El Borrador #2 en El Enjambre Lab
La segunda acepción de la RAE define borrador como un texto provisional susceptible de modificación y
desarrollo. En El Enjambre han afinado esta definición para implementarla en el
mundo de las artes escénicas. Ellos la conciben como una revista
escénico-literaria en vivo con piezas cortas, improvisaciones, escritura y
performance.
La energía y el buen tono que se gastan Louis Well y Maria
Aladrén para presentar el proyecto dio paso a una representación que tiene como
objetivo conectar con el público mediante la participación activa que va más
allá de la presencia física de quien recibe un mensaje. La finalidad es compartir
en tiempo real un espacio escénico sobre el que fluye información en doble
sentido. Los actores apelan constantemente al público al mismo tiempo que recibe
y reacciona a los impulsos generados desde el patio de butacas. El espectáculos
es a la postre un gran contenedor de contenidos donde lo importante es ese
ejercicio tan científico de probar y probar para tejer el camino sobre el que
transitar.
‘El Borrador’ tiene un sello particular. Un armazón
contemporáneo que nos lleva hasta el concepto de teatro de la Grecia Clásica: Dar
la voz al público para que exprese su protesta sin un control previo de la
narrativa. Si en las primeras representaciones del teatro griego el público
jaleaba la obra ganadora para convertirse en un acontecimiento político y
social, los espectadores de ‘El Borrador’ hicimos propuestas para gritarlas en
forma de protesta ciudadana. Cánticos al ritmo de una manifestación callejera
que fueron evaluados por el volumen de aplausos recibidos. El ganador del
concurso abogaba por la expulsión de los especuladores del mercado inmobiliario hasta hacer efectivo
el derecho que tienen todas las personas para acceder una vivienda digna.
A partir de ese momento de comunión surgió un proceso
creativo que aunó eso que los estudiosos de las artes escénicas del siglo XXI
han denominado teatro trasmedia, multimedia e intermedia. Una triada a la que
se unió al representación de algunas escenas que hacían efectivo las proclamas
de ‘Un manifiesto para momentos inestables’ firmado y asumido por los miembros
de ‘El Borrador’
El teatro trasmedia busca la participación del público
modificando los tiempos de recepción mediante un uso de la tecnología. ‘El
Borrador’ conecta con los espectadores de dos maneras. La primera es convertir
el clásico programa de mano en un fanzine
donde las escenas se presentan aunando sugerencia visual con músculo literario.
La segunda consiste en escanear un código QR para acceder a uno de los textos
que se van a representar. El espectador tiene la posibilidad de editarlo sin
límites, se puede borrar, añadir, sustituir o inventar. El resultado final se
representó mediante la lectura sobre sus teléfonos móviles de un actor y una
actriz.
El teatro multimedia se expresa mediante nuevos lenguajes
que suelen relacionarse con la tecnología. ‘El Borrador’ lo hace de dos maneras diferentes. Con el uso eficaz y
sugerente de proyecciones a modo de escenografía para ilustrar algunas escenas,
y mediante una experiencia netamente audiovisual donde la imagen es un vehículo
de lectura que te invita a seguir unas instrucciones con respecto al sonido. Un
experimento que invita al público a jugar con su capacidad para percibir,
separar o evitar diferentes ritmos y melodías.
El teatro intermedia propone la interrelación dramática de
medios, que en este caso consistió en la
adaptación de un podcast conversacional al lenguaje del escenario. La
herramienta utilizada fue la naturalidad de los actores para traspasar la
percepción auditiva de la palabra, y acompañarla de pequeñas acciones que
conformaron una actitud netamente teatral. Esa magia de convertir las palabras
pronunciadas en habitantes del espacio escénico, una carnalidad que propicia la
transición del audio original al boceto que empieza a dibujar unos personajes
todavía en contrucción
El segundo punto de ‘Un manifiesto para un momento
inestable’ que defiende ‘El Borrador’ se afirma que «La atención es nuestro
material escénico. Creamos un oasis de curiosidad en medio de las ruinas de la
economía de la atención» La economía de la atención es un concepto ligado a la
monetización de los usuarios de internet. Desde su definición hace 20 años
hasta la actualidad hay un nuevo factor que cambia todo el paradigma: La
incorporación de la Inteligencia Artificial (IA) cono catalizador de elementos
que siempre han pululado por la red, pero que ahora conforman un corpus común
donde el diálogo con la IA parece aunarlos en una lógica de conversación que
nos tiene hipnotizados sin saber muy bien donde empiezan y donde acaban los
diferentes contenidos. Información, intoxicación, entretenimiento y
monetización del tiempo de navegación son cuestiones que se mezclan para en el
mejor de los casos agitar la duda
nuestra neuronas, o simplemente caer en la trampa de un conversación donde
la mercancía eres tú.
