Tardes de blog: “Entre Yuca y Palma”
El sábado 22 de noviembre, día de Santa Cecilia patrona de la música y de mi cumpleaños, comenzaron las tardes blogueras en El Pequeño Teatro de los Libros, una idea que Nacho Escuín ha osado dejar en mis manos, un encuentro mensual para que un bloguero nos cuente los entresijos de su bitácora, sus motivaciones y aspiraciones para permanecer en la red.
La inauguración de esta actividad estaba prevista con una bloguera que por razones personales no pudo acudir a la cita, ante el impresvisto llamé a Cristian Losada que aceptó de inmediato, así que me parece de justicia agradecerle que me sacara del embrollo y, además, porque tuvo que pedir fiesta en su trabajo para asistir a la cita.
“Entre Yuca y Palma” es una de mis bitácoras favoritas, entre otras muchas cosas, porque la vi nacer y eso siempre crea fuertes lazos de empatía, además de un contenido tan variopinto como la frenética actividad desarrollada por su creador.
Cristian Losada es Licenciado en Historia del Arte, estudia Trabajo Social y trabaja como Educador en el Centro de Tiempo Libre “El Dado”, ejerce de camarero, pinchadiscos y guía artístico, además de fotomontador y caminante. Múltiples actividades con un solo objetivo: Contar historias
La charla comenzó por el apodo, yo, que soy tan poco partidario de los mismos, estaba intrigado por quien presume del mismo. A Cristian le llaman “El Pibe” y él lo reclama con orgullo. Nos contó que esa forma de mentarle proviene de la cuna, así lo empezaron a llamar sus padres y claro, eso lo cambia todo, un apodo que nace en el cariño es otra cosa.
La segunda cuestión fue el motivo para que el nombre del blog suene tan tropical como “Entre Yuca y Palma” La causa es una estrechísima conexión con Colombia y los más granado de su botánica. Una tierra que marca definitivamente la vitalidad de mi invitado, la tierra de sus predecesores, un lugar mítico que él asevera cercano, cálido y amoroso, un territorio que apareció constantemente en la conversación y que resumo en una confesión muy significativa, toda una declaración de principios. “Nací en España pero me siento colombiano.”
El siguiente tema de conversación fueron sus fotomontajes. Unos trabajos que Cristian califica de “artesanales”, la afirmación me resultó extraña porque los hace utilizando herramientas de hardware y software, algo que me parecía muy alejado del termino artesanal. Nos explicó que el método era artesanal porque no hace otra cosa que escanear, cortar y pegar en la pantalla, un proceso tan artesanal como recortar y pegar con hojas de papel, pero con los utensilios de este siglo, ni más ni menos. Intenté indagar sobre las temáticas de estos trabajos y conseguí que explicara algunos de los que allí estaban expuestos, muestras gráficas que van desde la introspección personal, hasta lo filosófico pasando por lo más reivindicativo.La sorpresa de la tarde llegó cuando le pregunté por su afición senderista, de la bolsa de Cristian apareció su inseparable Lucho, todo un personaje porque, además de la elegancia con la que se presentó, es un colaborador de lujo en algunas entradas de “Entre Yuca y Palma” Ambos nos contaron como se conocieron en una fiesta doméstica y el extraño flechazo que los unió hasta hoy y lo que te rondaré. Le pregunté por esa idea que flota en sus textos montañeros y que diferencia los itinerarios sin sentimientos, con sólo indicaciones frías y objetivas; de los itinerarios con sentimientos dónde cuenta los males del camino, los bienes de la amistad y la personalísima experiencia de cada uno de los recorridos. En esa tesitura me atreví con una sugerencia a las autoridades políticas, ¿qué tal, si en nuestros senderos combinamos la información objetiva de postes, vallas y mojones, con unos carteles dónde la poesía, el relato o la leyenda doten a los caminos — y a los caminantes — de materiales insondables para reiniciar la marcha con el alimento de las letras?
La charla terminó con un rendido homenaje a tres estilos musicales que nos unen en las pistas: El Boogaloo de los Sonora Carruseles, la Cumbia Catalana de La Troba Kung-Fu y el sonido de Peret ensalzando por el pueblo como el rey de la rumba catalana.
