Flex
El logotipo estaba serigrafiado en cada una de las cuatro ruedas de la cama. Quizá suene frívolo pero esa fue el primer detalle que alcancé a ver después del traslado de Hospital. La cama era nueva, a salvo de desconchones y óxidos, y disponía de barras anticaída que se accionaban mediante un sencillo sistema de palancas muy alejado de las maniobras mecánicas en la oscuridad de su predecesora: La antigualla turolense.
La habitación aparentaba más amplitud pero el lujo estaba en las mesillas auxiliares que me parecieron más modernas y funcionales que la última vez. Disponían de dos bandejas extraíbles a diferentes alturas, tiradores cromados, freno en las cuatro ruedas multidireccionales y una serigrafía en la que se podía leer “Hospital Universitario Miguel Servet” La ropa de cama y el camisón eran iguales, testimonio palpable de que la administración sanitaria de la Comunidad Autónoma Aragonesa mantenía la identidad interprovincial de sábanas, mantas y almohadas.
***
Movió las manos desde los costados hasta entrelazarlas sobre el pecho. Es uno de sus gestos durante el sueño y que hace muy poco descubrí también como mío.
***
Un joven torbellino entró vestido de negro con estampaciones de circunferencias multicolores, botas sin tacón, aretes enormes en las orejas, pelo liso y largísimo. Me deslumbró su sonrisa ¡Cuanta energía!
Atendió a su padre en un periquete de arrumacos, masaje de pies e inmediatamente puso el brillo de sus ojos en mi rostro asombrado que repitió asombro cuando me habló de usted. Yo también sonreí.
***
Hay otros ojos, ojos que transitan por los pasillos y no pueden evitar la mirada al interior de las habitaciones. Miradas curiosas a caballo del paso decidido del visitante profesional, miradas dubitativas de quien confunde el pasillo de los pares con el de los impares, miradas que no quieren mirar pero que incomprensiblemente acaban mirando.
Yo también he asaltado con mi mirada el ámbito privado donde un enfermo reposa, gime o vela. ¿Cuál es el motivo de esas miradas? Muchas veces me respondo que es el impulso ante el aburrimiento de tantas horas de paseos sobre baldosas de hospitales, pero me temo que tan solo es una excusa barata. Dime, lector de esta bitácora ¿qué esconden todas esas miradas lanzadas desde los pasillos amarillos de los hospitales? ¿Qué buscan?
La habitación aparentaba más amplitud pero el lujo estaba en las mesillas auxiliares que me parecieron más modernas y funcionales que la última vez. Disponían de dos bandejas extraíbles a diferentes alturas, tiradores cromados, freno en las cuatro ruedas multidireccionales y una serigrafía en la que se podía leer “Hospital Universitario Miguel Servet” La ropa de cama y el camisón eran iguales, testimonio palpable de que la administración sanitaria de la Comunidad Autónoma Aragonesa mantenía la identidad interprovincial de sábanas, mantas y almohadas.
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Movió las manos desde los costados hasta entrelazarlas sobre el pecho. Es uno de sus gestos durante el sueño y que hace muy poco descubrí también como mío.
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Un joven torbellino entró vestido de negro con estampaciones de circunferencias multicolores, botas sin tacón, aretes enormes en las orejas, pelo liso y largísimo. Me deslumbró su sonrisa ¡Cuanta energía!
Atendió a su padre en un periquete de arrumacos, masaje de pies e inmediatamente puso el brillo de sus ojos en mi rostro asombrado que repitió asombro cuando me habló de usted. Yo también sonreí.
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Hay otros ojos, ojos que transitan por los pasillos y no pueden evitar la mirada al interior de las habitaciones. Miradas curiosas a caballo del paso decidido del visitante profesional, miradas dubitativas de quien confunde el pasillo de los pares con el de los impares, miradas que no quieren mirar pero que incomprensiblemente acaban mirando.
Yo también he asaltado con mi mirada el ámbito privado donde un enfermo reposa, gime o vela. ¿Cuál es el motivo de esas miradas? Muchas veces me respondo que es el impulso ante el aburrimiento de tantas horas de paseos sobre baldosas de hospitales, pero me temo que tan solo es una excusa barata. Dime, lector de esta bitácora ¿qué esconden todas esas miradas lanzadas desde los pasillos amarillos de los hospitales? ¿Qué buscan?
