Cabaré de caricia y puntapié
Alberto Castrillo-Ferrer, director de “Cabaré de caricia y puntapié” entró en la zona de comentarios el 21 de abril a las 22:59 para hacer dos correcciones. Ambos errores ya han sido subsanados en el texto y he explicado el motivo de su incursión en la reseña en la misa zona de comentarios, pero además, me ha parecido conveniente reflejarlos en la siguiente entradilla:El texto de la obra corresponde a un trabajo conjunto entre el director (Alberto Castrillo- Ferrrer) y los dos actores (Jorge Usón y Carmen Barrantes)
La coreografía ha sido realizada por Blanca Carvajal
Mi amigo Pablo leyó el programa de mano mucho antes que todos los demás y así, como quien no quiere la cosa, lanzó la pregunta clave ¿Alguno conoce a Boris Vian? Esta bitácora no es el lugar más adecuado para culpar de todas mis ignorancias a los planes de estudio de las décadas de los setenta y ochenta del siglo pasado. Ese lastre agudizó mi instinto de supervivencia cultural y en un alarde de rapidez mental preparé un cóctel en el que se mezclaban a partes iguales retazos biográficos de Boris Karloff, Boris Yeltsin y Boris Izaguirre, briznas de valor y una desaforada verborrea del no decir nada. Una señora de la fila de delante detectó nuestra desorientación y, justo cuando me disponía a servir la surrealista mezcolanza preparada con los ingredientes de mi despropósito cultural, contestó la pregunta.
Boris Vian (1920-1959) fue ingeniero, novelista, dramaturgo, poeta, traductor, músico y cantante. El desarrollo de su obra literaria y musical fue una de las señas de identidad de la bohemia parisina de los años cuarenta hasta convertirlo, tras su temprana muerte por un infarto, en un artista de culto en Francia.
“Cabaré de caricia y puntapié”, una coproducción de la compañía Gato Negro y el Centro Dramático de Aragón, nos propone un viaje al universo musical de Boris Vian. La particularidad de ese recorrido se encuentra en la utilización de una abultada tesis doctoral como billete. El trayecto académico se inicia con una provocativa afirmación “ustedes [el público] están habituados a aburrirse” y para que las sesudas, extensas y prolijas investigaciones sobre la obra musical de Boris Vian no queden varadas en palabras y más palabras, la presentación se salpimienta con diez de las canciones más representativas del autor francés traducidas por el director de la obra Alberto Castrillo - Ferrer y arregladas por el compositor Miguel Ángel Remiro. De esta manera la dramaturgia, elaborada por el director y los dos actores, transforma el ambiente universitario en un cabaret por el que pasan los más variopintos personajes atrapados en un triángulo “isósceles” de amor, violencia y materialismo.
La escenografía de Manolo Pellicer guarda ese sabor cabaretero que pudo tener la zaragozana sala de espectáculos Oasis o el café cantante El Plata. Un espacio de bambalinas y candilejas sobre el que los actores Jorge Usón y Carmen Barrantes dejan constancia de un brillante trabajo interpretativo que deslumbra por la dificultad que conlleva dar vida a toda la variada fauna que guardan las canciones de Boris Vian. Una compleja estructura dramática que no da ni un segundo de respiro a los actores en constante transformación tanto en la gestualidad, en los acentos y en el vestuario, un acertado diseño de Marie-Laure Bénard. Dos actores en estado de gracia que dan muestra de una enorme soltura a la hora de moldear los recursos propios del cabaret: Las coreografías de Blanca Carvajal subrayan la comicidad de las situaciones y dan dinamismo al espectáculo. El trabajo vocal, potenciado por la batuta de Raquel Agudo, pone la guinda a la representación, las canciones se entienden perfectamente y esa vía de comunicación crea un vínculo muy potente con el público que aplaudió a rabiar cada uno de los temas musicales.