Aún faltaba un detalle muy elegante por parte de Cristian que entregó a los asistentes al acto una recopilación musical en forma de CD, además de regalar a quien esto escribe el libro “El callejón de los milagros” de Naguib Mahfuz.
Los concursos para memos, la autobiografía que tiene entre manos, sus personales reseñas sobre películas y un proyecto para el futuro inmediato — del que no desvelo nada porque si todo va viento en popa formará parte de una captación de voluntarios de la que daremos cuenta en esta bitácora, — fueron otros temas que tratamos en una agradable conversación que duró más de hora y media, y en la que participaron, con interesantes intervenciones, los blogueros Agustín Martín (Que Pues) y Mariano Ibeas (Desde el desván)
La próxima tarde bloguera será el 27 de diciembre a las 18 horas, les espero en El Pequeño Teatro de los Libros.
La inauguración de esta actividad estaba prevista con una bloguera que por razones personales no pudo acudir a la cita, ante el impresvisto llamé a Cristian Losada que aceptó de inmediato, así que me parece de justicia agradecerle que me sacara del embrollo y, además, porque tuvo que pedir fiesta en su trabajo para asistir a la cita.
“Entre Yuca y Palma” es una de mis bitácoras favoritas, entre otras muchas cosas, porque la vi nacer y eso siempre crea fuertes lazos de empatía, además de un contenido tan variopinto como la frenética actividad desarrollada por su creador.
Cristian Losada es Licenciado en Historia del Arte, estudia Trabajo Social y trabaja como Educador en el Centro de Tiempo Libre “El Dado”, ejerce de camarero, pinchadiscos y guía artístico, además de fotomontador y caminante. Múltiples actividades con un solo objetivo: Contar historias
La charla comenzó por el apodo, yo, que soy tan poco partidario de los mismos, estaba intrigado por quien presume del mismo. A Cristian le llaman “El Pibe” y él lo reclama con orgullo. Nos contó que esa forma de mentarle proviene de la cuna, así lo empezaron a llamar sus padres y claro, eso lo cambia todo, un apodo que nace en el cariño es otra cosa.
La segunda cuestión fue el motivo para que el nombre del blog suene tan tropical como “Entre Yuca y Palma” La causa es una estrechísima conexión con Colombia y los más granado de su botánica. Una tierra que marca definitivamente la vitalidad de mi invitado, la tierra de sus predecesores, un lugar mítico que él asevera cercano, cálido y amoroso, un territorio que apareció constantemente en la conversación y que resumo en una confesión muy significativa, toda una declaración de principios. “Nací en España pero me siento colombiano.”
El siguiente tema de conversación fueron sus fotomontajes. Unos trabajos que Cristian califica de “artesanales”, la afirmación me resultó extraña porque los hace utilizando herramientas de hardware y software, algo que me parecía muy alejado del termino artesanal. Nos explicó que el método era artesanal porque no hace otra cosa que escanear, cortar y pegar en la pantalla, un proceso tan artesanal como recortar y pegar con hojas de papel, pero con los utensilios de este siglo, ni más ni menos. Intenté indagar sobre las temáticas de estos trabajos y conseguí que explicara algunos de los que allí estaban expuestos, muestras gráficas que van desde la introspección personal, hasta lo filosófico pasando por lo más reivindicativo.La sorpresa de la tarde llegó cuando le pregunté por su afición senderista, de la bolsa de Cristian apareció su inseparable Lucho, todo un personaje porque, además de la elegancia con la que se presentó, es un colaborador de lujo en algunas entradas de “Entre Yuca y Palma” Ambos nos contaron como se conocieron en una fiesta doméstica y el extraño flechazo que los unió hasta hoy y lo que te rondaré. Le pregunté por esa idea que flota en sus textos montañeros y que diferencia los itinerarios sin sentimientos, con sólo indicaciones frías y objetivas; de los itinerarios con sentimientos dónde cuenta los males del camino, los bienes de la amistad y la personalísima experiencia de cada uno de los recorridos. En esa tesitura me atreví con una sugerencia a las autoridades políticas, ¿qué tal, si en nuestros senderos combinamos la información objetiva de postes, vallas y mojones, con unos carteles dónde la poesía, el relato o la leyenda doten a los caminos — y a los caminantes — de materiales insondables para reiniciar la marcha con el alimento de las letras?
