La curvatura de la córnea

24 diciembre 2020

Feliz Navidad

 

Un día Juan José Millás me contó que un día abrió la boca para preguntar al día ¿qué día eres tú? Pero el día no contestó porque los días no saben qué día son. Los días no tienen ni idea de si son martes o jueves, a ellos les da igual que los cambies de semana, de día o de lugar. Y yo, que trabajo en una fábrica Non Stop donde la actividad industrial se mantiene durante las 24 horas de cada uno de los 365 días del año, entiendo a esos días porque en mi calendario laboral, mis días son otros días que no son ni lunes de resaca, ni martes y trece, ni miércoles de ceniza. Mis siete días de la semana a veces comienzan en jueves de pascua, viernes de dolores o domingo de resurrección. Este años en el que las autoridades bailan a la yenka con los protocolos para disfrutar de la Nueva Navidad, la Nochebuena en mi calendario venía señalada como un turno de noche para ir a trabajar con mascarilla, jabón de manos y distancia social y sin embargo, por aquello de la crisis económica, una ventana de oportunidad o vaya usted a saber que peregrina razón, el caso es que voy a pasar la Nochebuena en el salón ventilado de mi casa con un menú de guirnaldas, los villancicos de Diana krall y el debate con mi señora para elegir una película entre la corrosiva mirada de Placido o la eterna esperanza de Que bello es vivir. Pero antes me gustaría invitarte a mirar de reojo a este malaje de año que nos ha tocado vivir, levantar el ánimo para desearte una Feliz Navidad y tener un momento de recuerdo para nuestros compañeros que, con el equipo más reducido en 30 años, siguen trabajando en el turno para que todos los demás estemos tranquilos mientras ellos cuidan del lugar al que regresaremos a trabajar.

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