María Aladren salió a escena para conversar con una IA,
poner en evidencia su condición algorítmica, y mostrar que su diseño solo tiene
finalidad de mantener el contacto todo el tiempo posible. En un momento de la
representación el público participó en el
diálogo y, aunque las respuestas circulares y alabanciosas de la IA provocaron muchas
risas, quedó patente que detrás de lo que se nos vende como supuestamente
inteligente hay una máquina que no comprende los vericuetos de una relación
crítica de preguntas que requieren respuestas meditadas. El duelo deja en
evidencia que la narrativa de la IA no va mucho más allá de gestionar, resumir,
organizar y exponer la enorme cantidad de información que circula on line.
‘El Borrador’ asume el mundo inestable en el que nos movemos
y lo traslada al escenario. Se trata de experimentar un método donde el error
se entiende como el paso previo a probar algo diferente. Los fragmentos que se
generan en ese proceso son susceptibles de ponerse en escena y así, lo
realmente importante es mostrar una evolución que en realidad nunca termina, y
cada nueva función es un nuevo techo en el camino.
David Diestre ha escrito una pieza titulada ‘La tercera voz’
que muestra esa inestabilidad en la representación. El punto de inicio recuerda
al aroma clásico de unos personajes en busca de autor, pero su texto tiene el
objetivo de revolucionar la representación desde dentro del propio texto, por
eso los personajes no buscan quien los defina, ellos asumen que pertenecen al
espacio escénico pero se rebelan contra lo que ya está escrito, y sus acciones
en realidad cambian el mensaje que el autor ha dictado en el libreto. Es una
manera de lleva a la práctica eso que ‘El Borrador’ llaman borrar y reescribir
para probar algo nuevo. En ese ejercicio el espectador se enfrenta a lo
imprevisible, en realidad no sabe si lo que se dice sobre el escenario es lo
que está escrito, o son reacciones de los actores llevados por la construcción
que ha hecho del personaje. Esa inquietud de no saber exactamente si el texto
es el clásico trabajo cerrado y acotado, o es solo la excusa de una realidad
mutante que se cambia en cada representación para probar otros fragmentos y
observar como reacciona el público ante un teatro donde nada está fijado por
completo.
La función terminó cerrando un círculo simbólico. Si al
comienzo la conexión con el público fue mediante la política de la protesta que
se grita en el ágora, en el epílogo fluía por unos cables de cobre que conectaba
de manera física artistas y espectadores hasta enchufarse en el ukelele y la
voz de Nines Carcelas. El rito era tan sencillo como cantar ‘La llorona’ en un
karaoke. Una canción popular que ha transcendido generaciones, y que se ajusta
perfectamente a la filosofía de ‘El Borrador’. De origen anónimo se han grabado
multitud de versiones con letras diferentes… ya sabes de lo que hablo:
escribir, borrar y volver a escribir para conseguir algo nuevo en cada
representación. Se llama ‘El Borrador #2’ y nació en ‘El Enjambre’ un
laboratorio colectivo para la comunidad artística de Aragón.
‘El Borrador #2’
Team Borrador: A Bontempi, A Pacheco Agudelo, D Diestre, E Pez,
J Palomar, L Wells, M Aladren, M Eugenia Rubio, M León, M Tendi, M Valdearcos,
M Wells, N Carcelas, R Conejero, R Herrero, R Muñoz Zuara, S Wells.
Sábado 13 de diciembre de 2025. El Enjambre
Etiquetas: critica teatro, David Diestre, El borrador, El Enjambre Lab, María Aladrén



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