29 Comments:
¿Dolor?¿Abatimiento?
Dormir en un hospital fue una de las cosas mas tristes que me tocó hacer en mi vida
Me gustarìa cambiar el dolor por la reflexiòn... estoy camino de ello.
Un segundo de abatimiento, sòlo uno.
He pasado algunas noches en un hospital, siempre de acompañante. Pero ahora mis estancias creo que tienen otros ojos y no estoy seguro de acertar con este cambio, por el momento me dejo llevar
Saludos còrneos
(Espero responder a tu correo en breve. Me gustò mucho recibirlo)
Lo que buscan esas miradas es no encontrarse en una de esas camas... al menos es lo que he pensado, sentido e imaginado...
Es enfermizo estar en el lugar donde supuestamente curan de algún mal que sufras... ¿por qué será?
¡Un abrazo y beso de brisa! :)
¿Encontrar el consuelo de ver que alguien sufre mas?¿compasión?¿miedo de ocupar alguna vez esa cama?...habrá un motivo para cada una de esas miradas, seguro.
Miradas que incomodan, que hieren a veces. Nunca sabes muy bien como contestarlas.
Aunque tu seas quien ocupa esta vez el sillón siempre piensas que llegará el momento de ocupar la cama.
Me siguen dando frío tus palabras así que te mando un abrazo bien fuerte. Y un beso, a ver si se nos pasa.
Cuando llego a un hospital hay algo que me recorre y me pone muy nerviosa, no sé definirlo muy bien. Siempre fuí de acompañante y observé como tú ese impulso de la gente por ver más allá. Quizás sea algo mecánico o quizás busquemos el consuelo que no encontramos dentro de la habitación. Espero que pronto esté todo bien, un beso enorme y un abrazo.
Creo Javier que la gente lo primero que busca con esas miradas es complicidad en su dolor, parece que al estar postrado en la cama eres un ser mucho más frágil...no digamos si andas por los pasillos con el trasero al descubierto o casi y arrastrando un gotero!...de todas maneras el que va a ver a un familiar por un poco rato siente alivio al irse...miedo a ser el próximo?...saludos
Qué onda querido Javier?
Será que en este post he encontrado la respuesta a tu ausencia de mi imperio?
Bueno, respondiendo a la pregunta creo que uno siempre busca en las puertas entreabiertas, los pasillos y las ventanas de las salas de hospital, por el simple morbo humano de autoconsolarse viendo que siempre hay alguien que está peor que uno.
"Siempre hay alguien que está más cagado que uno" es el lema.
Un abrazote gigante....espero noticias tuyas hombre!!
La Reina del Nilo preocupada.
No sé lo que buscan los otros...
Sólo puedo reconocer que yo buscaba a mis cómplices, buscaba tranquilidad, buscaba optimismo.
Un besico ;-)
El no querer estar ahí. Envuelta en mis apostolados acudo los sábados a cuidar enfermos. Allí supe que el hombre es una mirada lo demás es carne.
Beso tus pestañas.
Hola Mey
Curar los males creo que sólo esta en las manos de los chamanes de la tribu, que a veces coincide con los funcionarios.
Tu beso de brisa entró por la ventana.
Hola Lamima
No, las miradas todavía no me han herido porque todas tienen un trasfondo humano... o quizás esa humanidad esta en mi posición, no se...
Expulsa el frío y manten el abrazo.
Hola Gubia
Los hospitales también me ponian nervioso... pero todo pasa.
Gracias por un beso tan grande
Hola koquira.
Veo tu entrada y recuerdo tu boca abierta y fiera :-)
Me gusta verte por aqui
Hola Fernando
Vencer el miedo es la gran prueba. Eso intento aprender... la vulneravilidad
Cleo, Mi Reina
Tu imperio siempre esta en mi mente.
Mi Reina preocupada por mi, es un honor.
Hola Tamaruca
Tal vez nuestras miradas se hayan encontrado en este hospital.
