La curvatura de la córnea

03 enero 2021

Mutaciones

 

Leo una columna del genetista Miguel Pila y me doy cuenta de que las mutaciones de un virus son exactamente iguales a las mías. El ARN del SARS-Cov-2 tiene 30.000 letras de las que se hacen miles de copias moleculares y, como todos sabemos, cuantas más copias más posibilidades de cometer errores. La mutación, por tanto, no es un acto voluntario y las alteraciones solo son consecuencias de tanta actividad. Ni los virus ni yo mutamos con una finalidad, en realidad todo ocurre por azar y después, ya veremos qué pasa: La mutación puede triunfar o todo se puede ir al garete porque cuando el virus y yo mutamos no sabemos nada sobre el resultado final. El SAR-Cov-2 y yo no somos especialmente cambiantes y, aunque ponemos mucho empeño en replicarnos nos exactitud, a veces nuestras mutaciones afectan a un número  indeterminados de individuos y por eso, desde aquí quiero pedir perdón a todos y cada uno de ellos. Yo también estoy esperando a que mi próxima mutación sea la fetén.

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