La curvatura de la córnea

26 octubre 2008

Vendería mi billete interestelar (Don Nadie+Zombra+Rabanaque)

Estuve a punto de trasladarme de Zaragoza al Festival Periferias de Huesca a bordo de mi utilitario de plástico y crédito personal, caminito por la autovía que los carteles bautizan de Mudéjar. Pero en el último momento hice un viaje interestelar que me llevó desde el Barrio de Las Fuentes hasta el Centro Cultural El Matadero de la capital oscense, el lugar elegido por Don Nadie+Rabanaque+Zombra para presentarnos su nuevo material gráfico-poético-musical. A la entrada se nos entrego una papeleta que valía por un beso. El mío lo he regalado esta noche, ha sido antes de escribir esta reseña, un beso de ascensor que desencadenó un ciento de esos besos con sabor azufre de lignito de las noches más frías de los inviernos utrillenses, de cuando éramos dos cuerpos por saciar, dos bocas por fundir y dos amores por destilar.
Soñé con ellos en librerías del foro, o al ladito de la ría de Bilbao, los he visto actuar en un almacén, en bares, en el tablao de la plaza pública y en un gimnasio. Después de tanto peregrinar tras su pista por fin los he disfrutado sobre el escenario de un teatro, el territorio propicio para crecer, las tablas como lanzadera para la reivindicación, la revolución de los versos, el estrado para gritar que todos somos necesarios, que nuestra aportación solidaria es la clave infinitesimal, una diminuta contribución que sin embargo es imprescindible para solucionar todos los males que azotan este siglo impar.
“Vendería mi billete interestelar” es una invitación al futuro y comenzó con un cuento sobre la inmensidad del Cosmos, la marca Darwin y el sistema liberal de progreso. Lo que el cuento no nos contó es como será el futuro, ¿Un mundo de tecnología punta, desarrollo sostenible y otros escapularios de nuevo cuño? Pero para eso están los poetas, para revelarnos que el futuro no será todo lo que soñamos. El futuro será de los mismos de siempre, de los mismos dueños que nos robaron el pasado, de los mismos que nos moldean el presente, una fiesta a la que muchos de nosotros no estamos invitados. Nuestros billetes para el futuro no son válidos en la nave de los Botín, los Turner o los Cebrián. Pero todo no va a ser tragedia y desamparo, también tenemos que disfrutar de la esperanza en las golondrinas, los gorriones y del amor aéreo de los pies en el aire.
Don Nadie+Rabanaque+Zombra presentaron un espectáculo con continuidad dramática, incluso han auto editado el guión del evento, un salto formal de gran importancia porque abre nuevos frentes creativos, una oportunidad para rastrear por nuevos derroteros mucho más sólidos en la estructura externa del mensaje.
“Vendería mi billete interestelar” es un aviso para navegantes, el abreojos que necesitamos para comprender que los cambios nunca lo son para todos, la anunciación en forma de poema, de canción, de imágenes.
Carlos y Fernando de Zombra presentaron un atrezzo renovado con nuevos “aliños visuales” pero con la imaginación a la que nos tienen acostumbrados. Don Nadie sonaron como un tiro, las guitarras de Álvaro y la caja de las sorpresas con las voces de Gustavo tuvieron la virtud de cubrir todos los huecos del espectáculo, arroparon perfectamente la parte vocal del poeta, reinventaron sus temas más clásicos y, entre el nuevo material, una versión más Don Nade que nunca del “¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos?” de “Siniestro Total”. La primera vez que disfruté de la creatividad de este combo, el poeta Daniel Rabanaque se escondía tras las letras acostadas en un atril, no pasó mucho tiempo cuando ya le adiviné poses, actitudes y comportamientos escénicos propios de una estrella del rock. Ayer volvió a sorprenderme en su papel de hombre público sobre el estrado de la lucidez, el visionario que mira a través del catalejo para desentrañar los nudos de un futuro que los miopes de entendederas ni siquiera vislumbramos, el ciudadano capaz de gritar las verdades que están por venir, el caminante que abre brecha, el poeta que admira a otros poetas, lo dice y lo disfruta, el tipo que nos mira a los ojos con la franqueza de la que carecen los telepredicadores de las desagracias y los políticos hipócritas con conexión ADSL a los mercados bursátiles.
“Vendería mi billete interestelar” es un repaso crítico al pasado que nos ayuda a calibrar el decepcionante presente y a no peder de vista la hipócrita visión de un futuro que, aunque se nos promete tecnológico y científico, ¡vaya usted a saber señor equilibrista de la pista!
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La foto que encabeza esta entrada es una instantánea tomada en septiembre de este año durante La Noche Sin Techo 08.
De izquierda a derecha: Gustavo (Don Nadie) Fernando (Zombra, falta Carlos y de él nos acordamos antes del flash) Álvaro (Don Nadie) Javier (La Curvatura de la Cornea) y Daniel Rabanaque.
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Don Nadie
Zombra

