Mein Kapital, en el Teatro de la Estación
El ritual del café siempre es el mismo. Cortado con gotitas de brandy, una galleta de chocolate y el Telediario de la tele. Permanecer al corriente de las noticias es una obligación ciudadana que cumplo a rajatabla desde la tierna infancia. Este compromiso con la realidad derivó en apetito voraz. Engullía noticias para diseccionar sus contenidos y redactar informes en los que retrataba sus intenciones maniqueas y manipuladoras.
Con el tiempo he conseguido moderar su consumo. Ahora solo veo los cinco primeros minutos de los informativos RTVE. En seguida me agobio con la realidad y caigo en la tentación de zigzaguear en las aguas del zapping. Tantos canales son un entretenimiento peligroso. El último esfuerzo del día es para pulsar la tecla OFF del mando a distancia, cerrar los ojos y soñar un mundo nuevo donde confundo la vida con su trasunto catódico. Sin embargo, después de asistir en el Teatro de la Estación a la representación de “Mein Kapital”, he llegado a una conclusión que cambiará mi vida: Algunos sueños son más peligrosos que la realidad.
“Mein Kapital”, como dice su directora Cristina Yañez el programa de mano, “es una obra marciana.” Ocho autores nos invitan a construir la nueva humanidad que resurgirá tras la destrucción del mundo tal y como lo conocemos. La tarea es inmensa y exige reinventar las ideologías, el capital, el estado, el trabajo, las relaciones humanas y el enemigo. Para tan ardua tarea, “Mein Kapital” transita por los territorios teatrales del drama, el misterio y la comedia. De esta forma, la función adquiere las características de un caleidoscópico y la trama, sustentada en un proceso de selección de personal, se comporta como pequeñas piezas que se asocian y se separan para mostrarnos a un grupo de personas que componen un puzzle de palabras, recuerdos, reflexiones y comportamientos.
“Mein Kapital” tiene un entramado aparentemente complejo que, sin embargo, se nos muestra con nitidez gracias al eficiente uso que se hace del espacio teatral, y que permite visualizar la diversidad de planos narrativos de cada una de las escenas que conforman la obra. Elementos técnicos como la iluminación y la ambientación sonora ayudan al elenco a desarrollar un buen trabajo interpretativo con la dificultad de mostrar diferentes cambios de registro y mantener un relato convincente.
“Mein Kapital”, en palabras de su dramaturgo Luís Miguel González Cruz, “es un cruce de texturas que trazan una radiografía, convenientemente modernizada y transfigurada con las máscaras propias del siglo XXI.” Ahora debería ser el espectador quien dictamine si le gusta el resultado final de esta proyección del futuro de la humanidad.
Mientras tanto, en esta bitácora regresamos a la Bruja Avería:
Viernes 28 y sábado 29 de octubre a las 20:30 h.;
domingo 30 de octubre a las 19:30 h.
en el Teatro de la Estación. C/Domingo Figueras 8 (antes tte coronel Pueyo)
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