Don Gil de Olmedo es un sueño
Una comedia descacharrante
El teatro del Siglo Oro sumó el espectador popular al público
de clase alta, la representación cambió el Palacio Real por el Corral de
Comedias donde lo importante era pasarlo bien. ‘Don Gil de Olmedo es Sueño’ cumple
con esa pretensión y sitúa en la actualidad las características que Lope de
Vega expuso en 1609 sobre el ‘Arte nuevo de hacer comedias’, y lo hace en una escenografía
que recuerda un bar de carretera anclado en los años setenta con su barra
mullida, la sinfonola de los grandes éxitos y un buen número de puertas que
anuncian el ritmo trepidante de unos personajes que salen de escena y vaya
usted a saber quién vuelve a entrar.
El texto de la función es un excelente ejercicio de estilo que
combina fragmentos del teatro barroco y personajes arquetípicos como la doncella,
el galán y el caballero, con jerga y modelos contemporáneos como la pija de
rosa palo, un farsante con calzas verdes y una pareja de la Benemérita. La
dramaturgia se apoya en el vodevil para que la música sea un importante elemento
dramático que rompe el corsé temporal, a veces empuja la acción, y otras es un
nutritivo entremés para que la comedia respire antes de transformarse en
intriga y enredo, que tan pronto se alimenta de exageraciones artificiales del
gesto traducidas en placentera comicidad, como se detiene en un trágico remanso
poético donde florecen versos que hablan de amor, mentiras y verdades, de quien
está perdido sin saber su identidad y sueña con estar aquí o en otro estado más
lisonjero, mientras uno coro anuncia el desenlace fatal: Que de noche lo
mataron.
El elenco mueve con eficacia la maquinaria de la comedia, se
sube a la montaña rusa de las risas y muestra un excelente trabajo que salta de
un registro a otro, de la predestinación a la libertad para darle gusto al
vulgo.
Ficha Técnica de ‘Don Gil de Olmedo es sueño’
Calificación: 3 estrellas
Producción: Lagarto Lagarto – Zazurca Artes Escénicas.
Dirección Alfonso Palomares. Reparto: Minerva Arbués, Elena Gómez Zazurca,
Manuel López y Alfonso Palomares. Escenografía: Circoku / Teresa Pérez.
Etiquetas: Alfonso Palomares, critica teatro, Critica Teatro Heraldo, Don Gil de Olmedo es sueño, Elena Gómez Zazurca, Lagarto Lagarto, Manuel López, Minerva Arbués, Teatro de Mercado, Zazurca Artes Escénicas
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