La charla terminó con un rendido homenaje a tres estilos musicales que nos unen en las pistas: El Boogaloo de los Sonora Carruseles, la Cumbia Catalana de La Troba Kung-Fu y el sonido de Peret ensalzando por el pueblo como el rey de la rumba catalana.
Aún faltaba un detalle muy elegante por parte de Cristian que entregó a los asistentes al acto una recopilación musical en forma de CD, además de regalar a quien esto escribe el libro “El callejón de los milagros” de Naguib Mahfuz.
Los concursos para memos, la autobiografía que tiene entre manos, sus personales reseñas sobre películas y un proyecto para el futuro inmediato — del que no desvelo nada porque si todo va viento en popa formará parte de una captación de voluntarios de la que daremos cuenta en esta bitácora, — fueron otros temas que tratamos en una agradable conversación que duró más de hora y media, y en la que participaron, con interesantes intervenciones, los blogueros Agustín Martín (Que Pues) y Mariano Ibeas (Desde el desván)
La próxima tarde bloguera será el 27 de diciembre a las 18 horas, les espero en El Pequeño Teatro de los Libros.
Etiquetas: eventos, presentaciones
11 Comments:
En cuanto tenga un rato me paso por el blog. Me alegro de que todo fuera tan bien.
Besos de noviembre.
Joder, javier, tal y como lo describes mi Blog parece mucho mejor de lo que realmente es. Sigue así, sigue así, jajajaja.
Quillo, fue un placer compartir esa tarde con vos y, sobre todo, regalarte algo sin saber que cumplías años. Espero que su lectura sea de tu agrado.
Gracias
Eyyy. se me olvidó felicitarte. Un beso de noviembre, cariñoso y sentido.
mucha cultura de golpe... yo no estaré a la altura.. jeje..
saludos.
agus.
riaterr
Lo primero ¡¡¡¡Felicidades!!!! Que cumplas muchos más y que seas dichoso.
Lo segundo. No sabía lo de las tardes blogueras. Ánimo para sacarlo adelante...Suena a encuentros entre amigos, para conocerse más, a cálido y sincero.
Un abrazo
Hola Lamia
Gracias por las felicitaciones.
Pues la verdad es que estoy contento de esta primera vez y ya tengo ganas de que llegue la siguiente, esa va a ser un crack, ya verás, ya verás
;-)
Salu2 Córneos y si, me gustan esos beso de noviembre.
Hola Closada,
un poco de jabón no viene mal en las reseñas jajajajajajaja.
El placer fue compartido, no te quise decir nada sobre mi cumpleaños, tal vez fue uno de tus encuentros eso de darme un regalo de hace mogollón de tiempo, justo a tiempo, a tiempo del cumpleaños. Suena chulo, la verdad.
Espero leer el libro en breves.
Salu2 Córneos.
Hola Agustín.
jajajaja
Nunca te había imaginado en plan meapilas jajajajaja
Nuestra tarde bloguera será gloriosa, ya lo verás.
Salu2 Córneos
ah... y también será cultural jajajajajajajajajaja
Hola Mamen
Gracias por las felicitaciones y si, espero cumplir muchos más
:-)
Fallo mío el que no te enteraras del evento, estuve dejando el aviso por los blogs que suelo visitar y el tuyo, en fin, se debío de perder entre mis dedillos, el próximo el 27 de diciembre a las 18 horas. Me gustaría verte por allí.
De momento estoy invitando a bloguerso que conozco, pero no era esa la idea inicial, de hecho, la que iba a estrenar las jornadas blogueras no la conocí hasta que quedé con ella para proponerselo. Ya veremos hací dónde derivamos, pero seguro que la educación pasa por estas tardes ;-)
Salu2 Córneos.
No. Si me dejaste el mensaje, pero hasta que no lo has explicado con un ejemplo, no sabía exactamente en qué consistía.
Suerte.
Otro abrazo
HOla Mamen
Pues eso, espero que te parezca interesante y no visites en la próxima convocatoria.
Salu2 Córneos.
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