérez Labarta.
Elegí la estela de Luna porque la técnica de grabado de
incisiones o cortes, que ya podemos encontrar en el Paleolítico realizadas con
buriles de sílex, se extendía hasta la Edad del Bronce y me pareció interesante
mirar la piedra pensando en el útil que se utilizó para grabarla, quizás una
herramienta de cobre o bronce que no podemos ver porque nuestros ojos solo
pueden observar las huellas tecnológicas de la herramienta, y quizás por eso
podemos pensar en el hombre que está detrás de ella y en la historia que nos
quiere contar.
La sorpresa fue que la estela está situada en la primera
sala expositiva del pabellón denominado “Antigua” y bajo el título “Prehistoria.
Cazadores y recolectores (140.000 – 750 a.C.)” Ya es un error cronológico que
coincidan los conceptos “Antigua” y “Cazadores Recolectores“, pero además es el
propio museo el que cae en contradicción cuando la estela se presenta, en el
cartel general de la sala, como un reflejo del pleno nacimiento urbano durante
la Edad de Bronce I entre el 800 y el 1250 a.C.) y por fin, en la información
que acompaña a la pieza, se ajusta mucho más su cronología hasta situarla en el
900 a.C.
Pero el olvido más importante desde el punto de vista
histórico va mucho más allá de una determinada organización cronológica de los
materiales expuestos en el museo. El simbolismo y la función de las estelas de
guerrero en la Península Ibérica forma parte de un debate que, como señala
Martín Almagro, más allá de su función real que podría ser funerario, marcador
territorial, hito de las rutas comerciales o conmemorativo de la ascensión de
algún jefe local, la importancia de las estelas de esta época está relacionada con
una sociedad indígena organizada que interacciona con los fenicios recién
llegados hasta conseguir la primera integración en la cuenca mediterránea de
aculturación de las poblaciones peninsulares o, si atendemos al estudio que
Amparo Fernández Grande ha realizado sobre los escudos redondos y escotados
como el que vemos en la estela y que llegan “con los pueblos venidos del
Mediterráneo en busca de minerales y consolidación de mercados”
José María Blázquez ha centrado su estudio sobre la lira que
ocupa la parte inferior de la estela y nos recuerda como M Bendala cree que
este instrumento musical es una “phornyx
griega, de época geométrica y que sería un nuevo argumento, a los expuestos por
él, de una antigua llegada de gentes de raigambre griega, interpretadas en
sentido amplio, y restando protagonismo a los fenicios.” Blázquez trae esta
opinión a colación para mostrar su descuerdo y recordarnos que “el paralelo más
próximo para la lira de Luna lo ha suministrado una terracota fechada en el
siglo VIII a.C. procedente de Ashodod en Palestina, que está mucho más cercana
que todos los instrumentos musicales del período geométrico griego y arcaico”
Estas dos breves pinceladas en torno a la
iconografía de la estela de Luna (escudo escotado y lira) nos sugieren con
claridad que la importancia de la pieza va mucho más allá de la breve nota que
la acompaña, por lo tanto creo que es necesario una nueva disposición espacial que
deje clara una cronología que nada tiene que ver con los cazadores
recolectores, además de una narración museística que recoja los ecos de
aquellos que vinieron del Mediterráneo Oriental hasta la Península
Ibérica en busca de los minerales necesarios para sustentar el cambio
tecnológico que nos llevó del uso de la piedra a la manufactura de los metales.
Bibliografía
Hernando Grande, Amparo. “Representaciones del escudo en la
península Ibérica: Escudos en estelas” [última consulta] https://www.uam.es/otros/cupauam/pdf/Cupauam03/310.pdf
15 de octubre 2016
Blázquez, José María.
“Las liras de las estelas hispanas de finales de la Edad del Bronce y su origen
fenicio” 2007. [Última consulta] http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmcj67w8
15 de octubre 2016.
Almagro Martín, y otros. Protohistoria
de la Península Ibérica. Madrid: Ariel, 2008
Etiquetas: artículo, Estela de Luna, práctica, protohistoria, reseña museo
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