La playa de las Transiciones
Ando a medias con la lectura de "Una violencia indómita" de Julián Casanova y en el epígrafe Violencia política y democracia me encuentro con una reflexión que intentaré trasladar a la actualidad.
Casanova recuerda que la dictadura de Primo de Rivera de 1923 no era un hecho único en Europa sino uno más de los regímenes militares de corte autoritario.
Primo de Rivera que compartía con Mussolini el rechazo a la democracia parlamentaria no necesitó la movilización de masas para llegar al poder sin embargo, tras ocho años, no fue una guerra la que derribó a la monarquía española, "sino su incapacidad para ofrecer a los españoles una transición desde un régimen oligarquíco y caciquil a otro reformista y democrático".
El rey Juan Carlos I fue durante mucho tiempo la imagen exitosa de una transición entre la dictadura de Franco y una democracia de estándares europeos. Todo ese prestigio está siendo sepultado por abundantes inicios de actividades ilegales para el ciudadano del montón pero que no afectarían al monarca gracias a la inviolabilidad recogida en la Constitución.
Cada vez que aparecen nuevos y bochornosos capítulos sobre las actuación del anterior Jefe de Estado y actual Rey Emerito se producen reacciones en el espectro más conservador de la política con la pretensión de defender a la monarquía y tal vez por eso, pienso que el actual monarca estará evaluando como realizar una transición que vaya desde el pedestal a punto de derribarse de su padre hasta el colegio de Gales donde estudia su hija. Algo tendría que hacer si no quiere que sus más fervientes defensores sólo sean el abono para un proceso constitucional del siglo XXI.
Etiquetas: articulo
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home