La curvatura de la córnea

28 diciembre 2025

El Borrador #2 en El Enjambre Lab

 



 El Borrador #2 Teatro Remix para el siglo XXI

La segunda acepción de la RAE define borrador como un texto provisional susceptible de modificación y desarrollo. En El Enjambre han afinado esta definición para implementarla en el mundo de las artes escénicas. Ellos la conciben como una revista escénico-literaria en vivo con piezas cortas, improvisaciones, escritura y performance.

La energía y el buen tono que se gastan Louis Well y Maria Aladrén para presentar el proyecto dio paso a una representación que tiene como objetivo conectar con el público mediante la participación activa que va más allá de la presencia física de quien recibe un mensaje. La finalidad es compartir en tiempo real un espacio escénico sobre el que fluye información en doble sentido. Los actores apelan constantemente al público al mismo tiempo que recibe y reacciona a los impulsos generados desde el patio de butacas. El espectáculos es a la postre un gran contenedor de contenidos donde lo importante es ese ejercicio tan científico de probar y probar para tejer el camino sobre el que transitar.

‘El Borrador’ tiene un sello particular. Un armazón contemporáneo que nos lleva hasta el concepto de teatro de la Grecia Clásica: Dar la voz al público para que exprese su protesta sin un control previo de la narrativa. Si en las primeras representaciones del teatro griego el público jaleaba la obra ganadora para convertirse en un acontecimiento político y social, los espectadores de ‘El Borrador’ hicimos propuestas para gritarlas en forma de protesta ciudadana. Cánticos al ritmo de una manifestación callejera que fueron evaluados por el volumen de aplausos recibidos. El ganador del concurso abogaba por la expulsión de los especuladores  del mercado inmobiliario hasta hacer efectivo el derecho que tienen todas las personas para acceder una vivienda digna.

A partir de ese momento de comunión surgió un proceso creativo que aunó eso que los estudiosos de las artes escénicas del siglo XXI han denominado teatro trasmedia, multimedia e intermedia. Una triada a la que se unió al representación de algunas escenas que hacían efectivo las proclamas de ‘Un manifiesto para momentos inestables’ firmado y asumido por los miembros de ‘El Borrador’

El teatro trasmedia busca la participación del público modificando los tiempos de recepción mediante un uso de la tecnología. ‘El Borrador’ conecta con los espectadores de dos maneras. La primera es convertir el  clásico programa de mano en un fanzine donde las escenas se presentan aunando sugerencia visual con músculo literario. La segunda consiste en escanear un código QR para acceder a uno de los textos que se van a representar. El espectador tiene la posibilidad de editarlo sin límites, se puede borrar, añadir, sustituir o inventar. El resultado final se representó mediante la lectura sobre sus teléfonos móviles de un actor y una actriz.

El teatro multimedia se expresa mediante nuevos lenguajes que suelen relacionarse con la tecnología. ‘El Borrador’ lo hace  de dos maneras diferentes. Con el uso eficaz y sugerente de proyecciones a modo de escenografía para ilustrar algunas escenas, y mediante una experiencia netamente audiovisual donde la imagen es un vehículo de lectura que te invita a seguir unas instrucciones con respecto al sonido. Un experimento que invita al público a jugar con su capacidad para percibir, separar o evitar diferentes ritmos y melodías.

El teatro intermedia propone la interrelación dramática de medios, que en este  caso consistió en la adaptación de un podcast conversacional al lenguaje del escenario. La herramienta utilizada fue la naturalidad de los actores para traspasar la percepción auditiva de la palabra, y acompañarla de pequeñas acciones que conformaron una actitud netamente teatral. Esa magia de convertir las palabras pronunciadas en habitantes del espacio escénico, una carnalidad que propicia la transición del audio original al boceto que empieza a dibujar unos personajes todavía en contrucción

