La curvatura de la córnea

22 julio 2021

Los cerdos se comen la historia



Me acabo de pegar un susto morrocotudo cuando al darle la vuelta al periódico me he encontrado con este titular en la contraportada: “Los cerdos se comen la historia” Les confieso que por mi cabecica han pasado, como en ese último minuto antes de la muerte, todas las declaraciones, inventos y majaderías que se han dicho en los últimos tiempos sobre la historia de los años treinta en España. Pero todo ha sido un mal entendido que ha durado poco porque, afortunadamente para todos, la crónica de Vicente Olaya versaba sobre un curioso acontecimiento acaecido en el municipio salmantino de Gallegos de Argañán donde, las tropas británicas y francesas se enfrentaron el 23 de abril de 1811 dentro de las actividades militares ocurridas durante la Guerra de la Independencia. Al parecer la batalla dejó abundante material bélico susceptible de ser estudiado como balas, botones o restos de armas. Pero hay un problema, en paraje bélico digno de se estudiado en la actualidad es una zona habitual para el tránsito de cientos de ejemplares de cerdo ibérico, vacas, jabalíes y corzos, un ganado que se está zampando proyectiles, uniformes y otras piezas de interés y, aunque los propietarios de los terrenos, ponen todo de su parte para que las investigaciones, que no dejan de ser una actividad invasiva, tengan éxito, el paso de los animales es una dificultad añadida porque el cerdo, que huele al azufre de las balas, las busca, las muerde y como al parecer no le gusta mucho lo que se encuentra, las escupe o se las traga para, en ambos casos, modificar los resultados de la investigación histórica, pero ostras!!!! ¿Investigación histórica sobre la Guerra de la Independencia que examina restos de tropas británicas y francesas? ¿Qué pensaran sobre esta deriva internacional del conflicto todos aquellos que sitúan en centro esencial de sus sentimientos patrióticos en 1808?

Etiquetas: