El almacén
El almacén de un garito no parece el sitio más adecuado para llevar a cabo un acto cultural. Las suspicacias quedaron fulminadas ante (viajecito al tópico) la verborrea argentina del responsable de la organización.
Todos los eventos que allí se han realizado en el pasado y los que piensan celebrar en el futuro tienen el espíritu de lo alternativo, un claro marchamo de circuito off y hasta se utilizó el término de clandestino para definir un espacio dónde cualquier creativo tiene la posibilidad de mostrar sus textos, su voz, su obra visual aunque la tabla rasa de la leyes califiqué el lugar como prohibido. Estos condicionantes, junto a la meditada y elegida decisión de la organización por mantener el anonimato, me impiden describir el acogedor local de copas en el que anoche tuve el placer de ver una excelente actuación con Don Nadie a la música, Daniel Rabanaque a los versos y el colectivo Zombra a las imágenes.
La salida de Don Nadie al escenario me causó una profunda impresión porque el guitarrista era el vivo retrato de Pablo Abraira cuando el éxito le sonreía con la ornitológica canción “Gavilán o Paloma” Un dúo que presenta una Interesante propuesta musical a base guitarras limpias y sencillas, y unas voces que tan pronto sonaban raciales, profundas, milenarias, como, lo juro, a las extensiones vocales de los coros al estilo Bunbury. Excelente versión de “Fever” con voz subyugante y potente línea de bajo. Sobresaliente.
Daniel Rabanaque recitó su versos acerados abrazados al excelente soporte sonoro de Don Nadie que enriquecieron con brillantez los textos del autor de “Vaho en el cristal” (Editorial Point de lunettes) La escritura de este zaragozano permite al lector buscar los ritmos, las pausas, incluso los sentimientos enhebrados entre línea y línea. Pero sin lugar a dudas el poeta aportó una excelente técnica narrativa y consiguió mejorar sus palabras escritas con una lección magistral de matización en la voz, en los tonos y hasta ayudó a los músicos transformándose en máquina de ritmo bucal.
Es una agradable novedad que un poeta sea capaz de elevar la calidad de su creaciones con el uso apasionado, medido y brillante de la palabra, con una retórica moderna y muy alejada de los modelos tradicionales de lecturas sin chicha ni limoná a los que tan acostumbrados (y aburridos) estamos.
La avalancha de sonidos y poesía tenía un excelente colchón visual en las imágenes generadas por Zombra. Grafismos habitualmente sencillos pero tratados con tan buen gusto y tanta efectividad que la guarnición se convirtió en uno de los platos principales. La iconografía del evento se acrecentó gracias a los tres proyectores que envolvían el escenario para crear un ambiente especial, una isla entre sombras y luces dónde la música y los textos quedaron perfectamente subrayados, sin excesos, sin los peligrosos alardes de tecnicismo que pueden dejar fuera la calidez de artes tan evocadoras como la música y el verso.
El espectáculo consiguió transmitir emociones a una distancia tan corta como la de treinta personas sentadas, apretaditas y con los cinco sentidos puestos en recibir aquel caudal de creatividad, pasión y buen hacer.
Para terminar nada mejor que uno de mis poemas favoritos de Daniel Rabanaque:
cuarentaiséis
otra vez esta sensación
como ganas de hacerme pequeñito
hasta ocupar aovillado las costuras del sofá
Todos los eventos que allí se han realizado en el pasado y los que piensan celebrar en el futuro tienen el espíritu de lo alternativo, un claro marchamo de circuito off y hasta se utilizó el término de clandestino para definir un espacio dónde cualquier creativo tiene la posibilidad de mostrar sus textos, su voz, su obra visual aunque la tabla rasa de la leyes califiqué el lugar como prohibido. Estos condicionantes, junto a la meditada y elegida decisión de la organización por mantener el anonimato, me impiden describir el acogedor local de copas en el que anoche tuve el placer de ver una excelente actuación con Don Nadie a la música, Daniel Rabanaque a los versos y el colectivo Zombra a las imágenes.
La salida de Don Nadie al escenario me causó una profunda impresión porque el guitarrista era el vivo retrato de Pablo Abraira cuando el éxito le sonreía con la ornitológica canción “Gavilán o Paloma” Un dúo que presenta una Interesante propuesta musical a base guitarras limpias y sencillas, y unas voces que tan pronto sonaban raciales, profundas, milenarias, como, lo juro, a las extensiones vocales de los coros al estilo Bunbury. Excelente versión de “Fever” con voz subyugante y potente línea de bajo. Sobresaliente.
Daniel Rabanaque recitó su versos acerados abrazados al excelente soporte sonoro de Don Nadie que enriquecieron con brillantez los textos del autor de “Vaho en el cristal” (Editorial Point de lunettes) La escritura de este zaragozano permite al lector buscar los ritmos, las pausas, incluso los sentimientos enhebrados entre línea y línea. Pero sin lugar a dudas el poeta aportó una excelente técnica narrativa y consiguió mejorar sus palabras escritas con una lección magistral de matización en la voz, en los tonos y hasta ayudó a los músicos transformándose en máquina de ritmo bucal.
Es una agradable novedad que un poeta sea capaz de elevar la calidad de su creaciones con el uso apasionado, medido y brillante de la palabra, con una retórica moderna y muy alejada de los modelos tradicionales de lecturas sin chicha ni limoná a los que tan acostumbrados (y aburridos) estamos.