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12 Comments:

At 27 octubre, 2008 11:45, Blogger Paula said...

y yo... también estuve allí.

no me canso de ver a estos chicos, me devuelven unas ganas de vivir que, en muchas ocasiones, considero perdidas, me sacan del tedio de los días que nada tienen que decir.

son impresionantes, lástima de esta timidez mía que me impide acercarme a darles las gracias en persona por la emoción que experimento.

en fin, un abrazo para ti, y otro para ellos, por lo que son capaces de mover

 
At 27 octubre, 2008 12:22, Anonymous Anónimo said...

que me emocionáis, hermanos...
un fuerte y estrecho abrazo
bien preñado
de ese futuro que seremos capaces de hacer
salù!
d

 
At 28 octubre, 2008 09:05, Blogger J.Manuel said...

Buenas Javier.
Acabo de descubrir tu blog y me parece muy bueno. Un saludo desde los alcañices.

 
At 29 octubre, 2008 09:44, Blogger Sara Fedrika said...

Parece interesante. Qué gusto asistir a un espéctaculo así. Métetelo en la mochila y puede que alguna vez necesites sacar slguna idea de allí. Porque ¿ Qué hacemos los demás sino volver a interpretar estas ideas que nos han gustado o impresionado?
Saludos, Crack.

 
At 29 octubre, 2008 16:04, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Paula.

Carita de boca cerrada que aún andabas pensaando en esa reflexión de si me pongo en tú lugar te quito el sitio :-)

Salu2 Córneos.

 
At 29 octubre, 2008 16:06, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Dani.

Vendaval de escenarios, sonrisa de terciopelo, el tercer elemento de de una gran idea, idea que tenéis la obligación de hacer crecer más y más, nuevos retos, nuevos caminos.
Has leído bien "obligación" con la estética, la ética y nosotros, los groupies jajajajaja

Salu2 córneos.

 
At 29 octubre, 2008 16:07, Blogger Javier López Clemente said...

Hola J.Manuel y bienvenido a esta bitácora.

Gracias por los halagos y una pregunta ¿qué te trajo hasta aqui? ¿el azar, el viento, las telcas?

Salu2 Córneos

 
At 29 octubre, 2008 16:08, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Sara.

El impacto audio-visual de este combo es tan intenso que no sabes muy bien como te puede afectar. Al menos esta vez pudimos comprar el guión del espectáculo, un asidero físico sobre el que navegar, ya veremos. Estos chicos son muy grandes.

Salu2 Córneos.

 
At 29 octubre, 2008 22:32, Blogger Manuel Martínez Forega said...

Visto y leído, Javi.
Sabía del Rabanaque, y sabía bien por comentarios de amigos y la admiración de Luis Felipe (El Silbo); aunque he de confesar que todavía no he tenido ocasión de verlo en acción. A ver, a ver...
Abrazos.
MANOLO

 
At 30 octubre, 2008 08:53, Blogger J.Manuel said...

Javier, me trajo el azar y un ratón. Vine a dedo. Un abrazo.

 
At 31 octubre, 2008 15:19, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Manolo

La ocasión llegará, ojalá podamos estar juntos en ese bautizo ejjejejeje

A Luis Felipe sólo lo he visto una vez, ya me vale, fue en la Expo, el día que recitó un poema en homenaje al trabajador fallecido en su puesto de trabajo. Simplemente maravillosos, así me gustaría recitar a mi ;-)

Salu2 Córneos y un abrazo.

 
At 31 octubre, 2008 15:20, Blogger Javier López Clemente said...

Hola J. Manuel

¡¡¡Que bueno eso de llegar a dedo!!!

Salu2 Córneos ;-)

 

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