No se trata de escuchar
No se trata de
escuchar
Se trata de mirarnos a los ojos
y decir toda la verdad.
La verdad luminosa de los enamorados
que fluye desde mi lengua
para cultivar tus oídos.
Se trata de sentarnos en silencio
y dejar que corra el tiempo.
El tiempo como la pulpa de una golosina
que certifica mis pensamientos
para cambiar los tuyos.
Se trata de que me quieras
y dejar que sea mía la piel.
La piel que cubre el cuerpo venenoso
donde te escondes entre lágrimas
para evitar mi amor.
No se trata de escuchar.
Se trata de que eres sólo mía
y todavía no lo sabes, amor.
Etiquetas: poema