Peret + Invitados
Podría empezar esta crónica con un enlace hasta la décima entrada de La Curvatura de la Córnea, publicada el 31 de enero del 2006 con el título de “Rumbero”
Podría empezar por olvidarme de la endogamia que nunca es buena y subir el nivel de esta crónica entrecomillando las palabras del poeta Octavio Gómez Milián “A la rumba catalana estuvo a punto de devorarla los dos extremos: Los que la convirtieron en el soniquete del verano, los de terraza, paella para guiris y tinto con gaseosa, la caricatura y los que lo querían dotarla de unas ínfulas sesudas e intelectualoides para un género que por sus orígenes e intenciones sólo puede ser ligero y festivo, aunque las letras sean reflexiones directas, verdades como puños. En el medio siempre estuvo Peret, el gitano de Mataró, que agarró el son cubano, el bugalú del Harlem español, la sexualidad nada cohibida de Elvis Presley y algo del flamenco más accesible y nos regaló un puñado de canciones tan lindas que las cantan y bailan todas las generaciones de españoles.”
Podría empezar dando un salto en el recuerdo hasta una víspera del día del Pilar de vaya usted a saber que año. Un concierto nacional-regionalista con Ixo Rai y Labordeta como cabeza de cartel colapsó las ferias, las instalaciones de Interpeñas y parte de la Avenida Miguel Servet, mientras tanto, en el Pabellón Príncipe Felipe rumbeábamos al ritmo de Peret, y con Tonino Carotone de telonero, dos cientos gitanos, diez patriarcas, dos primos de Cornellá, la Miguelita y un servidor. Memorable
Podría empezar por defender la construcción de Gran Escala con el único argumento de levantar un Casino de Lujo dónde Toni, el más grande palmero de la historia, se pudiera retirar a cantar a las estepas monegrinas mientras quien esto escribe gastaba su pensión en Dry Martinis sentado en una banqueta del Bar Borriquito.
Podría empezar por preguntarme ¿Cómo fue posible que sobre el escenario estuviera Miguel Servole “Muchacho”, el ventilador de La Troba Kung-Fu, y sin embargo no apareciera Joan Garriga, cantante y acordeonista del citado combo?
Podría empezar por hablar de Laura, la sobrina de Peret, de las tres cubanas y de la israelita, de Los Manolos y del auxiliar de escenario, un tipo como para estar jubilado y que no paró de mover sillas, colocar micros y trasegar guitarras.
Podría empezar por contar la alegría que supuso volver a encontrarme en el patio del Anfiteatro 43 con el camarero de la cumbia, con el pincha discos del bugalú, con el calavera y con diablito, con el ínclito Closada.
Podría empezar a escribir y no parar pero no serviría de nada porque, en la noche de hoy, en la noche de hace un par de horas ocurrió lo que todos ustedes deberían saber: Peret armó el taco y demostró (Closada dixit) que “es el puto amo”. Las sístoles y diástoles de mi corazón rumbero así lo certifican: Pedro Pubill Calaf, más conocido por Peret, es cantante, guitarrista, compositor, gitano y el Rey de la Rumba Catalana.
Podría empezar por olvidarme de la endogamia que nunca es buena y subir el nivel de esta crónica entrecomillando las palabras del poeta Octavio Gómez Milián “A la rumba catalana estuvo a punto de devorarla los dos extremos: Los que la convirtieron en el soniquete del verano, los de terraza, paella para guiris y tinto con gaseosa, la caricatura y los que lo querían dotarla de unas ínfulas sesudas e intelectualoides para un género que por sus orígenes e intenciones sólo puede ser ligero y festivo, aunque las letras sean reflexiones directas, verdades como puños. En el medio siempre estuvo Peret, el gitano de Mataró, que agarró el son cubano, el bugalú del Harlem español, la sexualidad nada cohibida de Elvis Presley y algo del flamenco más accesible y nos regaló un puñado de canciones tan lindas que las cantan y bailan todas las generaciones de españoles.”
Podría empezar dando un salto en el recuerdo hasta una víspera del día del Pilar de vaya usted a saber que año. Un concierto nacional-regionalista con Ixo Rai y Labordeta como cabeza de cartel colapsó las ferias, las instalaciones de Interpeñas y parte de la Avenida Miguel Servet, mientras tanto, en el Pabellón Príncipe Felipe rumbeábamos al ritmo de Peret, y con Tonino Carotone de telonero, dos cientos gitanos, diez patriarcas, dos primos de Cornellá, la Miguelita y un servidor. Memorable
Podría empezar por defender la construcción de Gran Escala con el único argumento de levantar un Casino de Lujo dónde Toni, el más grande palmero de la historia, se pudiera retirar a cantar a las estepas monegrinas mientras quien esto escribe gastaba su pensión en Dry Martinis sentado en una banqueta del Bar Borriquito.
Podría empezar por preguntarme ¿Cómo fue posible que sobre el escenario estuviera Miguel Servole “Muchacho”, el ventilador de La Troba Kung-Fu, y sin embargo no apareciera Joan Garriga, cantante y acordeonista del citado combo?
Podría empezar por hablar de Laura, la sobrina de Peret, de las tres cubanas y de la israelita, de Los Manolos y del auxiliar de escenario, un tipo como para estar jubilado y que no paró de mover sillas, colocar micros y trasegar guitarras.
Podría empezar por contar la alegría que supuso volver a encontrarme en el patio del Anfiteatro 43 con el camarero de la cumbia, con el pincha discos del bugalú, con el calavera y con diablito, con el ínclito Closada.
Podría empezar a escribir y no parar pero no serviría de nada porque, en la noche de hoy, en la noche de hace un par de horas ocurrió lo que todos ustedes deberían saber: Peret armó el taco y demostró (Closada dixit) que “es el puto amo”. Las sístoles y diástoles de mi corazón rumbero así lo certifican: Pedro Pubill Calaf, más conocido por Peret, es cantante, guitarrista, compositor, gitano y el Rey de la Rumba Catalana.
Etiquetas: conciertos
2 Comments:
La alegría es compartida, pues encontrarme con vos siempre es de mi agrado. Y más si hay rumba o cumbia por en medio ;)
Saludos bailongos
Hola Closada.
La próxima cuando tire la tapia de ladrillos del garito clausurado jjajajajajaja
Salu2 Córneos.
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