“Un Dios Salvaje” de Yasmina Reza
La delgadísima línea que separa al homínido más primitivo del civilizado hombre occidental se puede sobrepasar en cualquier momento. Ese es el mensaje que nos deja Yasmina Reza en su obra “Un dios salvaje”.
Dos matrimonios educados y con buenas maneras se reúnen para solucionar la agresión que el hijo de uno ha propinado al vástago del otro. Los parabienes de lo políticamente correcto muy pronto se ven sustituidas por reacciones primarias, un rasguño en la máscara social de cada uno de los protagonistas es suficiente para desencadenar la agresividad. ¿Qué somos cuando pervertimos los códigos morales por los que nos regimos? ¿Somos capaces de defender nuestros posicionamientos sin arremeter contra los posicionamientos de los demás?
Yasmina Reza, como hizo en “Arte”, vuelve poner en boca de sus personajes las verdades más intimas que tanto cuesta reconocer, pensamientos en bruto que se escapan de corsés sociales para descubrir la verdadera cara de nuestra personalidad, una cosa son las palabras expuestas y otras suelen ser las intimidades escondidas hasta que la espoleta de vaya usted a saber rompe con los convencionalismos y estalla la guerra, una guerra sin muertos físicos pero pertrechada de saetas verbales y morales. Una tesitura que permite a los personajes cambiar de bando y de aliados siempre que convenga a unos postulados sostenidos en la crueldad, la envidia y el odio.
Una obra que lanza flechas certeras bajo el toldo de la comedia, esa es la gran virtud del texto, la búsqueda de la sonrisa del público, su complicidad, la respiración en el patio de butacas durante las pausas en el texto, silencios que pesan como una losa y se convierten en parte esencial de lo dicho y de lo que queda por decir.
Y los actores, señoras y señores, los actores son Aitana Sánchez Gijón, Maribel Verdú, Pere Ponce y Antonio Molero. Cuatro interpretaciones capaces de modular los personajes para que ninguno destaque sobre los demás. Mostrar con solvencia la capacidad, subrayada hasta la extenuación por la directora Tamzin Townsend, de manifestar los argumentos más amargo con la chispa y la dinámica que requiere la comedia. Un trabajo bien construido que aporta la evolución precisa en cada momento y para cada uno de los personajes, la dosis justa de incremento en esa espiral que camina hacia la inconfesable personalidad que cada uno de nosotros llevamos dentro.
“Un Dios Salvaje” es una excelente obra de teatro construida sobre un magnífico texto que consigue mostrar la dureza de un mensaje trágico con el envoltorio de la comedia.
Dos matrimonios educados y con buenas maneras se reúnen para solucionar la agresión que el hijo de uno ha propinado al vástago del otro. Los parabienes de lo políticamente correcto muy pronto se ven sustituidas por reacciones primarias, un rasguño en la máscara social de cada uno de los protagonistas es suficiente para desencadenar la agresividad. ¿Qué somos cuando pervertimos los códigos morales por los que nos regimos? ¿Somos capaces de defender nuestros posicionamientos sin arremeter contra los posicionamientos de los demás?
Yasmina Reza, como hizo en “Arte”, vuelve poner en boca de sus personajes las verdades más intimas que tanto cuesta reconocer, pensamientos en bruto que se escapan de corsés sociales para descubrir la verdadera cara de nuestra personalidad, una cosa son las palabras expuestas y otras suelen ser las intimidades escondidas hasta que la espoleta de vaya usted a saber rompe con los convencionalismos y estalla la guerra, una guerra sin muertos físicos pero pertrechada de saetas verbales y morales. Una tesitura que permite a los personajes cambiar de bando y de aliados siempre que convenga a unos postulados sostenidos en la crueldad, la envidia y el odio.
Una obra que lanza flechas certeras bajo el toldo de la comedia, esa es la gran virtud del texto, la búsqueda de la sonrisa del público, su complicidad, la respiración en el patio de butacas durante las pausas en el texto, silencios que pesan como una losa y se convierten en parte esencial de lo dicho y de lo que queda por decir.
Y los actores, señoras y señores, los actores son Aitana Sánchez Gijón, Maribel Verdú, Pere Ponce y Antonio Molero. Cuatro interpretaciones capaces de modular los personajes para que ninguno destaque sobre los demás. Mostrar con solvencia la capacidad, subrayada hasta la extenuación por la directora Tamzin Townsend, de manifestar los argumentos más amargo con la chispa y la dinámica que requiere la comedia. Un trabajo bien construido que aporta la evolución precisa en cada momento y para cada uno de los personajes, la dosis justa de incremento en esa espiral que camina hacia la inconfesable personalidad que cada uno de nosotros llevamos dentro.
“Un Dios Salvaje” es una excelente obra de teatro construida sobre un magnífico texto que consigue mostrar la dureza de un mensaje trágico con el envoltorio de la comedia.
Etiquetas: Aitana Sánchez Gijón, Antonio Molero, critica teatro, Maribel Verdú, Pere Ponce, Tamzim Townsed, teatro, Teatro Alcázar, Yasmina Reza
4 Comments:
Qué bien dices, Javier. Está claro que hay sentimientos (amor, odio...) que hacen que nuestros principios más sólidos se desintegren como un pedacito de hielo en el café negro, caliente, espeso. Y, fundido en líquido, el hielo no se reconoce a si mismo.
Hola Lamia.
Pero no sólo los sentimientos, tal vez sea, jajajaajaj, la llamada de la selva, ese camino que nos devuelve a la caverna, a lo primitivo, una camino que ha sido cerrado por tanta civilización pero que, de vez en cuando, se abre en estampida incontrolable.
Excelente imágen esa del hielo fundido en líquido.
Salu2 Córneos.
Releyendo de nuevo, porque nada mas empezar me he dado de cuen que ya lo habia leidohace meses mas o menos el 15 de noviembre, alicate de mi, pienso lo mismo de idem.
Que buena, me gusto mucho. Viendolo como veo desde hace 3 años las obras de teatro desde otro punto de vista que no solo el de disfrutar y reir o llorar. Desde el punto de vista de los artistazos que hay "a veces" encima de los escenarios.
Que buenos que son, destacando a Aitana y Antonio. Fueron los que mas me gustaron, pero los otros dos tambien muy muy bien.
Y de la obra que contare si tu ya la has visto.
El martes nos vemos Alicate, pero si puede ser con 3 gramos mas de energia ehhhh.
J
Estimados amigos y amigas esta es una excelente obre de teatro, es una de las obras con mejor nivel que alla visto, creo que seria muy provechoso para todos las personas ir a verla la pelicula.
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