La curvatura de la córnea

13 agosto 2007

Ecografía

Para Jorge y Nati

El mar amniótico era una balsa de aceite y chapotear en sus aguas tibias comenzó como una deliciosa pendiente hedonista — a la que sólo le faltaba el dudua de los Beach Boys — y terminó por resbalar hasta ser interrumpido de golpe y porrazo.
No lo podía ver bien, estaba muy cerca, demasiado cerca, tan cerca que sólo pude atisbar una nariz de zanahoria que terminaba en unas antediluvianas gafitas para la vista cansada. El tipo se fue alejando muy despacio, tenía barba poblada y una bata blanca con bolsillo superior repleto de bolígrafos de todos los colores. El instinto fetal comenzó a funcionar cotejando los datos disponibles. El extraño era un médico que extendía un gel frío y azulado sobre la tripa de mama, mientras el mar continuaba anclado en una calma chicha como preludio de la tormenta. Las señales disponibles no dejaban lugar a dudas: Estaba presenciando los preámbulos de una ecografía.
La ecografía era uno de los temas estrella en la Escuela de Fetos, en torno a ellas circulaban mil y una historias, las más populares había alcanzado el estatus de Leyendas Urbanas, como aquella que hablaba de un feto enamoradizo que se quedó prendado de la cara angelical de una Médico Interino Residente de primer año. Pasaron un par de décadas hasta que aquel feto, transformado en mocetón, encontró a la muchacha convertida en una bella mujer, y juntos vivieron el amor forever. Pero la más popular entre los estudiantes era la historia del ginecólogo torpe que murió electrocutado por el ecógrafo, justo en el preciso momento de sentenciar el sexo del feto. Porque, no nos engañemos, las ventajas terapéuticas de la ecografía se han visto eclipsadas por el espectacular anuncio del género al que pertenece el inquilino temporal del útero materno. Esta práctica, desde el punto de vista fetal, es una flagrante intromisión en nuestra intimidad. Por eso me apunté a la asignatura denominaba “Comportamiento ante una ecografía: Detección, Identificación y Acción” Era una formación de carácter voluntario y con un éxito creciente entre los fetos de países occidentales, al contrario de los fetos concebidos en el tercer mundo que, como no tenían que enfrentarse a ese tipo de invasión, participaban en un número muy escaso, esa divergencia de intereses introdujó esta asignatura en la maleta de las no calificables.
Los conocimientos sobre la detección y la identificación de las ecografías habían resultado eficaces, entonces comenzó la tercera parte de la estrategia que consistía en decidir cual de las dos acciones posibles era la más adecuada para la inminente invasión.
La primera de ellas era divertida, aunque para llevarla a cabo era necesaria una excelente preparación física y un grado elevado de rapidez, habilidad y flexibilidad. La táctica consistía en esquivar mediante volteretas, cabriolas y piruetas, de tal manera que las ondas que recorrían en útero para captar imágenes en su interior rebotaran si encontrar su presa.
La segunda era mucho más fácil y menos agotadora en su ejecución, ante la mínima sospecha de ecografía tenía que dar media vuelta. Ese ligero movimiento conseguía ocultar lo que todos querían ver, y sólo dejaba a la vista la parte posterior del cuerpo, desde la nuca hasta los pies pasando por dónde la espalda pierde su casto nombre.
Valoré las dos opciones y en medio de aquella diatriba recordé un detalle que no había tenido en cuenta ni en La Escuela de Fetos ni hasta ese mismo momento. Mis papas llevaban varías semanas llamándome Piolín. Todo empezó en la intimidad del hogar pero poco a poco ese apelativo fue saliendo a colación todas y cada una de las veces que se referían a mí, con independencia de donde y con quien hablasen.
La verdad, no me gustan lo apodos, tal vez por eso siempre nombro al resto de los mortales usando su nombre o algunos de sus dos apellidos. ¿Piolín era un apodo? Tal vez era un buen nombre para un canario pero para un feto sonaba fatal como nombre y como apodo.
Aquella variable nominativa era suficientemente importante como para acabar con cualquier maximalismo práctico, moral o filosófico, así que encontré la solución mucho más rápido de lo que supuse: Mandé al carajo la privacidad, la intimidad y el secreto de la identidad sexual, extendí las piernas, coloqué las manos tras la nuca y mostré orgulloso — al mundo, al médico y a mis padres — el atributo asignado para el género masculino.
Algunos de mis compañeros de estudios tal vez califiquen ese gesto como una traición. Yo no lo siento así. Creo que mi caso fue una emergencia no considerada por los teóricos, y revelar mi identidad sexual fue la única posibilidad de la que disponía para concienciar a mis padres en el uso de un nombre acorde a mi condición de feto, y así por fin, dejen de llamarme como a ese pajarito amarillo que sale por la televisión.

19 Comments:

At 13 agosto, 2007 06:51, Blogger Conciencia Personal said...

Yo soy una niña concebidas en el tercer mundo, sin intromisión.

Besos, Javi. Un abrazo grande como tú....

 
At 13 agosto, 2007 11:27, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Monique.

En mi caso tampoco hubo ecografías, al fin y al cabo es un invento moderno, entre otras cosas porque mi madre confundió el embarazo con la menopausia, hasta los seis meses no se enteró de la noticia :-)))

Salu2 Córneos, besos y abrazos.

 
At 13 agosto, 2007 14:56, Blogger Eryx Bronte said...

Ja, así que no pensaron en que alguien venía hasta casi su llegada. Bonita historia.

 
At 13 agosto, 2007 16:04, Blogger Gubia said...

Buena historia, me gusta el final. Parece que ese niño va a ser todo un terremoto de energía. Lo de Piolín es muy tierno, me ha gustado,jjaaja.
Un abrazo.

