La curvatura de la córnea

13 noviembre 2011

"La Diferencia" una película de David Francisco

Nacemos transparentes y todo armoniza por la diferencia. Esa es una de las muchas imágenes poéticas que contiene “La Diferencia”, una película de David Francisco construida alrededor de los recuerdos cristianizados en palabra de Ángel Guinda (Premio de las Letras Aragonesas 2010)

El poeta zaragozano, en poco más de cincuenta minutos, repasa su devenir por la poesía, desde aquél día lluvioso en el que observó a una pareja de metal bajo la protección de un paraguas, y allí, en el por entonces Paseo María Moreno de Zaragoza, Ángel Guinda cayó subyugado por el magnetismo de la poesía. La revelación lo alejó definitivamente de las disecciones médicas a las que se veía abocado por tradición familiar. Bajo el influjo de esa posesión surgieron los primeros escarceos poéticos que tuvieron, en la figura de Carmen Sender, la crítica necesaria para reconocer lo poco literario de esos primeros textos, y a la vez convertirse en el oráculo que abrió la puerta a las lecturas, que llevarían a Guinda a los terrenos de la validez literaria.

La imagen del poeta se perfila entre el humo que desprende el pitillo prendido en sus dedos. Prenda de aquella necesidad inicial para relacionarse con el mundo literario que lo rodeaba. Un adolescente en busca de los veteranos, la primera lectura poética de su obra y la vida se trasvasa a la muerte. Llegaron los coqueteos con las drogas para abrir nuevos caminos, puertas hacía la vida ávida y a una cierta ansiedad por las críticas. Sin embargo fue una de esas reseñas la que le impulsó en su camino de constancia y búsqueda del compromiso poético.

El cambio del espacio fue fundamental para su obra. Salir de Zaragoza y situarse en Lavapies, un lugar que le permite el aislamiento del mundo en la soledad de su casa y al otro lado del portal, a tan sólo un paso, encontrarse con la enriquecedora diversidad de nacionalidades, credos y pigmentos que le sitúan en un barrio donde vivir es querer vivir.

Ángel Guinda repasa los temas que desfilan por su obra. Una lista de siameses: La vida como resistencia a la muerte y el paso del tiempo a modo de puente entre ambas. La soledad y la solidaridad. La juventud y la vejez. El miedo interior frente a la fantasmal realidad del mundo exterior. Y una triada conformada por amor, sexo y erotismo. Dos retos motivan la poética actual de Guinda. Por un lado la expresión minimalista y por otro, el poema de largo aliento. De nuevo la dualidad entre versos tan breves como “con con” y un poema en prosa fragmentada y avalancha espectral. Y en cada una de esas bifurcaciones del camino descubrir que toda la vida es errar, escuchar eternamente y dejarse germinar. Un camino jalonado de palabras donde la poesía se presenta como una de las mejores soluciones para sobrevivir ante la muerte.

“La Diferencia” es una película para escuchar con detenimiento. Un valioso testimonio de un poeta poseído por la necesidad vital de expresarse. Las palabras de Ángel Guinda y las imágenes de David Francisco nos muestran una visión particular del mundo, la poesía y la labor del poeta. La mezcla de estos dos creadores conforman una excelente comunión dónde el mensaje literario se con con-funde en una iconografía sencilla que resalta el sonido del verso, el pulso del autor que, a semejanza con la digitación de un pianista de jazz, recita sus poemas con rotunda delicadeza, la misma que utiliza para hablarnos de su vida, sus obras y sus motivaciones.

“La Diferencia” se estrenará el lunes 14 de noviembre de 2011,a las 19:30 h.

Sala CAI Luzán
(Paseo Independencia 10, Zaragoza)
Dentro del ciclo Proyectaragón 2011.

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