Bodas de Sangre o el camino que va del amor a la muerte
Las palabras de Lorca brotan del surco, el trigo y el viento
para crecer en las tablas del escenario y llenar de belleza palcos y butacas.
Las palabras de Lorca son simiente, tierra y agua, la savia que nace del sol y
alimenta emoción y sentimientos. Las palabras de Lorca son un material que
parece sensible y dúctil pero tienen alma de acero y roca, tal vez por eso son
imperecederas y tientan una y otra vez a los dramaturgos que, embriagados por
el poeta de Granada, se adentran en sus palabras para decorar el universo del
genio.
Teatro del Alma representó Bodas de Sangre de Federico
García Lorca el pasado 24 de febrero en el Teatro de la Esquinas con un éxito sobresaliente
que terminó con el público en pie. Nada se puede añadir sobre el texto de Bodas
de Sangre que conforma una función poética, árida y musculosa, un texto
imprescindible al que regresar una y otra vez. Teatro del Alma lo hace con una
propuesta muy interesante con el trazo carmesí de la danza que enlaza escenas,
modifica la sensación temporal y representa la esencia de la muerte. El otro aditamento
lo encontramos en la sugerente aportación musical de voz, guitarra y bandoneón,
con tonadas que envuelven el espacio dramático y ensanchan las fronteras que
tan bien conocemos del terruño cercano para trasladar los sentimientos a latitudes
porteñas y tal vez fue por eso que, cuando la dramaturgia musical dio un giro
tan radical en letra y melodía, me sentí un poco confundido porque, cuando yo
esperaba una música de raíz, madera y fiemo, me encontré con una de esas
canciones que tanto me acompañaron en mis años mozos y, atrapado en el recuerdo,
intenté recordar la letra: Roxanne. You don't have to put on the red light. Those
days are over. You don't have to sell your body to the night. Roxanne. Pero la
escena pudo más que mis recuerdos y ese cuchillito que coge en la palma de la
mano penetró en mi corazón como ocurrió con el resto del público que culminó
con sus aplausos el rio rojo que vierte amor y odio sobre la tierra.
El reto de cualquier compañía de teatro que se enfrente a un
texto de Lorca es conseguir que la belleza bruta de las palabras se impregnen
de aliento y pulso. El trabajo actoral fue notable tanto en el fraseo como en
la expresión corporal, sin embargo, también aprecié algunas pausas que restaban
intensidad y aunque no sé muy bien cómo explicarlo, quizás me faltó la
evolución corporal de los personajes que si comienzan enamorados, confundidos o
desorientados poco a poco deben abandonar la volatilidad aérea de las dudas para
ir clavando sus pies en la sementera del drama, que la muerte los aplaste en la
tierra. Tal vez sea una cuestión física, incluso de movimientos. Tomaré como
ejemplo a Leonardo que se nos presenta deambulando, atribulado y que tan bien
enmarca su voz en las palabras, pero que
tan vez necesita de una gradación gestual más evidente hasta que llega a esa
brillante escena de intenso amor con la novia y de allí, desde el amor, tan
solo puede arrastrarse hasta el tálamo de la muerte. La madre del novio también
sufre esa transformación que va de la fuerza del muro de dos varas de ancho que
no permite la humedad de los sentimientos a ese derrumbarse sin consuelo y ese
transcurso también pide que la presencia o la gestuaidad de un polo a otro sea
mucho más nítida y contundente. Lo contrario le ocurre al novio y tal vez aquí
la transformación gestual sea más clara, la que va de la seguridad del dinero y
las viñas hasta la locura enrabietada que conduce a la muerte. Otros personajes
como la mujer de Leonardo permanecen y allí morirán atadas con sus pies al
suelo de la casa y a la nana de la cuna y su trabajo corporal así lo
transmiten.
Pero estas pequeñas disquisiciones escritas desde las teclas
de mi ordenador son a posteriori porque, durante la función sentí esa maravillosa
e inigualable sensación que nace en las tablas de un teatro, atraviesan el
cuerpo de los actores y provocan momentos de profunda emoción.
Permanezcan atentos a las carteleras de su pueblo o ciudad y
no se pierdan esta interesante propuesta de Teatro del Alma que, ”como un
cuchillito que apenas cabe en la mano pero que penetra fino por las carnes
asombradas” llegará al centro de sus corazones y les ayudará a entender el
profundo y negro abismo donde hundimos nuestras raíces sociales y culturales.
Etiquetas: reseña teatro, teatro, Teatro de las esquinas, Teatro del Alma
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