La curvatura de la córnea

03 marzo 2010

Homenaje a Miguel Hernández en la Biblioteca de Aragón

La Biblioteca de Aragón y la editorial Olifante organizaron un homenaje al poeta Miguel Hernández.
El poeta Ángel Guinda tomó la palabra. Palabras de una conferencia que ya dictó en el último Festival Internacional de Poesía del Moncayo y que, por cuestiones de tiempo, intentó resumir en media hora de brillante y aplomada disertación. Un imposible ejercicio de brevedad para lidiar con las limitaciones horarias del homenaje. Fue gesto de generosidad del poeta que, sin embargo, dejó al público huérfano y con ganas de más. Esta circunstancia debería ser una buena excusa para que la Asociación Aragonesa de Escritores, la Biblioteca de Aragón o quien tenga a bien, dejé el espacio y el tiempo necesario para que Ángel Guinda nos deleite con sus acertadas reflexiones, esta vez en su totalidad, porque el discurso de ayer fue manjar saboreado a medias. Guinda habló de la profunda admiración poética que siente hacia el homenajeado, una pasión que se forjó en la escuela, en una de esas aulas dónde los maestros vocacionales de antaño eran capaces de dejar huellas imborrables. La exégesis de Ángel Guinda esbozó la vida del poeta en Madrid, sus escarceos amorosos, la aspereza de las noches al raso, su devenir por el frente, las proclamas políticas, el calvario carcelario, el profundo amor hacía su esposa y una nana de cebolla para su hijo. La vida breve para una poética dual, capaz de pegarse a la realidad de los acontecimientos históricos, o de volar en versos inspirados en el devenir personal. El desdoblamiento del creador concienciado con su tiempo, paleta incendiaria para animar la trinchera y volapiés escritos por el impulso irrefrenable de quien sólo puede ser poeta.
Lucía Izquierdo, nuera de Miguel Hernández, también habló de la escuela. Confesó lo rudimentario de su formación académica que le llegó justito para leer. Eran tiempos de premura y para servir no hacía falta dominar las cuatro reglas. El azar la llevó hasta el corazón del hijo del poeta, Manolín en su casa y Miguel para ella. Fue su marido quien la introdujo de a poquitos en el deleite de la lectura. El caminito que la llevó de Bécquer, a los hermanos Grimm, de Lorca a Juan Ramón, de la oscuridad a los versos de su suegro en ausencia de carne, pero de cotidiana presencia en el ordinario devenir. Lucía nos regaló la mirada familiar de quien siente a Miguel Hernández en su condición de padre, suegro y abuelo, una figura muy alejada del mito. Esa cercanía le permitió hablar desde la sencillez y el amor, y lo hizo, más que del poeta, de su esposa. Josefina fue una mujer que luchó para sacar adelante a sus hermanos y al hijo criado con cebollas. Una vida de cigarrita por caminillos de costurera, pespuntes de pañales y cataratas entre los rotos y los descosidos de una España de tinieblas, cárcel y dos rejas. Allá al fondo el poeta derrumbado por la enfermedad y los golpes. En primer plano la madre con el hijo. Un niño con dos canicas de barro en la mano desconsolada que se abre en busca del padre. Dos canicas por el suelo que cruzan el despropósito que separan al poeta de la vida. Miguel Hernández quiso recoger aquellas canicas del suelo, quien sabe si para acariciarlas y sentir la piel de su hijo al que no puede tocar. La mano del poeta quiso apresar aquellas canicas de barro pero la culata de un mosquetón se lo impidió. El golpe despiadado de la autoridad cayó sobre los nudillos de la dignidad amasada con versos hondos, versos destinados a inmortalidad.
El homenaje terminó con la lectura de algunos poemas a cargo de Rafael Campos, Mª José Moreno, Geraldine Hill, Reyes Guillén, Ana Alcaraz, Inmaculada Marqueta, Carmen Ruiz, Aloma Rodríguez, Manuel Forega y Luisa Miñana.

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8 Comments:

At 03 marzo, 2010 22:10, Blogger David Francisco said...

Bien, muy buena crónica de lo que pasó ayer. Me alegró mucho verte, un abrazo, paparazzi!! jajajaja

 
At 04 marzo, 2010 17:49, Blogger Angel Guinda said...

Admiro la potencia de tu memoria visual y conceptual y agradezco tu generosidad. Te abrazo.

 
At 04 marzo, 2010 20:58, Blogger Manuel Martínez Forega said...

Magnífico, Javi. Bueno de verdad. Quien no estuviera allí, se hará un idea cabal de lo que ocurrió, como si hubiera estado.
Abrazos.

 
At 05 marzo, 2010 01:29, Anonymous Inde said...

La más guapa, la Luisa. Y seguro que lo hizo la que mejor. Que me la conozco.

 
At 06 marzo, 2010 20:50, Blogger Javier López Clemente said...

Hola David

Lo de paparazzi es sólo para las celebridades, para los realizadores... fotografo de medio pelo jajajajaja

Salu2 córneos.

 
At 06 marzo, 2010 20:51, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Ángel.

Siempre es un gusto verte por esta bitácora. Fue una disertación con el empaque que el acto requería, enhorabuena.

Salu2 Córneos y venga ese abrazo.

 
At 06 marzo, 2010 20:52, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Manuel

Los no asistentes se perdieron las palabras de viva voz, pero hasta eso tiene solución cuando la Panda de Todos anda por la sala.

;-)

Salu2 Córneos y un abrazo.

 
At 06 marzo, 2010 20:53, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Marisancho

;-)

Si tienes un poco de paciencia tu misma podrás juzgar, David de Panda de Tolos lo registro todito todo.

Salu2 Córneos.

 

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