A las cinco de la tarde
A principios de los años ochenta confluyeron en Utrillas varios factores que propiciaron más de una década de Fiestas Patronales de no te menees: Varías generaciones con ganas de divertirse, una economía local todavía saludable, unas excelentes Comisiones de Fiestas, el apoyo de las autoridades municipales y una Plaza de Toros a estrenar.
Uno de los secretos del éxito era la venta masiva de los bonos de las fiestas a precios razonables y que permitía asistir a todos los espectáculos programados, es decir, sesión de tarde y noche durante cinco días.
El calor pesado de los primeros días de septiembre solía derrumbarse con noches frescas de luna verbenera, besos en las tapias y estrellas como lamparitas de noche. Las tardes en la Plaza de Toros eran de sudor pegado a la piel como si la sangría se derramara por los poros.
Las Fiestas iban mediadas y el cuerpo, pese a los días de charanga, las noches de bailoteo y las madrugadas de almuerzos, aguantaba gracias a los dieciocho años. Acudí a las gradas del alvero con la intención se cabecear una siestecita en algún rinconcito de la zona de sombra, un descanso para retomar fuerzas y regresar al jolgorio.
La actuación comenzó a las cinco de la tarde. Un señor bajito de movimientos nerviosos, empaquetado en un elegante traje azul marino, repeinado con empaque y encaramado sobre dos botines de tacón cubano tomó la plaza de toros sin complejos, soltó un par de carcajadas y aseguró que era la primera vez en su carrera profesional que cantaba bajo aquel sol de justicia, sin un triste toldito en el que cobijarse, y a una hora tan taurina.
Lo he hecho algunas veces y hoy lo he vuelto a intentar. Me miro, me veo y me gusta: Fiesta, cachondeo y buen humor. Un chaval con gorro despeluchado, barba incipiente, cachirulo morado al cuello, camisa naranja de La Peña de la Charanga, pantalones blancos, maripis del mercadillo y la movida de los ochenta que nos convertiría en modernos en fase de incubación. Desconozco el mecanismo, el pensamiento tal vez inexistente, el hecho objetivo es que abandoné la prepotencia musical tan propia de los años cercanos a la mayoría de edad, me coloqué a pie de escenario y ovacioné sin complejos ni zarandajas a un señor que, después de ser jardinero y taxista de Ava Gadner, llegó a un pueblo de la provincia de Teruel para dejarse la vida y agradar a la concurrencia con un espectáculo aderezado con lo que algunos llamaron la copla pop.
El Fary ha muerto de cáncer de pulmón a la edad de setenta años, que estas palabras sirvan como mi más sincero y emotivo homenaje por aquella tarde de septiembre en la que aprendí a respetar el trabajo de un artista.
Uno de los secretos del éxito era la venta masiva de los bonos de las fiestas a precios razonables y que permitía asistir a todos los espectáculos programados, es decir, sesión de tarde y noche durante cinco días.
El calor pesado de los primeros días de septiembre solía derrumbarse con noches frescas de luna verbenera, besos en las tapias y estrellas como lamparitas de noche. Las tardes en la Plaza de Toros eran de sudor pegado a la piel como si la sangría se derramara por los poros.
Las Fiestas iban mediadas y el cuerpo, pese a los días de charanga, las noches de bailoteo y las madrugadas de almuerzos, aguantaba gracias a los dieciocho años. Acudí a las gradas del alvero con la intención se cabecear una siestecita en algún rinconcito de la zona de sombra, un descanso para retomar fuerzas y regresar al jolgorio.
La actuación comenzó a las cinco de la tarde. Un señor bajito de movimientos nerviosos, empaquetado en un elegante traje azul marino, repeinado con empaque y encaramado sobre dos botines de tacón cubano tomó la plaza de toros sin complejos, soltó un par de carcajadas y aseguró que era la primera vez en su carrera profesional que cantaba bajo aquel sol de justicia, sin un triste toldito en el que cobijarse, y a una hora tan taurina.
Lo he hecho algunas veces y hoy lo he vuelto a intentar. Me miro, me veo y me gusta: Fiesta, cachondeo y buen humor. Un chaval con gorro despeluchado, barba incipiente, cachirulo morado al cuello, camisa naranja de La Peña de la Charanga, pantalones blancos, maripis del mercadillo y la movida de los ochenta que nos convertiría en modernos en fase de incubación. Desconozco el mecanismo, el pensamiento tal vez inexistente, el hecho objetivo es que abandoné la prepotencia musical tan propia de los años cercanos a la mayoría de edad, me coloqué a pie de escenario y ovacioné sin complejos ni zarandajas a un señor que, después de ser jardinero y taxista de Ava Gadner, llegó a un pueblo de la provincia de Teruel para dejarse la vida y agradar a la concurrencia con un espectáculo aderezado con lo que algunos llamaron la copla pop.
El Fary ha muerto de cáncer de pulmón a la edad de setenta años, que estas palabras sirvan como mi más sincero y emotivo homenaje por aquella tarde de septiembre en la que aprendí a respetar el trabajo de un artista.
8 Comments:
Puto cáncer.
Hola Ana.
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Salu2 Córneos.
Dejé hace ocho años de fumar por cuestión de salud y cuando me entero que fallecen por este cancer gente que nunca ha fumado o llevaba miles de años sin fumar me produce impotencia.
El cancer ataca sin mirar a quien ni porque, da igual la vida que hayas llevado. De repente le coge tirria a alguien, lo acecha y ¡pum!, lo mata.
Es que hay un antes y un después de ver al Fary en directo. Yo curiosamente también aprendí esa lección con él. Fue en un concierto en interpeñas hace unos años con mucho mamón haciendo la gracia. Fue ponerse a cantar y quitarles la tonteria. Te infundía eso, respeto. Un respeto reverencial.
La gente habla de él más de lo que lo escucha.
Nos quedan sus canciones.
Hola Mamen.
Fumar perjudica la salud, eso parece ser que esta claro, hay muchas otras cosas que también la perjudican pero la evidencia que relaciona cáncer con tabaco esta muy clara.
Por supuesto que hay personas que sin haber fumado y llevando una vida saludable se ven afectadas por el cáncer, yo conozco un caso en mi familia, pero esa no debería ser la escusa para, por ejemplo, fumar, podrá ser otra cualquiera, y las hay a montontes, pero no esa que dice: Mira, ese no fumaba y ha muerto de cáncer, porque eso no te va a libar a ti de padecerlo.
¡Vaya rollo que me he marcado!
Salu2 Córneos y no fumadores :-)
Hola a Las telepatéticas y bienvenidas a esta bitácora.
Recordemos que cada vez se curan más tipos de cáncer. Ahora voy a colgar precisamente en www.otrascurvaturas.blogspot.com un comunicado de Luz Casal anunciando la finalización de su periodo de quimioterapia.
Salu2 Córneos y espero volver a verte por estos pagos.
Holal Goulds.
¡¡¡Cómo me alegra tu comentario!!!
Es curioso porque entre el concierto de este post y al que tu te refieres dista unos veinte años o más, casi ná pal pelo, co.
Que un mocetón zaragozano hable de respeto reverencial para con el Fary es una gran sorpresa que alegra a las paredes de esta bitácora... Es cierto, lo que debería marcar son las canciones, la entrega, la profesionalidad y dejarnos de tópicos, etiquetas de mala picaura y ¡¡yo que sé!!
Y digo más: Nos queda la música.
Salu2 Córneos.
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