El segundo punto de ‘Un manifiesto para un momento inestable’ que defiende ‘El Borrador’ se afirma que «La atención es nuestro material escénico. Creamos un oasis de curiosidad en medio de las ruinas de la economía de la atención» La economía de la atención es un concepto ligado a la monetización de los usuarios de internet. Desde su definición hace 20 años hasta la actualidad hay un nuevo factor que cambia todo el paradigma: La incorporación de la Inteligencia Artificial (IA) cono catalizador de elementos que siempre han pululado por la red, pero que ahora conforman un corpus común donde el diálogo con la IA parece aunarlos en una lógica de conversación que nos tiene hipnotizados sin saber muy bien donde empiezan y donde acaban los diferentes contenidos. Información, intoxicación, entretenimiento y monetización del tiempo de navegación son cuestiones que se mezclan para en el mejor de los casos agitar la duda  nuestra neuronas, o simplemente caer en la trampa de un conversación donde la mercancía eres tú.

María Aladren salió a escena para conversar con una IA, poner en evidencia su condición algorítmica, y mostrar que su diseño solo tiene finalidad de mantener el contacto todo el tiempo posible. En un momento de la representación  el público participó en el diálogo y, aunque las respuestas circulares y alabanciosas de la IA provocaron muchas risas, quedó patente que detrás de lo que se nos vende como supuestamente inteligente hay una máquina que no comprende los vericuetos de una relación crítica de preguntas que requieren respuestas meditadas. El duelo deja en evidencia que la narrativa de la IA no va mucho más allá de gestionar, resumir, organizar y exponer la enorme cantidad de información que circula on line.

‘El Borrador’ asume el mundo inestable en el que nos movemos y lo traslada al escenario. Se trata de experimentar un método donde el error se entiende como el paso previo a probar algo diferente. Los fragmentos que se generan en ese proceso son susceptibles de ponerse en escena y así, lo realmente importante es mostrar una evolución que en realidad nunca termina, y cada nueva función es un nuevo techo en el camino.

David Diestre ha escrito una pieza titulada ‘La tercera voz’ que muestra esa inestabilidad en la representación. El punto de inicio recuerda al aroma clásico de unos personajes en busca de autor, pero su texto tiene el objetivo de revolucionar la representación desde dentro del propio texto, por eso los personajes no buscan quien los defina, ellos asumen que pertenecen al espacio escénico pero se rebelan contra lo que ya está escrito, y sus acciones en realidad cambian el mensaje que el autor ha dictado en el libreto. Es una manera de lleva a la práctica eso que ‘El Borrador’ llaman borrar y reescribir para probar algo nuevo. En ese ejercicio el espectador se enfrenta a lo imprevisible, en realidad no sabe si lo que se dice sobre el escenario es lo que está escrito, o son reacciones de los actores llevados por la construcción que ha hecho del personaje. Esa inquietud de no saber exactamente si el texto es el clásico trabajo cerrado y acotado, o es solo la excusa de una realidad mutante que se cambia en cada representación para probar otros fragmentos y observar como reacciona el público ante un teatro donde nada está fijado por completo.

La función terminó cerrando un círculo simbólico. Si al comienzo la conexión con el público fue mediante la política de la protesta que se grita en el ágora, en el epílogo fluía por unos cables de cobre que conectaba de manera física artistas y espectadores hasta enchufarse en el ukelele y la voz de Nines Carcelas. El rito era tan sencillo como cantar ‘La llorona’ en un karaoke. Una canción popular que ha transcendido generaciones, y que se ajusta perfectamente a la filosofía de ‘El Borrador’. De origen anónimo se han grabado multitud de versiones con letras diferentes… ya sabes de lo que hablo: escribir, borrar y volver a escribir para conseguir algo nuevo en cada representación. Se llama ‘El Borrador #2’ y nació en ‘El Enjambre’ un laboratorio colectivo para la comunidad artística de Aragón.

‘El Borrador #2’

Team Borrador: A Bontempi, A Pacheco Agudelo, D Diestre, E Pez, J Palomar, L Wells, M Aladren, M Eugenia Rubio, M León, M Tendi, M Valdearcos, M Wells, N Carcelas, R Conejero, R Herrero, R Muñoz Zuara, S Wells.

Sábado 13 de diciembre de 2025. El Enjambre

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