La curvatura de la córnea

10 febrero 2011

Francisco Ferrer Lerín en la Fnac de Zaragoza

Me senté en el Forum de la Fnac de Zaragoza preocupado por la situación futbolística sentimental del central de la selección española. Piqué vive un noviazgo twitero con la cantante Shakira. El glamour cañí del torero y la tonadillera transplantado al siglo XXI corría serio peligro porque esta noche se enfrentaba la gloria mundialista de La Roja contra el combinado de Colombia. ¿La intensidad de Piqué en el juego sería la habitual, o se vería mermada porque su chica es natural de Barranquilla, la puerta de oro del caribe colombiano?
En esas andaba mi pensamiento momentos antes del comienzo de la presentación de”Familias como la mía” una novela de Francisco Ferrer Lerín. La cita literaria tenía, además del reclamo del autor al que descubrí hace poco tiempo (Una revelación que puedes leer
aquí), la presencia de Túa Blesa, Catedrático de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada en la Universidad de Zaragoza, y Antón Castro, escritor y periodista. Una terna de primera división que se reveló ante mis ojos como alineación futbolística. La culpa, sin lugar a dudas, fue de la camisa y la corbata del señor Blesa. El rojo de aquellas prendas era el símbolo de la Selección Nacional de Fútbol y los tres escritores la reencarnación de Iniesta, Xavi y Busquets.
Túa Blesa tomó la batuta de Xavi y se repartió juego. Mostró su chispeante capacidad para el regate corto: El que afea conductas a escritores de contraportadas, poetas de la experiencia excesivamente cotidiana y críticos que confunden la metáfora con la sinécdoque. Pero también mostró el juego elegante de pases largos, profundos y verticales. La expresión certera del científico que busca ejemplos sobre los que sustentar que la literatura tiene dos aspectos importantes que vienen determinados por la importancia de lo que se debe escribir, frente a la ligereza de lo que sólo nace para ser leído. Lerín pertenecería a esa raza de escritores que escriben sobre lo esencial, a contra corriente y enfrentado a los cánones que tal vez ayudan a llegar a la fama pero que adelgazan la literatura. Un escritor que utiliza sus fabulaciones autobiográficas para mostrarnos “la miseria moral” de los años por los que circula la novela.
Antón Castro, incansable en el verbo, robó todos los balones al estilo Busquets. Discurso de incesable oleaje que viene pero nunca se va porque vuelve y, cuando parece que se va a alejar, regresa de nuevo. Ráfagas de pensamiento que se suceden durante todo el tiempo que dura el juego y si hay prórroga mucho mejor. Castro siempre estuvó en contacto con el balón, buscó en su inabarcable memoria todos los puntos de contacto con el texto y procesó la información en tiempo real. Con intención artística soltó el balón y abrió espacios para que los oyentes recogiéramos sus sensaciones que tuvieron la jovialidad y la energía de quien disfruta del juego. Por eso resaltó la felicidad, la luz y el sexo que contiene el libro.
Lerín, hasta entonces muy silencioso, se vistió de Iniesta. El hombre lento que desaparece mientras el resto del equipo soba el cuero y lo lleva de un lado para otro del campo. Hasta que la pelota llegó a sus pies, controló con la zurda y tocó con la diestra para hacer una croqueta. Salió en velocidad y rectificó la mirada que los presentadores habían vertido sobre el libro. Lo hizo con elegante finura y la majestuosa tranquilidad de quien te hace dudar sobre la naturaleza de su discurso. ¿Ironía o sinceridad cuando afirmó que en su libro ni están ni las miserias detectadas por Blesa, ni la felicidad que encontró Castro? ¿Hay mejor reclamo para el lector que subrayar esa contradicción?
Lerín contó el tortuoso camino que ha precedido a la publicación de este libro y de todo lo que tuvo que rectificar para que viese la luz. Afeó a la editorial la maquetación final del texto porque ha eliminado los espacios en blanco que el autor diseñó con intención de crear una tensión narrativa muy parecida a la que busca cuando escribe poesía.
Francisco Ferrer confesó que la escritura para él es un acto de extrema sencillez, un ejercicio casi mecánico, esa facilidad a la hora de enfrentarse con la tarea del escritor fue uno de los motivos que lo alejó de sus compañeros de generación, tan preocupados por un destino glorioso en las letras españolas. Sin embargo, también confesó que, tras hacer caso a un consejo estilístico que le hizo su mujer, incluyó en el libro algunos pasajes dónde la carga sexual era la parte sustancial del texto, fragmentos que escribió embutido en unos tejanos de mercadillo que a duras penas contenían la erección producida por sus propias palabras. La incomodidad se extendió más allá de la zona de la bragueta, derivó en dolor lumbar y terminó por provocar la impotencia del autor.
La valentía de Lerín y su entrega por la causa literaria me impresionó. Entonces recordé de nuevo a Piqué, ¿sería el central de la selección tan valiente con su profesión como había sido Lerín con la suya? De tapadillo saqué una radio portátil que siempre llevo conmigo y conecté mis orejas a sus auriculares. El locutor estaba enfurecido. Cuatro minutos de la primera parte. Pablo Armero penetraba con velocidad en dirección al área española. Piqué fue a cubrir el hueco en carrera diagonal hasta que cortó la carrera del delantero colombiano con una potente entrada de tackling que no dejaba dudas sobre su entrega.
Es gratificante pensar como en este país todavía quedan futbolistas y escritores que tienen el pundonor de cumplir con su oficio.


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4 Comments:

At 10 febrero, 2011 09:37, Blogger David Mayor said...

qué divertida, Javi; me ha encantado tu crónica del partido! y hubiera salido en cualquier redacción antes del cierre. hacha, que eres un hacha!

 
At 10 febrero, 2011 10:33, Blogger Javier López Clemente said...

Hola David.

jajajajaa
Y eso que aún vi el partido, me refiero al radio-televisado, hasta el pitido final.

Salu2 y un abrazo.

 
At 10 febrero, 2011 20:33, Anonymous Anónimo said...

Querido Javier:
Muchas gracias por el ingenio y la amabilidad. Es una nota preciosa, llena de talento y de cariño, de un estupendo armazón poético.
Un abrazo. AC

 
At 11 febrero, 2011 00:14, Blogger Javier López Clemente said...

Hola AC y bienvenido a esta bitácora.

La verdad es que es un placer asistir a eventos dónde el ingenio, el talento y la literatura fluyen a borbotones desde la mesa de presentación.

Y por cierto, a esta ciudad le falta un ciclo de conferencias, clases magistrales o algo parecido.


Salu2 y un abrazo.

PD. yo nunca he visto en directo al Doctor Tua y sus Graduados, así que sigo a la espera
;-)

 

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