Amaral en Herrera de los Navarros
Herrera de los Navarros, un pueblo con poco más de setecientos habitantes, esta a sesenta kilómetros de Zaragoza. La carretera, cuando decidió dejar de lado el río Huerva, nos llevó hasta el ocaso de la tierra amarilla tras la siega, el cielo grana de cuando el sol se va y, escondido entre montañas, el escenario de la gira de Amaral.
Antes del concierto, y como preámbulo cultural, visitamos los tres bares junto al cauce empedrado y seco del río Herrera. La primera ronda a la sombra de la torre mudéjar, la segunda y la tercera con la banda sonora del primero de los teloneros: El sonido de Copiloto nos llegaba nítido y potente mientras la cámara de Aragón Televisión levantaba el revuelo entre paisanos y forasteros.
Entramos al campo de fútbol con los primeros acordes de Tachenko, un grupo que, según dijo una de mis acompañantes, ha mejorado mucho desde que el bajista se ha cortado el pelo. Momento de encuentro y saludo con algunos nativos que estaban con esa chispa en la mirada que les proporcionaba la emoción del evento y trasiego sin pausa de litros de cerveza en una barra de camareros rápidos, diligentes y amables. Tachenko se despidieron con agradecimientos y llegó la hora de darle avío al bocata de longaniza.
Amaral tiene una gran virtud, es de los pocos grupos con capacidad para alcanzar el número uno en las radio fórmulas, vender una cantidad razonable de discos para los tiempos que corren y tener caché entre la prensa especializada dónde se supone que se prima la calidad por encima de inventos mediáticos. Por eso hace discos como “Gato negro, dragón rojo”, la simbiosis de esas dos maneras de entender el negocio de la música que van desde la popularidad masiva al reconocimiento artístico. En ese difícil equilibrió siempre pesó más el pop que el rocanrol, por eso, cada vez que asistía a un concierto de Amaral sentía que no nos habían entregado toda la potencia que son capaces de generar, sin embargo, el concierto de Herrera de los Navarros fue distinto.
Javier Aguirre y Eva Amaral demostraron que tienen un buen puñado de canciones con sobreado espíritu eléctrico, y aún faltó más guitarreo. Cada vez que se vislumbró la posibilidad de un solo, Mr Aguirre se escondió muy pronto detrás de lo ortodoxo para mostrarnos sólo lo correcto. El día que este chico se desmelene en el escenario vamos a tirarnos por los suelos de gustito, porque ayer, como siempre, cedió todo el protagonismo a Eva. Pero claro, ¿que puedes hacer cuando la cantante de la banda aparece en escena guapísima, energética, con la entrega a flor de piel y cantando sobresaliente?
El concierto de anoche será uno de esos que no se olvida: Tuve la suerte de contar con un par de excelentes compañeras de coros y bailes. Me gustó el encuentro con Félix Oliván y su rebosante alegría que resumía la todo un pueblo. La cercanía sin agobios al escenario me permitió pasar de las pantallas de video y ese gesto tan simple le da otra dimensión a la música. Creo que hasta ayer no era consciente pero las canciones de Amaral forman parte de la banda sonora de mi vida.
Antes del concierto, y como preámbulo cultural, visitamos los tres bares junto al cauce empedrado y seco del río Herrera. La primera ronda a la sombra de la torre mudéjar, la segunda y la tercera con la banda sonora del primero de los teloneros: El sonido de Copiloto nos llegaba nítido y potente mientras la cámara de Aragón Televisión levantaba el revuelo entre paisanos y forasteros.
Entramos al campo de fútbol con los primeros acordes de Tachenko, un grupo que, según dijo una de mis acompañantes, ha mejorado mucho desde que el bajista se ha cortado el pelo. Momento de encuentro y saludo con algunos nativos que estaban con esa chispa en la mirada que les proporcionaba la emoción del evento y trasiego sin pausa de litros de cerveza en una barra de camareros rápidos, diligentes y amables. Tachenko se despidieron con agradecimientos y llegó la hora de darle avío al bocata de longaniza.
