La curvatura de la córnea

03 agosto 2021

Más feliz que nunca

 

Ahora que me voy estoy más contenta. Ojalá pudiera explicar mis motivos, quizás entonces me entenderías mejor. Pero también creo que sería un ejercicio inútil porque en realidad nunca me has querido entender. Daba igual si te daba una oportunidad o mil, tu pensamiento, ese que crees tan inteligente, nunca ha hecho el mínimo esfuerzo por saber quién soy, por eso te escribía aquellas cartas que tanto te hacían reír cuando las recogías en el buzón y en las que me contaba para ti. Escribir me ayudaba a salir de ese pasillo oscuro por el que transitaba. Si las hubieras leído comprenderías mi pasado y el camino que seguí hasta llegar a ti. No fue un paseo agradable y a veces, cuando fantaseaba con otra vida, pensé que tu amor era la estación final.

No, no digas nada, no digas que no es justo. Ahora te veo claramente como el tipo indeseable que me asustaba, no era protección lo que me ofrecías, tan solo la oscuridad que precede al odio. Odias la vida, a la gente y a mí. Me trataste como a una mierda y yo, tan triste y desolada, pensé que me lo merecía.

No te voy a recordar todas las veces que me hundiste porque he decidido vaciarme de ti. Tú nunca has estado a mi lado, he borrado todas tus huellas, tus golpes y tu malababa y ahora, en estos momentos de gloria, voy a salir a la luz del sol para ser más feliz que nunca. Jodidamente feliz.

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