La curvatura de la córnea

03 agosto 2007

TUYYO (sobre un poema de Octavio Gómez Milián)

El volumen de la habitación fue modificado por su desnudez, caminó descalza y en puntillas, el aroma de su cuerpo se posó sobre mis párpados cerrados y la oscuridad formó auroras boreales. Estuve esperando el beso entre el tobillo o el lóbulo de la oreja, sin embargo, el primer contacto fue el de su pezón. Me acarició el torso hasta depositar aquella uva madura en la ansiedad de mis labios. Centímetros de felicidad. Decidí seguir en la penumbra de los ojos cerrados porque me asaltó la duda de encontrarme inmerso en un poema de Octavio Gómez Milián:

4 Comments:

At 04 agosto, 2007 14:46, Blogger Fernando said...

puede ser que te internes demasiado en la poesía..;);)..en estos casos lo mejor es olvidar esos recuerdos y hacer del cuerpo un nuevo descubridor de deseos y deleites...abrazos ...y deja las palabras para después.

 
At 05 agosto, 2007 16:08, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Fernando.

...¿y cómo conseguir separar el recuerdo del cuerpo, alejar el pensamiento y dejar sól la piel? ay, que más quisiera yo.

Salu2 Córneos

Las palabras también deberían ser importantes en ese mar de deseos entre su vientre y la sal.

 
At 06 agosto, 2007 23:35, Anonymous Anónimo said...

mola octavio!

 
At 08 agosto, 2007 01:33, Blogger Javier López Clemente said...

Hola ana.

Hoy he caído en la cuenta de que tiene un libro editado en chorrito de plata, así que tendré que hacer otro pedido online

salu2 Córneos.

 

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