Amaral tiene una gran virtud, es de los pocos grupos con capacidad para alcanzar el número uno en las radio fórmulas, vender una cantidad razonable de discos para los tiempos que corren y tener caché entre la prensa especializada dónde se supone que se prima la calidad por encima de inventos mediáticos. Por eso hace discos como “Gato negro, dragón rojo”, la simbiosis de esas dos maneras de entender el negocio de la música que van desde la popularidad masiva al reconocimiento artístico. En ese difícil equilibrió siempre pesó más el pop que el rocanrol, por eso, cada vez que asistía a un concierto de Amaral sentía que no nos habían entregado toda la potencia que son capaces de generar, sin embargo, el concierto de Herrera de los Navarros fue distinto.
Javier Aguirre y Eva Amaral demostraron que tienen un buen puñado de canciones con sobreado espíritu eléctrico, y aún faltó más guitarreo. Cada vez que se vislumbró la posibilidad de un solo, Mr Aguirre se escondió muy pronto detrás de lo ortodoxo para mostrarnos sólo lo correcto. El día que este chico se desmelene en el escenario vamos a tirarnos por los suelos de gustito, porque ayer, como siempre, cedió todo el protagonismo a Eva. Pero claro, ¿que puedes hacer cuando la cantante de la banda aparece en escena guapísima, energética, con la entrega a flor de piel y cantando sobresaliente?
El concierto de anoche será uno de esos que no se olvida: Tuve la suerte de contar con un par de excelentes compañeras de coros y bailes. Me gustó el encuentro con Félix Oliván y su rebosante alegría que resumía la todo un pueblo. La cercanía sin agobios al escenario me permitió pasar de las pantallas de video y ese gesto tan simple le da otra dimensión a la música. Creo que hasta ayer no era consciente pero las canciones de Amaral forman parte de la banda sonora de mi vida.
Etiquetas: Amaral, conciertos
11 Comments:
Conocí a Amaral antes que se hiciera famosa, recuerdo que la oí cantar y le dije, nena, tienes buena voz
Tócate las pelotas que chula era yo eh?
jajajajajaja
Besicos de experta musical
Envidia envidia mucha ENVIDIA, solo digo eso.
Cachis cachis, Bilbao en mi agenda, pero bueno tampoco me lo he pasado nada nada mal, g g g.
Mira que ir a ver a Amaral hasta allá y no quedarte un día más para ver actuar a la Orquesta Sargantana en el pueblo de al lado..... mucho has cambiado , antes molabas más, jajjaja.
Abrazos,nos vemos en La Noche Sin Techo.
Armando
Tras el desembarco en Herrera,seguir los carteles que nos guiaron al campo de futbol, conocer los bares que estaban en la ruta y apreciar nuevas tendencias estilísticas, vimos un buen concierto de Amaral. Pero lo mejor fue la compañía de mis queridos Portos y Aramis, con cierto pesar por la ausencia del pequeño D'artagnan!
ATHOS.
toma fin de semana de espadachines! ^^
la verdad es q amaral empezo como una excusa para exarnos unas cervezas, bailar y cantar lo mas altisimo q nuestras gargantas pudiesen, pero al final disfrutamos de un conciertazo, si señor.
y de todo un monologazo en el autobus, por cortesia de ATHOS...
xDDD
fue un placeeeeeer^^
aRaMiS (y no precisamente la fuster...)
P. D.: para la proxima ya os llevare la frutica de postre! ;p
Hola Belén.
... pues ya verás cuando me oigas cantar a mi jajajajaja
Salu2 Córneos.
Hola George.
Conexión Herrera-Bilbao jajajajaja
Salu2 Córneos.
Hola Armando.
Joder. No sabía que la Sarganta serpenteara por esas tierras, si lo hubiera sabido...
Al día siguiente nos fuimos a Madrid, espero contarlo pronto
Y viva La Noche sin Techo 09
Salu2 Córneos.
Hola Sue desenfundando.
"Nuevas tendencias estilística" jajajajajaja ese pique, ese pique eh, eh.
jajajajaj
No se como le sentará la aludido eso de "pequeño" jajajaajaj
Salu2 Córneos.
Hola Laura.
Miss Fruta & Cocktail Smoke de mis entretelas, carita con boca abierta con el manbo number five y viva las chancletas.
Salu2 Córneos.
Si lo de pequeño viene de Sue, es un piropazo, si señor, "ausencia del pequeño D'artagnan!" si es que vale un valer. Y pequeño pequeño, tampoco soy no?. Ala que a la proxima no falta.
TODOS PARA UNA Y UNA PRA TODOS.
J
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