Segismundo sueña… en el Teatro de las Esquinas
El teatro llegó a su gran esplendor y popularidad en el
siglo XVII con Lope de Vega como el gran renovador, sin embargo fue Calderón de
la Barca quien retomó la fórmula teatral de Lope, embelleció el lenguaje y la
amplió hacía territorios más reflexivos y, aunque también escribió comedias de
capa y espada, en la obra de Calderón encontramos eso que Menéndez Pelayo
clasificó como drama filosófico. La vida
sueño pertenece a esa estirpe y tal vez por eso, en estos tiempos en los
que las autoridades educativas pretenden reducir la presencia de la filosofía
en las aulas, encontrar una propuesta en torno a esta obra de Calderón es un reclamo, un interés que
se agudizó cuando leí en el programa de mano que Teatro de Acción Candente
quiere “recuperar la esencia de Calderón”
La esencia de La vida
es sueño está íntimamente relacionada con la época barroca y los
enfrentamientos que la caracterizan: protestantes contra católicos; absolutistas
contra parlamentaristas. Podemos extender este planteamiento al texto de Calderón
de la Barca que aborda la predestinación frente al libre albedrío o la realidad
frente a la ficción. Dos debates de profundo calado que, después de cuatro
siglos, siguen presentes en el devenir cotidiano del siglo XXI.
Teatro de Acción Candente resume su propuesta en la creación
de un nuevo Segismundo que se enfrenta a la disyuntiva moral de obrar con
virtud o hacerlo siguiendo los instintos de esta era de la globalización cuando
la virtualidad de nuestra vida ha tomado una elevada presencia en redes
sociales y gracias a elementos tecnológicos que poseen la enorme capacidad de modular
nuestros sueños, un territorio muy peligroso dónde se diluyen las fronteras
entre lo real y lo ficticio.
Así planteado, uno podría pensar que La vida es sueño 2.0 será una propuesta dedicada a analizar el mito
platónico de la caverna y como el hombre occidental del siglo XXI se enfrenta a
esta nueva realidad on line que nos permite
proyectar las sombras de nuestra personalidad para crear un mundo de ficción al
alcance del teclado del resto del mundo. Vivir esa realidad, que tanto tiene de
ficción, (o viceversa) es sin lugar a dudas uno de los debates filosóficos de
nuestra era.
Teatro de Acción Candente, aunque se apoya en la obra de
Calderón, deja muy a las claras que su intención final no es traerla hasta el
siglo XXI para comprobar si su propuesta dramática y filosófica tiene validez.
La compañía opta por dejar sobre las palabras de Calderón la reflexión del ser
humano, introduce un texto nuevo desarrollado formalmente en la rima y el
ritmo del siglo XVII, y ejecuta un salto kantiano que abandona el mundo de las
ideas para lanzarse al mundo de los fenómenos, al mundo que nos rodea, al mundo
experimentado por nuestros sentidos, palpable y tan actual que termina por
convertirse en un mundo político, y por el camino de la política, Teatro de
Acción Candente plantea un determinado discurso ideológico. En este recorrido
hemos ganado lo actual, la realidad de los periódicos y los noticiarios de
televisión; pero también se ha diluido la complejidad conceptual de los grandes
temas propuestos en la calderoniana La
vida es sueño versión siglo XVII, y por lo tanto, creo que se pierde una
buena ocasión para cambiar la perspectiva, sobrevolar los acontecimientos y,
con la saludable intención de abrir la puerta a la reflexión, plantear el
eterno dilema “ y en el mundo, en conclusión / todos sueñan lo que son / aunque
ninguno lo entiende.”
Etiquetas: reseña teatro, teatro, teatro de acción candente, Teatro de las esquinas
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