Lilith, Adán y Eva o la rebelión de edén
La obra “Lilith, Adán y Eva o la rebelión de edén” cuenta con un excelente texto de Antonio Hernández Centeno y un claro posicionamiento frente al hecho religioso. Sin embargo, la función comenzó con una rueda de molino servida deprisa y corriendo.
Desde que Obama preside los Estados Unidos es más fácil imaginar un Papa negro, sin embargo resulta bastante complicado imaginar que, tras veinte siglos de historia, ese cambio étnico en la jerarquía eclesial, conlleve una revolución en la doctrina de la Santa Madre Iglesia. Hernández Centeno comienza con una pirueta para justificar toda la historia que viene detrás, sin embargo, esa justificación creo que no es necesaria, entre otras cosas, porque va en contra del posicionamiento final del autor con respecto a la figura tutelar del Dios judeo cristiano con respecto a los hombres que, para serlo, no deberíamos tragar con ruedas de molino, ni las propias de la religión, ni las servidas por los dramaturgos.
Lilith es la instigadora de la rebelión en el Edén. La primera esposa de Adán fue expulsada del paraíso por su afán de modificar los cánones establecidos, cuestionar las creencias y las verdades absolutas. Una mujer que propone la desobediencia del hombre ante el poder omnímodo de Dios. Eva mordió la manzana y convenció a su compañero para conjugar el primer acto de insubordinación contra el poder, un gesto de libertad que conllevó la asunción de la propia responsabilidad, el libre albedrío y el destino de la humanidad sentenciada a peregrinar entre sufrimientos y espinas. Una vida en este valle de lágrimas bajo la severa mirada de Dios Nuestro Señor.
Pero la obra va un paso más allá. El autor aprovecha la expulsión del paraíso para provocar una catarsis final: La elección del pecado y una vida imperfecta frente a la monotonía idílica de la sumisión. Una invitación, como reza el programa de mano, “¡A darle el gran mordisco a la vida!”
Desde que Obama preside los Estados Unidos es más fácil imaginar un Papa negro, sin embargo resulta bastante complicado imaginar que, tras veinte siglos de historia, ese cambio étnico en la jerarquía eclesial, conlleve una revolución en la doctrina de la Santa Madre Iglesia. Hernández Centeno comienza con una pirueta para justificar toda la historia que viene detrás, sin embargo, esa justificación creo que no es necesaria, entre otras cosas, porque va en contra del posicionamiento final del autor con respecto a la figura tutelar del Dios judeo cristiano con respecto a los hombres que, para serlo, no deberíamos tragar con ruedas de molino, ni las propias de la religión, ni las servidas por los dramaturgos.
Lilith es la instigadora de la rebelión en el Edén. La primera esposa de Adán fue expulsada del paraíso por su afán de modificar los cánones establecidos, cuestionar las creencias y las verdades absolutas. Una mujer que propone la desobediencia del hombre ante el poder omnímodo de Dios. Eva mordió la manzana y convenció a su compañero para conjugar el primer acto de insubordinación contra el poder, un gesto de libertad que conllevó la asunción de la propia responsabilidad, el libre albedrío y el destino de la humanidad sentenciada a peregrinar entre sufrimientos y espinas. Una vida en este valle de lágrimas bajo la severa mirada de Dios Nuestro Señor.
Pero la obra va un paso más allá. El autor aprovecha la expulsión del paraíso para provocar una catarsis final: La elección del pecado y una vida imperfecta frente a la monotonía idílica de la sumisión. Una invitación, como reza el programa de mano, “¡A darle el gran mordisco a la vida!”
Etiquetas: teatro
3 Comments:
Javi:
Gusto, gusto en saberte...Acaso hay vida perfecta? tal vez sea vida domesticada, no?
Abrazos grandes, monique.
Hola Monique
Que bueno que regresaste!
Claro, esa es la teoría de la obra. Si Eva no hubiese pecado tal vez la vida sería perfecta, pero ¿a que precio? La libertad conlleva el peso de lo imperfecto, una carga que tal vez no lo sea pero que percibimos como tal, por eso soñamos con paraisos.
Y yo, a veces, sueño contigo.
Salu2 Córneos.
que buena obre de arte , nunca habia leido sobre una obra que tuviera el respaldo de tanta gente importante al rededor, me parece que esto va a ser un exito.
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