 
At 13 agosto, 2007 22:37, Anonymous Anónimo said...

Eres magnífico, de verdad.
Acabas de conseguir que sonría por una ecografía inocente...no te asombres pero estoy pensando en Ainhoa escondiendo sus piernas y sus brazos al ecógrafo/a...(algo así tuvo que ser)
Que bien, ya puedo pensarlo con buen humor. Gracias.
PD Ese torpedo tuvo que quedar cañón en la foto de la eco...

 
At 13 agosto, 2007 22:38, Anonymous Anónimo said...

Ah, recuerdo que en las primeras ecografías a Daniel lo llamábamos Casper...es lo que tenía la eco en blanco y negro

 
At 13 agosto, 2007 23:53, Blogger George said...

Me dejas impresionado con tu imaginacion. Algun dia le enseñare este texto a Piolin, porque todavia no tiene nombre, g g g. Me ha gustado muchisimo, ademas me siento muy identificado al ser el padre de la criatura en cuestion abierta de pierna s para que todo el mundo le ve al la...
Gracias

 
At 14 agosto, 2007 00:05, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Eryx Bronte y bienvenido a esta bitácora.

Así fue, esa es una historia que debería contar, si señor, cúal fue la génesis del embarazo de mama, su desenlace y ya ves...¡aqui estoy!

Salu2 Córneos.

 
At 14 agosto, 2007 00:07, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Gubia.

Podríamos decir que el final, el final de verdad esta por llegar, he estado pensando que ese niño es un poco el niño de esta bitácora y quien sabe... tal vez vuelva por aqui.

Lo de Piolín es tierno menos para el gato al que putea constantemente ;-)))))

Salu2 Córneos

 
At 14 agosto, 2007 00:14, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Lamima, hola doble :-)

Ya lo he dicho alguna vez, es gratificante que una historia arranque la sonrisa.

Lo mismo me ha pasado a mi cuando has mencionado a Ainhoa, yo me la imagino perfectamente rebotando de aqui para allá en plan tortugas Ninja :-)))))

"Ya puedo pensarlo con buen humor" Esa frase, Lamima, no tiene precio para mi, es una de las mejores satisfacciones que podría conseguir. Gracias a ti por venir hasta aqui a decírmelo.

No, si de Piolines y Caspers debe estar el mundo lleno jajajaja

Y aprovecho para abrir una lista de los nombrecitos asociados a las ecografías, aunque Lamima, ese seria un estupendo post para tu bitácora, ¿te gustaría probar?

Salu2 Córneos y un saco de besos para que los repartas.

 
At 14 agosto, 2007 00:16, Blogger Javier López Clemente said...

Hola George.

¡¡Efectivamente por fin tenemos la visita del padre!!

Ya veo que has cazado la indirecta del nombre jajajajajaja, ya sabes que mi apuesta es Javier ;-) un nombre con enjundia.

Sobre atributos de entrepierna este no es el foro aduecuado jajajaaj

Salu2 Córneos y gracias a ti por el humor, la camaradería y los Karaokes.

 
At 14 agosto, 2007 18:26, Blogger Fernando said...

Lo prometido es deuda:




Entregarte a los silencios del faro

y en sus secuencia seguir las estelas

en la noche eterna del océano.

Una, dos, tres ráfagas cortas y una larga

como un minucioso trabajo de arquitectos

donde el agua se enciende

y en un instante se ven las carreteras del mar,

luminoso trazo para navegar con la mirada

hasta el horizonte que arrastra la penumbra.

Allí, los sueños se hacen tangibles

y a ti llega con la brisa el sabor de su boca,

la dulzura de su piel, la línea sagrada de su cuerpo,

nada más que lo importante,

aquello que te une a la vida.




Espero te guste..no es nada pretencioso...busque la luz silenciosa de un faro

abrazos


f.

 
At 15 agosto, 2007 12:56, Blogger maite said...

muy gráfico en detalles, coloqué las manos tras la nuca...si es que se puede ver!

 
At 15 agosto, 2007 18:37, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Fernando.

Darte las gracia sería tan poca cosa que he pensado que una entrada en esta bitácora sería un poco más...

Así que el día del 15 de agosto con media España de fiesta, el post de esta bitácora es mi agradecimiento.

Salu2 Córneos, poeta, y gracias.

 
At 15 agosto, 2007 18:39, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Maite.

jajajajajaja. ¡Claro que se puede ver! jajajajaja

La verdad es que con ese gesto no me quedaba otra que ser gráfico

jajajajaja
jajajajaja
jajajajajja

Salu2 Córneos.

 
At 15 agosto, 2007 21:01, Blogger maite said...

como te ríes a mi costa!!!

 
At 15 agosto, 2007 21:07, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Maite.

No, no me rio a tu costa pero me ha hecho mucha gracia cuando he visualizado esas manos a la nuca y jajajajajajaaj, no me digas que no es un gesto fetal para desternillarse.

No Maite, no me rio a tu costa, es tu comentario el que me lleva a la hilaridad... y eso es un halago, te lo aseguro.

Salu2 Córneos con las manos detras de la nuca ;-)

 
At 20 agosto, 2007 16:49, Blogger Mamen said...

Muy divertido. A los tres meses de gestación, si tose la embarazada, sale la imagen del feto en el video, flotando como si fuera un astronauta.Curioso.Así guardo el recuerdo de mi niña.

 
At 20 agosto, 2007 22:41, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Mamen.

¿No será al revés? no será que el feto hace exactamente lo que le enseñaron en la escuela de fetos.

Que encanto una niña astronauta :-)

Salu2 Córneos.

 

Publicar un comentario

<< Home