La curvatura de la córnea

06 enero 2025

Edelmiro II y el dragón Gutiérrez

 


Público y Títeres  en el país de Tri

Fernando Lalana confiesa en el prólogo de ‘Edelmiro II y el dragón Gutiérrez’ que una obra de teatro, más allá del disfrute de la lectura, su principal objetivo es ser representada, hasta aquí todo parece en orden, pero cuando uno llega a la página 47 te das cuenta del tipo de humor que se gasta el autor en esta acotación: “En este momento, entre el regodeo del público, aparece a espaldas del rey el Dragón Gutierrez. Mide cinco metros treinta de alto, y aunque tiene un aspecto horripilante, debe inspirar cierta ternura, problema que le endoso al escenógrafo de la Compañía. No olvidad los ocho cuernos”

La adaptación para títeres realizada por Teatro Arbolé ha pasado por alto esta indicación, ha convertido al narrador en titiritero para que fluya la comunicación entre el público y los personajes que, por aquello de cambiar la localización del país de Fofa al país de Tri, todos tienen una estrecha relación en su vestuario y apariencia con los triángulos.

Estoy convencido que cuando  Lalana escribió esta obra en el año 1990 estaba pensando en una obra representada por actores y por eso puso en boca del narrador algo así como: Quiero contaros una historia sensacional. Pero como es una historia muy larga y complicada y yo me cansaría mucho, van a ser los propios personajes los que os hablen. Es lo que la gente mayor llama teatro.

Me parece imposible que el autor imaginara que Iñaqui Juárez en el año 2025, haciendo gala de la veteranía que tiene en el oficio de titiritero, pusiera su experiencia y talento al servicio de su historia para que todos y cada uno de los personajes tomaran vida con una personalidad muy definida por el mecanismo mecánico que permite a los títeres de mesar realizar diferentes movimientos, y el aliño de una voz que los caracteriza. Como protagonistas El narrador como “pelmazo indispensable”. Benito “mandamás en funciones” El rey Eldemiro II que en la versión original estaba diplomado por la UNED pero en esta ocasión ha estudiado en Utebo (o vaya usted a saber). La “saladísima” reina Felisa. El dragón Gutiérrez “un dragón de los de verdad. No valen trucos” Un funcionario, una pregonera, un dragonero, un caballero, una bruja y todo el pueblo de Tri, un país tan pequeño que no está en Google Maps.  

La ejecución técnica es impecable y la relación que establece el titiritero con el público incrementa la importancia que Lalana les asigna cuando no define como un elemento muy importante, porque sin público no hay teatro. Juárez en su adaptación va un poco más allá, y además de pedir al público que esté atento a la trama y a lo que se cuenta (funciones que alguno adultos olvidaron), asigna al público tareas de vítores, el poder de los conjuros del derecho y del revés, y lo más importante… que forme parte de la acción.

‘Edelmiro II y el dragón Gutiérrez’

Producción: Teatro Arbolé. Autor: Fernando Lalana. Adaptación y titiritero: Iñaqui Juárez

Domingo 5 de enero de 2025. Teatro Arbolé

 


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