Demetrio Aldous (I)
Demetrio la sintió regresar, se introdujo en su cuerpo y lo utilizó como caja de resonancia. «Por mucho que huyas hacia delante, tu camino ya ha terminado. Cada puerta que abres será una nueva quimera. Nunca encontrarás a ese personaje de novela al que te aferras para intentar escurrir el bulto y no hacer frente a tu incapacidad para asumir la realidad que te rodea. Un mediocre incapaz de organizar el pedacito de vida que se te ha concedido. Tienes que olvidar lo que fuiste. Serás tan capullo si no lo haces. »
Su mujer dormía sin remordimientos ni dudas. A Demetrio le gustaba mirarla en la oscuridad hasta que conseguía distinguirla en medio de las sombras. Entonces navegaba por sus contornos como desquiciado por la voluptuosidad, ensimismado por las curvas, los recovecos y la suavidad de una piel siempre fresca.
Demetrio canturreó una tonada de Kiko Veneno como si fuera una nana. Sus parpados querían adentrarse en el mundo de los sueños, ese era el único lugar donde la japuta de la vocecilla no había penetrado todavía. Pero el insomnio volvía, una y otra vez, a ganar la partida. Aguantó las embestidas, cada vez más crueles, de la cagonsusmuertos vocecilla hasta que vio una salida.
Ocurrió de madrugada, con la llegada del otoño. «Voy a encontrar la novela en la que viví como personaje» pensó «Así terminaré de una puta vez con esta pesadilla que no me deja vivir» No lo dudó. Cecilia aún dormía cuando la puerta de la calle se cerró.
(Continuará)
Su mujer dormía sin remordimientos ni dudas. A Demetrio le gustaba mirarla en la oscuridad hasta que conseguía distinguirla en medio de las sombras. Entonces navegaba por sus contornos como desquiciado por la voluptuosidad, ensimismado por las curvas, los recovecos y la suavidad de una piel siempre fresca.
Demetrio canturreó una tonada de Kiko Veneno como si fuera una nana. Sus parpados querían adentrarse en el mundo de los sueños, ese era el único lugar donde la japuta de la vocecilla no había penetrado todavía. Pero el insomnio volvía, una y otra vez, a ganar la partida. Aguantó las embestidas, cada vez más crueles, de la cagonsusmuertos vocecilla hasta que vio una salida.
Ocurrió de madrugada, con la llegada del otoño. «Voy a encontrar la novela en la que viví como personaje» pensó «Así terminaré de una puta vez con esta pesadilla que no me deja vivir» No lo dudó. Cecilia aún dormía cuando la puerta de la calle se cerró.
(Continuará)
Etiquetas: Relato
14 Comments:
ESPERO LA CONTINUACIÓN...
GRACIAS POR TU VISITA
ABRACITOS
ANDREA
continuara? ya que se duerma no?, jeje me gusta la foto que tienes de profile salu2
Hola Andrea.
Espero continuar, eso espero, poder continuar.
Suena bien eso de abracitos.
Hola Prismático y bienvenido.
La intencion es continuar porque... no creo que pueda volver a dormir hasta que no encuentre su pasado.
La foto es un graffiti pintado en una de las tapias de Zaragoza, si no recuerdo mal en una frente la próximo recinto ferial de la Expo 2008
Kiko Veneno...Coincidimos en algunos Tótems, creo. Mira, mira, por allí viene Joselito, con los ojos brillantitos
Estoy tan contenta con la vuelta de Demetrio.Espero la continuación y que no se atormente mucho.Un beso cálido de otoño.
Demetrio de nuevo...
ya estamos con la intriga, y sin saber qué va a pasar
No nos hagas sufrir mucho...
Un abrazo, Javier
Hola Detective.
Kiko es uno de los grandes porque se adelantó lo suyo.
Hola Gubia.
Lo cierto es que no tengo ni idea de los acontecimientos que le van a suceder a Demetrio... tendremos que esperar, yo también.
Hola Paula.
El que más sufre, te lo aseguro, soy yo. :-)
Las zozobras de Demetrio... qué intriga!
Acaso busca la verdad en la calle?
Yo le diría, en plan "Canción Triste de Hill Street": "Ten cuidado ahí fuera".
Estoy impaciente por saber más.
Hola Clarisa.
Yo también estoy impaciente por saber que le ocurre a Demetrio :-)
Gran serie "Canción Triste de Hill Street" me la vi enterita mientras hice la mili.
En realidad... todos tenemos que tener cuidado ahí fuera.
Qué bonito, Javier.
Demetrio se va de casa para volver a la novela de la que ha salido. Su esposa duerme.
Todos somos personajes de una u otra novela, nos creamos personajes o nos identificamos con los que leemos. Nos gusta todo menos lo que somos nosotros mismos. Es posible vivir nuestra propia novela, con nosotros como protagonistas, sólo tenemos que mirarnos con un poco de distancia.
Buen texto.
Hola Sara.
Me parece alucinante que te atrevas a viajar tres años en esta bitácora, un salto que te agradezco porque me obliga a recordar lo que aquí publiqué y zas, tengo tan abandonado.
Es cierto que muchas veces, con tanto descontento, nos olvidamos de dar distancia a los acontecimientos, a la vida.
Salu2 Córneos.
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