La curvatura de la córnea

16 abril 2011

Tardes de Blog con Oler y Saber: Una charla para EnarOmarse


El primer recuerdo olfativo de mi invitada es un paseo por el campo de la mano de su tío. Un viaje iniciático dónde descubrió el aroma del espliego y asumió la responsabilidad de disfrutar y preservar tan bello regalo. Fue un poco más tarde, antes de cumplir los diez años, cuando decidió ser perfumista. Ocurrió en el huerto de su abuelo, un jardín dónde crecían los pétalos de rosa que, de una manera completamente intuitiva, transformó en perfume. Un viaje a la infancia de Isabel Guerrero, perfumista y editora del blog Oler y Saber, fu el inicio de la vigésimo segunda edición de Tardes de Blog en la librería El Pequeño Teatro de los Libros. La infancia, un territorio dónde esta creadora independiente comenzó a forjar un sueño que hoy es realidad, las primeras páginas de un libro que aún esta por escribir. Isabel ha construido este sueño con los mismos materiales que componen la inspiración: Muchos años de esfuerzo y trabajo que comenzaron con una titulación universitaria en Químicas, y el aprendizaje específico en el Laboratorio de Investigación de Puig Perfumes, que completó en París, en la Escuela de Perfumería Cinquème Sens. Isabel adquirió en este nutritivo periodo de aprendizaje la experiencia y los conocimientos necesarios para levantar una empresa dedicada al desarrollo de la cultura olfativa, un proyecto transversal de marcado carácter formativo que nació para dar a conocer el mundo de los aromas como una parte esencial del desarrollo personal. Cuando Isabel habla de perfumes su cara se ilumina y sus ojos, muy abiertos, proyectan la sabiduría de quien pisa con seguridad un terrero en el que se siente feliz. Me gustó su forma de expresarse, con la cadencia justa de quien busca lo conceptos apropiados al mensaje que quiere transmitir. La imagino recorriendo los puentes pedagógicos que conectan la sabiduría de su olfato con la ignorancia de mi nariz. Y de narices hablamos, de la importancia de mantener en perfecto estado de revista nuestro sistema olfativo, un mecanismo que se puede entrenar para, por ejemplo, ampliar la relación con el mundo exterior añadiendo la percepción olfativa de nuestro entorno cotidiano y así, modificar nuestro grado de relación con él, o educar el olfato para ampliar nuestra biblioteca de olores y asignar el aroma correcto a sintagmas tan bellos como bergamota o magnolia. Porque entrenar y ampliar el sentido del olfato significa aumentar la inteligencia y la intuición; ampliar la autopista del conocimiento para conseguir que los estímulos externos en forma de aromas inunden de manera directa y agradable nuestro cerebro. Por eso Isabel ha diseñado una serie de catas de olores en las que podemos tomar conciencia de nuestro sentido del olfato a través de una interpretación libre del Kodo, un ritual de relajación japonesa para escuchar la poesía que atesora el incienso; o de un acercamiento olfativo al vino y de allí nos fuimos al olor de las cocinas, ese refugio de lentejas y garbanzos que mi recuerdo mezcló con las tizas, las pizarras y, ¡¡de repente!!, la presencia inmaculada del olor de las gomas Milán como pasaporte a un paraiso de sensaciones olvidadas. Las mismas sensaciones de Proust frente al té y la magdalena. Porque ese es otro camino que Isabel nos invitó a recorrer: El disparadero creativo que va del olfato a la literatura. El otro campo profesional de Isabel Guerrero es la creación de perfumes a medida para particulares y empresas. Le pregunté como se enfrentaba a ese reto y si existía diferencia por cuestiones de género. Nos contó que su método para diseñar un perfume consistía en conectar con los deseos del cliente a través de entrevistas personales para conocer sus gustos y anhelos. Isabel también crea el ambiente oloroso de un evento, como por ejemplo mis bodas de plata. Para eso necesitaba saber cual era mi deseo para conmemorar esa celebración. Elegí el concepto “futuro” y ella, afinando sus instintos, nos confesó que su trabajo consistía en conectar, a través de enlaces químicos y creatividad, lo intangible de mi deseo con la percepción real de un aroma. Esta relación aromática se puede llevar desde la identidad corporativa de una empresa hasta la ambientación de un lugar. Las respuestas de Isabel me permitieron apreciar desde un punto de vista totalmente nuevo la utilidad de gozar de un buen sentido del olfato, desde la optimización de la compra en un supermercado, hasta la evaluación de prendas de vestir dependiendo de todo el rastro olfativo que van acumulando desde su fabricación, transporte y lugar de venta. Levantar una topografía olfativa de nuestra vida para ampliar la percepción de todo los que nos rodea. Abrir la mente hasta comprender la importancia de todos los aromas que nos rodean, distinguirlos, separarlos y almacenarlos para disfrutar del puro ejercicio mental, para inspirar nuestros textos literarios o para dar un nuevo ámbito de comprensión al mundo. También hablamos del futuro porque Isabel esta preparando catas olorosas alrededor de los aromas del té, y tiene previsto escribir algunos cuentos para niños que le ayuden a transmitir su pasión por las fragancias. Para terminar regresé al inicio de la charla y le pregunté por la importancia que había tenido su madre en el desarrollo de su proyecto profesional. Isabel alabó su comportamiento, la sabiduría de permanecer siempre a su lado y el hálito aportado para teñir de seguridad un camino que empezó durante una tarde de verano en la que Isabel transformó unos pétalos de rosa en fragancia, y decidió ser perfumista. Isabel, para concluir, nos regaló un pedacito de nieve que a mi me trajo aromas a limpieza, al balde de la ropa limpia que mi madre traída colgado de una sonrisa.

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1 Comments:

At 16 abril, 2011 20:34, Blogger Perfumhada said...

Muchas gracias por tu generosidad, por tu interés y por tu hospitalidad. Isabel

 

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