La avalancha de sonidos y poesía tenía un excelente colchón visual en las imágenes generadas por Zombra. Grafismos habitualmente sencillos pero tratados con tan buen gusto y tanta efectividad que la guarnición se convirtió en uno de los platos principales. La iconografía del evento se acrecentó gracias a los tres proyectores que envolvían el escenario para crear un ambiente especial, una isla entre sombras y luces dónde la música y los textos quedaron perfectamente subrayados, sin excesos, sin los peligrosos alardes de tecnicismo que pueden dejar fuera la calidez de artes tan evocadoras como la música y el verso.
El espectáculo consiguió transmitir emociones a una distancia tan corta como la de treinta personas sentadas, apretaditas y con los cinco sentidos puestos en recibir aquel caudal de creatividad, pasión y buen hacer.
Para terminar nada mejor que uno de mis poemas favoritos de Daniel Rabanaque:
cuarentaiséis
otra vez esta sensación
como ganas de hacerme pequeñito
hasta ocupar aovillado las costuras del sofá
14 Comments:
Me he encontrado auténticas maravillas en la editorial sevillana que comentas. Impresionante el poema, ese ir menguando poco a poco...
Hola... me gustó mucho poder comenzar el día con un poema así :)... paso a desearte los mejores deseos en estas fiestas...
Cuidate mucho y sigue acompañandonos con tus maravillosos escritos :)...
Abrazos y besos de brisa...
Hola Detective.
Manuel García, uno de los cerebros de point de lunettes, estuvo en la presentación zaragozana de "Vaho en el Cristal" de Rabanaque.
Fue una presentación espectácular donde pudivos ver el amor con el que trabaja esta editorial todos sus proyectos que se transforman en auténticas joyas. Mención aparte merece la verborrea del Manuel citado que nos dejó a todos boquiabiertos con su sapiencia y buen decir.
Creo que todos hemos menguado alguna vez.
Salu2 Córneos.
El día de la presentación zaragozana del libro de Rabanaque
Hola mEy
Esta bitácora se congratula de que su servicio de poemas mañaneros tenga buena aceptación :-)
De tus deseos me quedé prendado en esa estrella amarilla que gira y gira en algún lugar de Bolivia.
Lo mejor para estos textos es la presencia en eta bitácora de una brisa como la tuya. Gracias.
Pues a mi me parece que los tiempos de lo clandestino en la cultura acabaron con los bingos que se hacian sin permiso...parece más bien que el local no tenía permisos para recibir a gente...gracias que no paso nada..esta ciudad ya esta acostumbrada a ese tipo de problemas en estas fechas...pasa buenos días Javier.
jajajajaj
Hola Fernando.
Me acuerdo de los bingos clandestinos... los vi hasta en garitos de copas. Todavía no he estado en ningún bingo y aunque no presumo de ello, casi, casi.
También te deseo buenos días en esa ciudad entre la montaña y el mar dónde me perdí buscando una quimera y allí, entre su calles, desperté.
Salu2 Córneos.
Como siempre, querido Javier, tus escritos no decepcionan...voy a poner ojo en Rabanaque.
Nada, pasaba por aquí a dejarte un abrazo interocéanico como siempre, pero esta vez aún más especial, por la fecha. Espero que tengas una hermosa Navidad junto a los tuyos....y eh, que los Reyes Magos se porten a la altura de las circunstancias, cumpliendo todos tus deseos. Por lo menos aún tienes tiempo de escribirles, así que yo te sugeriría hacer el intento.
Y por qué no, te dejo un beso también. Total, esta noche es Nochebuena y mañana es Navidad...(la la la)
Felices Fiestas!!
La Reina del Nilo navideña.
Hola Cleo, mi Reina.
Me parece bien que le pongas el ojo al poeta Rabanque, gran escritor y mejor showman, pero este mensajero, este mensajero se conforma con tus visitas, mi Reina.
Siempre escribí una carta a los Reyes Magos hasta que dejé de hacerlo, seguramente en mala hora. Debería retomar tan epistolar costumbre.
Y ese beso de Mi Reina sabe tan bien que aplaca todos toditos mis males.
Salu2 Córneos.
Javi:
Muchas veces los escenarios pequeñitos resultan gigantes a la sensibilidad vivida.
Buscaré a Daniel Rabanaque, no lo he leído, seguramente será bueno si tu Bitácora lo recomienda.
Desde que pasé por aqui la primera vez comí algo que me hace volver a menudo... y siempre me voy con un buen sabor de boca.
besos córneo feliz año!!!!!!!
HOla Monique
Es cierto que los escenarios pequeños suelen resultar gigantes cuando las propuestas son interesantes, el riesgo de la próximidad puede ser que ni no se produce el contacto... la sensación de fracaso se multiplica.
Me alegro que te intereses por Daniel Rabanaque, creo que nos espera un poeta de gran interés... otra cosa será ver su obra publicada.
Salu2 Córneos.
gracias por la crítica-comentario Javier. Nos alegramos de que esas fueran tus sensaciones. A mí, me emociona leerte.
aquí unas fotos del "evento"
http://www.fotolog.com/karlos92
saludos
carlos,
de zombra
http://www.zombraweb.com
Hola Laonza.
Me alegro que tengas esa necesidad de volver, conozco la sensación porque yo tengo la necesidad de que vuelvas, al fin y al cabo son las dos caras de la misma moneda.
Salu2 Córneos y un beso para el nuevo año.
Hola Karlos92
Bienvenido a esta bitácora.
Creo que esta crónica no hace justicia a lo que vi y escuché, se queda muy lejos del excelente espectáculo que habéis creado.
Es todo un un halago que mis letras consigan enmocionarte.
Salu2 Córenos.
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