La curvatura de la córnea

26 julio 2020

Nadar


Nadar

La ventana del verano.
Aire caliente de libros.
Pileta municipal con agua desinfectada
y un manual para esquivar pandemias.

El espacio diáfano olvida titulares.
Sobre la superficie azul de la piscina
las desgracias y los sucesos
flotan rotos al vaivén de mil pedazos.

No es el sol, sino la mascarilla
blanca reutilizable Made in China
el horror de quien no se acerca
porque piensa que puede morir
o matar.

Nadie entiende mi sueño.
Acallo el grito verde.
Nado de un borde a otro.
Cinco brazadas por exhalación
libre de miradas:
Limpias, sucias, oscuras y de amor.
Me detengo cuando el oxígeno se va y, aún vivo,
repaso la vida con nuevos ojos.

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