Tormenta entre Perales y Alfambra
El limpiaparabrisas eliminaba las gotas con eficacia intermitente. La lluvia era abundante pero incapaz de mojar la luneta trasera. Respiré un segundo de esperanza y volví a mirar por el espejo retrovisor. Ahí atrás, el cielo también estaba gris.
6 Comments:
Hola Javier, me alegra leerte de nuevo...
Finalmente, la lluvia. Aquí en la ciudad también golpea de vez en cuando alguna tormenta con fuerza. Pero a mi, me sigue sabiendo a poco
Hola Paula.
Un gustazo tu visita.
Las últimas tormetas que azotan esta ciudad de zetas son tan tacañas que descargan su furia en Montañana y pasan de largo en el Actur.
Ese comportamiento caprichoso, a mi también me sabe a poco.
¡Por una lluvia fina y de temporal!
Hoy ha estado toda la mañana lloviendo fino y de tempora. ¿Tendré poderes paranormales?
jajajaja
no tengo duda de que así es...
por cierto, me ha llamado mi madre y me ha dicho, "hija, he estado rezando y por fin, llueve"
Tendrás que compartir el mérito con ella
Hola Paula.
Yo con una madre que reza para que llueva comparto, con mucho gusto, el mérito y el paraguas.
Y dale un saludo a su señora mama.
oleeee
Publicar un comentario
<< Home