“Cabaré de caricia y puntapié” es un original espectáculo que entre risas, veras y canciones nos muestra las diferentes caras de las relaciones humanas, una dualidad que siempre circula entre caricias y puntapiés
Boris Vian - Je Bois:
Jaime Guevara - "El Desertor" (Boris Vian):
Mi amigo Pablo leyó el programa de mano mucho antes que todos los demás y así, como quien no quiere la cosa, lanzó la pregunta clave ¿Alguno conoce a Boris Vian? Esta bitácora no es el lugar más adecuado para culpar de todas mis ignorancias a los planes de estudio de las décadas de los setenta y ochenta del siglo pasado. Ese lastre agudizó mi instinto de supervivencia cultural y en un alarde de rapidez mental preparé un cóctel en el que se mezclaban a partes iguales retazos biográficos de Boris Karloff, Boris Yeltsin y Boris Izaguirre, briznas de valor y una desaforada verborrea del no decir nada. Una señora de la fila de delante detectó nuestra desorientación y, justo cuando me disponía a servir la surrealista mezcolanza preparada con los ingredientes de mi despropósito cultural, contestó la pregunta.
Boris Vian (1920-1959) fue ingeniero, novelista, dramaturgo, poeta, traductor, músico y cantante. El desarrollo de su obra literaria y musical fue una de las señas de identidad de la bohemia parisina de los años cuarenta hasta convertirlo, tras su temprana muerte por un infarto, en un artista de culto en Francia.
“Cabaré de caricia y puntapié”, una coproducción de la compañía Gato Negro y el Centro Dramático de Aragón, nos propone un viaje al universo musical de Boris Vian. La particularidad de ese recorrido se encuentra en la utilización de una abultada tesis doctoral como billete. El trayecto académico se inicia con una provocativa afirmación “ustedes [el público] están habituados a aburrirse” y para que las sesudas, extensas y prolijas investigaciones sobre la obra musical de Boris Vian no queden varadas en palabras y más palabras, la presentación se salpimienta con diez de las canciones más representativas del autor francés traducidas por el director de la obra Alberto Castrillo - Ferrer y arregladas por el compositor Miguel Ángel Remiro. De esta manera la dramaturgia, elaborada por el director y los dos actores, transforma el ambiente universitario en un cabaret por el que pasan los más variopintos personajes atrapados en un triángulo “isósceles” de amor, violencia y materialismo.
La escenografía de Manolo Pellicer guarda ese sabor cabaretero que pudo tener la zaragozana sala de espectáculos Oasis o el café cantante El Plata. Un espacio de bambalinas y candilejas sobre el que los actores Jorge Usón y Carmen Barrantes dejan constancia de un brillante trabajo interpretativo que deslumbra por la dificultad que conlleva dar vida a toda la variada fauna que guardan las canciones de Boris Vian. Una compleja estructura dramática que no da ni un segundo de respiro a los actores en constante transformación tanto en la gestualidad, en los acentos y en el vestuario, un acertado diseño de Marie-Laure Bénard. Dos actores en estado de gracia que dan muestra de una enorme soltura a la hora de moldear los recursos propios del cabaret: Las coreografías de Blanca Carvajal subrayan la comicidad de las situaciones y dan dinamismo al espectáculo. El trabajo vocal, potenciado por la batuta de Raquel Agudo, pone la guinda a la representación, las canciones se entienden perfectamente y esa vía de comunicación crea un vínculo muy potente con el público que aplaudió a rabiar cada uno de los temas musicales.
“Cabaré de caricia y puntapié” es un original espectáculo que entre risas, veras y canciones nos muestra las diferentes caras de las relaciones humanas, una dualidad que siempre circula entre caricias y puntapiés
Boris Vian - Je Bois:
Jaime Guevara - "El Desertor" (Boris Vian):
Etiquetas: Alberto Castrillo-Ferrer, Blanca Carvajal, Carmen Barrantes, critica teatro, Jorge Usón, Manolo Pellicer, Miguel Ángel Remiro, Raquel Agudo
posted by Javier López Clemente @ 14:23
8 Comments:
Estimado Javier,
Muchas gracias por tu amable comentario. Nos alegra que os gustase, pues de eso se trata. Sólo añadir una pequeña información erronea: Carlos de Gabriel, finalmente no hizo el texto, sino que fue un trabajo conjunto entre los dos actores y director y las coreografías son de Blanca Carvajal. Bien es verdad que estaban previstos en un principio Carlos y Mónica pero no pudieron.
Un saludo
Alberto Castrillo-Ferrer
Hola Alberto y bienvenido.
