La curvatura de la córnea

20 septiembre 2019

Algunas muertes deslumbran






Las cámaras desmayadas aguardan

a la muerte y gritan su nombre

como los pecadores de un pórtico románico.



Junto al velero de corazones

la policía, entre gemidos y quebrantos, llega

con lupas deslumbradas.



Los mansos de guantes oscuros aguardan

el equilibro de los cristales

el silencio que se rompe sin remedio

y un mundo que no tenga ni brisa, ni mar, solo desgracias



Algunas muertes deslumbran

porque se quedaron sin trajes.

Son niños que tropiezan.

Viejas que se resisten.

Gentes rotas sin bálsamo ni quitasol.



Detrás del encuadre catódico

el viento estancado recupera la calma

y los espectadores, derramados en el sofá,

silban la melodía del primer anuncio publicitario.

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