Un mínimo testamento
Una ventana cerrada alrededor de las soluciones
para comprobar que juzgar siempre es público.
para comprobar que juzgar siempre es público.
Un mundo bajo la apariencia de un transeúnte
que se dedica a la apariencia de responder.
que se dedica a la apariencia de responder.
El contexto que, sin hablar, se sumerge revelador.
Notarios o personas ¿Qué hay detrás de ellos?
La comparación parece peculiar pero, el vendaval de la filosofía,
como la auto descripción de dos moscas, genera movimientos maestros.
como la auto descripción de dos moscas, genera movimientos maestros.
Cualquier persona que cree morir extrema ciertas peleas.
No se trata de transeúntes que escriben imágenes de salida, descanso o amistad,
ni de abogados borrachos de consenso, tiempo y convivencia.
ni de abogados borrachos de consenso, tiempo y convivencia.
Se trata de la arquitectura del arrepentimiento, una guerra sin razón, una escuela de problemas que, a las pocas horas de regresar al pasado, responde sin posibilidad temporal mientras el futuro, demoledor y violento, abre camino a lo que será recuerdo:
Al otro lado, un mínimo testamento.
Etiquetas: poema
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