La curvatura de la córnea

03 junio 2007

Despertar

El cierzo azotó su despertar contra la persiana cerrada a cal y canto. Los ojos, atemorizados por la posibilidad brillante del sol, sólo tuvieron valor para escrutar los dígitos rojos que certificaban el paso del tiempo. El sobresalto produjo la migración de media vuelta hacia los territorios inhóspitos del otro lado de la cama donde el frío era aún más intenso, la tristeza se asentó en mis huesos y un nuevo día vino a joderme la vida.
La primera señal de alerta fue una familiar sequedad en la boca que pensó eliminar con algún líquido fresco. El camino hasta la nevera estaba jalonado por la más cerrada oscuridad y tal vez fue el miedo a tropezar, la victoria de la desidia o una alarmante falta de optimismo la causa que le impidió levantarse y caminar. Se dejó caer sobre el dúctil suelo de madera y comenzó a reptar sobre las bolitas etéreas de polvo que se amontonaban por doquier. El recorrido resultó mucho más arduo de lo que esperaba. Descansó, una vez terciado el camino, sobre la ensenada donde aún dormía el PC.
Pulsó el botón de arranque con el movimiento instintivo que da la rutina del que no espera gran cosa. Para su sorpresa, la pantalla emitió un hálito de alegría cuando la oscuridad quedó rota por el logotipo de Windows. Fue un instante breve, brevísimo, demasiado efímero para la catarsis pero, sin embargo, fue la más larga señal de amistad que había recibido en mucho tiempo. No consiguió las fuerzas suficientes para elevar el cuerpo y sentarlo sobre la silla. Ante aquella dificultad postural, intentó mover el ratón arrodillado ante el altar tecnológico pero comprobó horrorizado como los músculos no acertaban a sincronizarse con los deseos. Pasó largo rato en aquella danza estúpida de querer alcanzar con los dedos lo que el cerebro le negaba. Desistió apuntillado contra las tablas. La muerte del sobrero fue un ritual sin fiesta, sin la grandiosidad soñada, un cúmulo de vómitos de sangre sin brillantez: El descubrimiento amargo de que la tristeza había vuelto a ganar la batalla.

14 Comments:

At 03 junio, 2007 14:22, Blogger Sintagma in Blue said...

múltiples batallas tiene cada guerra, lo importante es avanzar

 
At 03 junio, 2007 17:47, Blogger El detective amaestrado said...

Un sobrero en una pantalla del pc...Imagen dúctil de un grado cierto de tristeza

 
At 03 junio, 2007 18:38, Anonymous Anónimo said...

He tenido despertares amargos....pero, afortunadamente, no tanto.

 
At 03 junio, 2007 22:47, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Sintagma in blue.

Es cierto, lo importante es avanzar, tal vez tenemos que aprender que algunas veces, retroceder o permanecer quietos... también es avanzar, ¿no crees?

Salu2 Córneos.

 
At 03 junio, 2007 22:49, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Detective.

¿Te imaginas la vida de un sobrero? siempre pendiente del fallo de los otros para morir.

Salu2 Córneos.

 
At 03 junio, 2007 22:50, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Lamima

¿Te imaginas una telca "eraser" para despertares amargos?

Salu2 Córneos

 
At 04 junio, 2007 00:19, Blogger Fernando said...

joder!...dime que bebes en esas noches locas para prohibirmelo...no sé yo por si acaso de toros poco..los cuernos cuanto más lejos mejor..abrazos.

 
At 04 junio, 2007 00:30, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Fernando.

Veo que la pista "sequedad en la boca" te ha resultado muy familiar :-)
Sólo puedo decir lo que todo el mundo sabe y a veces olvida: El secreto esta en no mezclar.

Los toros además de cuernos tienen rabo y en los alrededores de La Misericordía lo preparan estupéndamente... y junto a La Maestranza que yo me comí una tapa esta semana santa.

Salu2 Córneos y un abrazo... naviero.

 
At 04 junio, 2007 22:11, Anonymous Anónimo said...

Lo último que vio fue el logotipo de Windows. Que final mas horrible.

 
At 04 junio, 2007 22:24, Blogger Paula said...

lo que te decía

hay mañanas que se las ve venir, y lo mejor es no levantarse

que luego pasa lo que pasa


un abrazo

 
At 04 junio, 2007 22:59, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Goulds.

Me alegro de tu regreso a la zona de los comentarios.
Ya ves, el signo del maligno para algunos, fue el signo de la amistad para el protagonista del relato.

Salu2 Córneos.

 
At 04 junio, 2007 23:01, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Paula.

No se, a mi me parece que siempre es cojonudo levantarse... lo contrario es dar la batalla por perdida antes de empezar, da igual si luego la pierdes, lo importante es levantarse aunque sea a trancas y barrancas.

Salu2 Córneos.

 
At 05 junio, 2007 12:38, Blogger Gubia said...

Yo creo que mejor te quedas dormidito otro rato y dejas lo de "amanecer desastroso" para otro momneto. Aún así seguro que el sol sale y te deja un día lleno de luz y un poco de alegría...o por lo menos es lo que te deseo. Un abrazo lleno de luz.

 
At 06 junio, 2007 23:03, Blogger Javier López Clemente said...

Hola Gubia.

¿Te imaginas que pudieramos retrasar el amanecer a nuestro gusto personal e intransferible?

Salu2 Córneos. La noche se ha llenado con tu abrazo de luz.
Gracias.

 

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