Algunas mañanas de verano
Algunas mañanas de verano, mientras estoy de vacaciones, sólo me levantaría para cagarme en la puta biología, coger a la Gonadotropina Coriónica por los pelos y arrastrarla hasta los lodazales que encharcan mis pensamientos.
Algunas mañanas de verano, mientras estoy de vacaciones, sueño con cepillar cien veces su melena, diseñar simetrías imposibles entre kirikis, coletas y lazos a juego con las florecillas de unos pantalones pirata de mercadillo; con bañadores rosas de topos rosas, toallas rosas de Pocoyo y mira-rosa-como-me-tiro-de-cabeza; divisiones con decimales, escribir un cuento a medias y contar con los dedos de la mano; corre-corre-que-te-pillo, el día del visitante en unas colonias y preparar bocadillos de jamón con tomate.
Algunas mañanas de verano, mientras estoy de vacaciones, siento que paso por la vida, que sólo paso, que paso solo.
Algunas mañanas de verano, mientras estoy de vacaciones, sueño con cepillar cien veces su melena, diseñar simetrías imposibles entre kirikis, coletas y lazos a juego con las florecillas de unos pantalones pirata de mercadillo; con bañadores rosas de topos rosas, toallas rosas de Pocoyo y mira-rosa-como-me-tiro-de-cabeza; divisiones con decimales, escribir un cuento a medias y contar con los dedos de la mano; corre-corre-que-te-pillo, el día del visitante en unas colonias y preparar bocadillos de jamón con tomate.
Algunas mañanas de verano, mientras estoy de vacaciones, siento que paso por la vida, que sólo paso, que paso solo.
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