En esta bitácora tengo por costumbre levantarme y descubrirme ante los artistas, así que cumplimentado el protocolo muestro mi alegría por tu comentario en esta humilde casa.
La información a la que te refieres la consulté en la página web del Centro Dramático de Aragón, en el siguiente enlace lo puedes comprobar:
http://www.aragonescena.com/web/programas/detalleproduccion.asp?idma=es&id=24
No obstante asumo mi parte de responsabilidad porque en la tarjeta que se nos entregó a modo de programa de mano no aparecía la información que ahora se revela errónea.
Pero además, al final de la representación Raquel Agudo me presentó a Carmen Barrantes y en el breve diálogo que tuvimos me transmitió que el texto había sido un trabajo en equipo, una información que olvidé al escribir la reseña, por todo ellos asumo doble culpabilidad por mi parte.
Ahora, tras reconocer las equivocaciones que me han llevado a transmitir una información errónea voy a corregir el post.
Reitero mis felicitaciones por el brillante espectáculo.
Salu2 Córneos y un abrazo.
¡Vaya musiquita la de "je bois"! Cantado por una mujer sería redondo. Una mujer con los labios pintados de rouge intense, una melena ondulada como la de Gilda y una boa de plumas alrededor del cuello, movimientos sinuosos acercándose a los incautos clientes del club "Le miroir", y quizá una pierna sobre una de las mesas, una pierna que deja entrever una media y liga negras....
Hola Sara Fedrika
Es cierto, un temazo. La verdad es que ha sido un descubrimiento. A mi también me gusta más el tono jazz de "Je Bois" que la más reivindicativa de "El desertor".
Hmmmm. La descripción que haces eleva peligrosamente la temperatura de este blog que, ¡¡ya me gustaría!! convertirlo en un club dónde las estrellas derritiesen el corazón de los clientes... mucho antes de llegar a esa banda ancha que, milagrosamente, mantiene a las medias del siglo XXI en el contorno del muslo. Los ligeros, en mi caso, han pasado al baúl de los recuerdos.
Ufff, Salu2 Córneos
Estimado Javier,
Gracias por tu rápida correción. Yo también tomo nota e intento que en la página web del CDA lo corrijan... a ver si puedo!
Las felicitaciones son mutuas. Es un enorme trabajo mantener al día un blog cultural. La guerra por la cultura es guerra de guerrillas, y se hace desde lugares pequeños pero pertinentes y bien hechos, como éste.
Espero que la próxima vez tengamos el tiempo de charlar un poco.
Un saludo muy cordial
Alberto Castrillo-Ferrer
Hola Alberto.
Me alegro de tu vuelta y suerte con el CDA ;-)
Es cierto que a veces el trabajo de mantener la bitácora es enorme, inquietante y a veces estresante pero todas esa diminutas chinitas quedan compensadas de sobra con visitas como la tuya.
Me gustaría hablar contigo para que me contaras cosas del mundo del teatro pero vistas desde dentro, así que tal vez para cuando Cabaré se instalé en las tablas del Teatro Principal.
Salu2 Corneos y cordiales.
Hola Javier. Soy Jorge Usón ese amigo de tu amigo que es amigo también y que después de leer estas palabras tuyas se ha convertido en fan. Jajaja
Ya conocía la bitácora pero no le ponía cara. Felicidades. Gracias además por esa crítica a nuestro cabaré que es una joyica que estamos mimando como oro en paño. El jueves lo presentamos en la feria de Alcañiz y gustó muchísimo. Qué alegría de colores. Agradecido y deseante de otra velada. Jorge
Hola Jorge.
En esta bitácora tenemos por costumbre levantarnos y destocarnos cuando entran los artistas, así que si me permites, esta vez añadiré genuflexión molinete con la mano derecha.
Lo que más me gusta de tu comentario es eso de "Ya conocía la bitácora pero no le ponía cara" ahora que lo has hecho espero que lsa visitas continuen ;-)
Estuve a punto de ir a la Feria de Alcañiz, en realidad todos los años digo lo mismos pero nunca me decido, espero que los promotores valoren, y sobre todo CONTRATEN, la obra como se merece.
El agradecido soy yo, ¡¡me encanta ver actores por aqui!! y eso... nos vemos en la próxima velada.
Salu2 Córneos.
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