Ese besico... me gustó tanto
Hola concencia
ya te contesté y perdi mi prpia conciencia... ahora soy incapaz de volver aescribir loque la Red a destruido
tu beso cerró mis pestañas y sigo soñando... contigo
yo creo que lo que buscamos es la complicidad, el no sentirnos solos (qué solo se siente uno en el hospital, ese sitio que nos conecta con la muerte que tratamos de eludir e ignorar a toda costa) el saber que otro comprende nuestro dolor, o nuestra desesperación, o nuestro aburrimiento
supongo que al final
buscamos una salida
un abrazo, Javier
¿Buscamos estampas que nos hagan imaginar otras vidas, otras historias? Y nos inventamos las situaciones, casi sin ser conscientes de ello, sin hacer demasiado caso a lo que pensamos: quién es el que está sentado de acompañante, si el enfermo está esperando ser operado o ya convalece, si su actitud es la del que espera que le den el alta hoy o mañana, tiene muchas visitas o está solo... Y todo eso, en definitiva, por el motivo que apuntas tú: hacer que las horas de olor a hospital pasen más livianas.
Un beso grande grande.
Ah, se me ha olvidado antes: hace pocos años, cuando ingresaron a mi padre por primera vez en su vida y yo estuve ocupando uno de esos sillones, me di cuenta de que hasta entonces no había sabido cómo él dormía... Yo estaba embarazada de mi chico mayor y fue el primer sentimiento verdaderamente maternal que experimenté: el de velar su sueño.
Javier creo que simplemente se busca un poco de refugio en un hospital sentimos intensamente la indefensión con la que nos encontramos en un hospital...
complicidad y refugio.
Yo miro las caras de las personas que se alejan de los hospitales y salen... como descargadas, como que se liberan de una gran tensión.
Javier me ha hecho reflexionar, recordar y es que no pensamos en las personas que estan en los hospitales hasta no nos toca estar por allá...
Se te echa de menos, amigo córneo. Y ésto no es simplemente un comment en tu blog
Yo también te echo de menos Javier... y sigo teniendo frío.. y mantengo tu abrazo.
Hola Paula.
El hospital nos conecta con la muerte y, no lo olvidemos, con la vida. Mi profe de teatro ha tenido un niño y esta muy contento y Sandra, la hermana de un amigo, ejerce la medicina supongo que para salvar vidas (la próxima vez que la vea se lo preguntaré)
Ese abrazo de niebla y bajo cero me sienta como la bufanda que perdí.
Salu2
Córneos
Hola Inde.
Los hospitales, como la vida, estan llenos de historias. La duda es debemos observar para después contar.
Velar el sueño de alguien enfermo... jamás se me habría ocurrido conectarlo con el instinto maternal pero...¡es cierto!
Me gusta mucho esa observación tuya porque, yo que no sentiré nunca el instinto paternal, tal vez pueda vislumbrar esa sensación a través de mis noches hospitalarias, las presentes y las pasadas.
Un beso... no tan grande como el tuyo :-) que me da un poco de verg...
Hola Gaiga56
Me hubiera gusado que vieras mi cara al salir del hospital, lo digo en el post que debe seguir a este.
Los hospitales deben ser uno de esos territorios dónde el tiempo saca a la luz la verdad de cada uno de nosotros.
Yo también tendré que visitar más amenudo los hospitales, eso espero, pero esta vez para llevar alegría. Más noticias en breve.
Salu2 Córneos.
Hola aperezmorte y bienvenido a esta bitácora.
Estoy contestado desde fuera de mi casa, la conexión con internet sigue fuera de servicio y tal vez no pueda seguir tu llegada como a mi me gustaría, por eso pido disculpas.
Tantas respuestas como miradas, es una buena respueta. De tu lista entresaco la alegría de la solidaridad y... "Una mentira piadosa" las mentiras nunca son piadosas.
Salu2 córneos y reitero mi agradecimiento por la visita.
Hola Detective
Gracias.
Llevo varias semanas bastante liado y además no tengo internet en casa por... mejor lo dejo.
Espero que en breve mi servidor se digne a darme servicio.
Yo tambien noto que no te leo, maestro.
Salu2 Córneos.
Hola Lamima.
Gracias. Frío. Zg Z Ciudad amanece entre niebla y a bajo cero pero noto tu abrazo y su calor.
Gracias
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